Crédito: Municipalidad de Quillón
Hoy es un momento triste, es el momento en que despedimos al maestro, al colega, al amigo y mentor. Pero es el momento en que la palabra recuerdo adquiere una nueva dimensión.
Hoy la Facultad de Medicina y la Universidad de Concepción están de luto, el 18 de agosto ha dejado este mundo el Profesor Alberto Gyhra Soto. La tristeza que nubla nuestros ojos se acrecienta por la imposibilidad de estar junto a la Sra. Maruja, a Cristian su hijo, y a sus nietos en la despedida del maestro.
El Doctor Alberto Gyhra Soto, nacido en Lota el 5 de enero de 1942, tuvo toda una vida ligada a la Universidad de Concepción y, especialmente a la Facultad de Medicina. En sus aulas se formó como médico cirujano, recibiendo su título, otorgado por la Universidad de Chile en el año 1966, mismo año que comienza su trabajo docente en la Universidad de Concepción. Se especializa en Cirugía Cardiotorácica en la Universidad Libre de Bruselas y en cirugía cardiaca en la Universidad Paris.
Su vasta trayectoria en la Universidad de Concepción, lo lleva a ocupar diversos cargos, siendo Director del Departamento de Cirugía, Director de Postgrado de la Facultad de Medicina, Vicerrector de nuestra casa de estudios los años 1988-1989, y candidato a Rector en 1990. Su fructífera carrera académica en la UdeC, culmina en agosto del año 2008 con su nombramiento como Profesor Emérito de la Universidad de Concepción, la mayor distinción que se otorga a un académico.
Su reconocimiento académico traspasó los límites de nuestra Universidad, y es así como en el año 1989 es incorporado como Académico Correspondiente de la Academia Chilena de Medicina del Instituto de Chile. Fue presidente de la Asociación Sudamericana de Cirugía de Tórax, Presidente de la Sociedad de Cirujanos de Chile y Presidente del Capítulo Chileno del American College of Surgeons, el mismo que en 2008 le otorga la distinción máxima al ser nombrado “Fellow Distinguido Año 2008”.
El quehacer académico del Dr. Gyhra estuvo profundamente vinculado a la clínica y fue en este ámbito donde sus características personales, su tesón, perseverancia, pasión y empuje permitieron la creación y consolidación de la cirugía torácica y cardiovascular en el Hospital Clínico Regional de Concepción con la participación y compromiso de un cuerpo de docentes de nuestra Facultad. Este desarrollo llevó a que en 1974 se realizara en nuestra ciudad la primera operación a corazón abierto fuera de Santiago. Sin lugar a dudas, una notable iniciativa que ha llevado a que, en la actualidad, el Hospital Regional sea uno de los centros asistenciales que más cirugías cardiacas realiza anualmente.
Pero el compromiso de Alberto Gyhra con la comunidad fue más allá del mundo académico y de la salud. Una destacada vida pública que incluye su constante lucha por la descentralización del país desde la Corporación para la Regionalización del Bío-Bío, de la que fue Vicepresidente y su destacado rol como Alcalde en la vecina comuna de Quillón.
Yo podría considerar cumplido mi deber de Decano para con el insigne docente con el relato acostumbrado y sucinto de los hitos de esta destacada y extensa vida académica y pública del Profesor Alberto Gyhra Soto. Pero les debo pedir dispensas para hablar desde el corazón al recordar al Maestro. Tuve el privilegio de conocer al Profesor Alberto Gyhra en las salas de clases de la Facultad de Medicina donde nos deslumbraba con ensayos experimentales que nos enseñaban a manejar racionalmente el taponamiento cardiaco. En la sala 20 del HGGB donde introducía al mundo de la cirugía cardiopulmonar a este alumno ignorante, y donde nos motivaba a investigar sentados en una silla ergonómica frente a un computador demostrándonos que el quehacer clínico debía ir acompañado de la generación de conocimiento para así trascender y ser útil a otros.
Era un grupo de docentes que trabajaban arduamente, que estaban presentes a toda hora, en los pabellones y en la urgencia hasta donde acudían llamados por radio en los tiempos en que no existían celulares. Docentes que nos exigían y nos entregaban con generosidad. Posteriormente, fueron múltiples las oportunidades en que, ya siendo académico, pude disfrutar del apoyo, el consejo y la guía del Dr. Gyhra. Pero, sin lugar a dudas, la mayor enseñanza que me legó, fue el mostrarme que uno podía defender con firmeza sus ideas y valores sin por ello dejar de respetar y trabajar en conjunto con aquel que no pensaba como uno. Qué lección más importante y necesaria en estos tiempos en que la tolerancia y la prudencia son bienes tan escasos en nuestra convivencia.
Hoy es un momento triste, es el momento en que despedimos al Maestro, al Colega, al Amigo y Mentor. Pero es el momento en que la palabra recuerdo adquiere una nueva dimensión, la dimensión del compromiso de todos los que trabajamos en la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción de honrar el legado de Maestros como Alberto Gyhra Soto que nos obliga a redoblar nuestro compromiso con nuestros alumnos, nuestros pacientes, la Universidad y la Comunidad.
Columnista(s)
Dr. Mario Valdivia Peralta
Decano Facultad de Medicina
Universidad de Concepción
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