Discuten sobre importancia y desafíos de suscribir el Acuerdo de Escazú

El próximo sábado 26 de septiembre debiera entrar en vigencia el Acuerdo de Escazú, para lo cual necesita la ratificación de 11 Estados. Hasta esa fecha tienen plazo los países de la región para ratificar su suscripción y adherir al primer pacto latinoamericano que busca garantizar acceso a la información, participación y justicia en asuntos ambientales.

Hasta el momento, el gobierno de Chile se ha negado a suscribir el pacto, aduciendo que es “inconveniente” para el país, aunque aún no se ha pronunciado de manera definitiva.

En ese contexto, un grupo de estudiantes, reunidos bajo el movimiento Más UdeC, ha organizado el foro Acuerdo de Escazú: Importancia y desafíos de la protección de Derechos Humanos en materia ambiental, en el que participarán la investigadora UdeC Dra. Alejandra Stehr, ex directora del Centro de Ciencias Ambientales, Eula Chile; Marcelo Mena, ex ministro del Medio Ambiente y director del Centro de Acción Climática PUCV, y Sebastián Benfeld, Champion Acuerdo Escazú para América Latina y el Caribe. La actividad será moderada por la Vicerrectora de Vinculación con el Medio, Dra. Claudia Muñoz Tobar.

El estudiante de Medicina, Joaquín Cisternas, es uno de los organizadores de esta actividad. Explica que Más UdeC es un movimiento que busca ser un espacio de trabajo estudiantil desde donde involucrarse con el resto de la comunidad universitaria para lograr una UdeC más comprometida en las áreas que nos interesan.

“Como estudiantes comprometidos con el desarrollo sostenible y que entienden el desafío de nuestra generación en materia ambiental, nos involucramos activamente con el grupo de Escazú Ahora Chile. Es importante buscar la colaboración de las casas de estudio y hacer visible la demanda por la firma del Acuerdo de Escazú, el acuerdo ambiental más importante de nuestro tiempo. Es por lo que entablamos relaciones con la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales. La UdeC que queremos es una vinculada activamente con la protección del medioambiente y en esa línea estamos muy contentos por la recepción por parte de la Vicerrectoría para patrocinar la instancia”, señala.

Para la Vicerrectora de Vinculación con el Medio, apoyar actividades de este tipo implica un compromiso con la promoción de un desarrollo social y económico con respeto medioambiental. Queremos preservar el mundo para las futuras generaciones y esto exige que quienes asumen el desafío cuenten con el respeto y protección de sus derechos, y que las universidades aportemos conocimiento desde las diversas áreas pertinentes. Es vital también que el compromiso con estos objetivos sea ciudadano.

Participación ciudadana 

Sebastián Benfeld (19 años) fue anunciado como Champion de Escazú el 4 de marzo, en una ceremonia de celebración por el segundo aniversario del acuerdo. Él fue uno de los cinco escogidos en este papel, basándose en su liderazgo y compromiso para promover el acuerdo. Los cuatro restantes son de Argentina, Costa Rica,  San Vicenten y las Granadinas, y Colombia.

A su juicio, “Latinoamérica y el mundo entero quiere ser parte de la construcción de un nuevo mundo, desde el diálogo y desde la conversación cotidiana, sobre los problemas que realmente nos afectan en nuestro día a día”.

Por ello, dice, el Acuerdo de Escazú avanza en esa dirección, garantizando la participación de la ciudadanía en aquellas cuestiones que afectan a su ambiente, promoviendo un desarrollo más inclusivo y sostenible, de la mano de la sociedad civil. “También lo hace apoyando el fortalecimiento de las instituciones para garantizar su bienestar y asegurando derechos como el de la información, la emancipación y la justicia. Si realmente Chile y Latinoamérica quiere darle una solución a la crisis política social y ambiental, tiene que avanzar hacia soluciones que involucren a todos los actores”, señala.

Hoy, cuando es relevante que tome una posición proactiva en materia de un acuerdo que el mismo gobierno ayudó a impulsar hace dos años, sostiene que “estos últimos años el gobierno ha hablado mucho y ha hecho poco en materia medioambiental. Ha llamado a los demás países a que participen y que se hagan cargo de los problemas ambientales. En la comunidad internacional tuvo un rol protagónico liderando la COP25;  sin embargo, tenemos la respuesta de que ese liderazgo fue un tremendo fracaso y no solamente porque el gobierno no supo llevar bien las negociaciones en la cumbre climática, sino que también porque no ha hecho un trabajo en su propia casa, no ha mirado su patio trasero y ha dicho ‘mira, tenemos que resolver estos problemas’”.

En ese sentido se manifiesta convencido de que “uno de los compromisos que le queda atender al gobierno, si es que quiere avanzar realmente en luchar contra la crisis climática, entonces debería partir por firmar Escazú. Como ciudadanía completa debiéramos avanzar hacia una Constitución que proteja el medioambiente. La acción del gobierno ha estado muy por debajo de lo esperable”.