Como parte del programa de perfeccionamiento docente impulsado por la Dirección de Docencia, el Laboratorio de Aprendizaje Vivencial (UCO2495) desarrolla un conjunto de cursos y talleres orientados a la comunidad académica y docente de la Universidad de Concepción.
Esta propuesta busca servir de guía para la aplicación de metodologías activas en contextos reales, fortaleciendo la enseñanza universitaria, a través de experiencias de aprendizaje situadas, bidireccionales y coherentes con el Modelo Educativo de la UdeC, la Política de Vinculación con el Medio y los desafíos actuales de la educación superior.
Para la Directora de Docencia, Dra. Carolyn Fernández Branada, el Laboratorio de Aprendizaje Vivencial constituye un espacio de articulación entre la academia y las comunidades, al poner el énfasis en el impacto social del aprendizaje.
“Reconocer la responsabilidad de la UdeC en la transformación de su entorno implica promover la co-construcción de conocimiento en diálogo con actores sociales y territoriales. De esta manera, aseguramos que la Universidad asuma un rol activo en los procesos de desarrollo y cambio social”, puntualizó la directora Fernández.
Metodologías Activas e Innovación Pedagógica
Hasta la fecha, más de 130 docentes y académicos participan del programa, que comienza con cursos introductorios para repensar el proceso de enseñanza-aprendizaje, y avanza hacia la exploración y aplicación de estrategias activas que operacionalizan el modelo de Aprendizaje Vivencial propuesto por el Laboratorio.
Entre las metodologías abordadas se incluyen el Aprendizaje Basado en Investigación, el Aprendizaje Basado en Proyectos, el Aprendizaje y Servicio y el Design Thinking. Estas herramientas buscan fortalecer las competencias profesionales del estudiantado y fomentar la co-construcción del conocimiento, así como la generación de soluciones innovadoras en interacción con comunidades locales.
El programa subraya la importancia del diagnóstico comunitario como etapa clave, entregando herramientas de análisis participativo para identificar las necesidades, intereses y recursos de las comunidades. Lo anterior, garantiza que los proyectos docentes respondan a problemáticas reales.
«La innovación docente requiere reflexión crítica sobre nuestras propias prácticas y este programa entrega herramientas para aplicar metodologías activas e integra la evaluación como un proceso integral que acompaña el aprendizaje, reafirmando nuestro compromiso con la calidad y la excelencia académica”, señaló el Director de Vinculación Social, Jaime Contreras Álvarez.
Además, el Director Contreras destacó que la incorporación del Sistema de Medición de Contribución de la Vinculación con el Medio permite evidenciar los efectos internos y externos de las iniciativas docentes. «De esta manera, la evaluación se convierte en un puente sólido entre la innovación pedagógica y nuestros estándares institucionales de calidad y acreditación”, puntualizó.
Cursos presenciales y virtuales
Durante el año académico, se han desarrollado una serie de cursos presenciales y virtuales orientados a fortalecer las competencias pedagógicas y metodológicas de la comunidad académica y docente. Promoviendo enfoques de aprendizaje activo y vivencial, con una mirada transversal de VcM. Con ello, se busca consolidar una cultura pedagógica innovadora, situada y comprometida con el entorno, en línea con las orientaciones institucionales.
En total, se imparten 11 cursos presenciales distribuidos en 17 sesiones entre los que destacan: Repensando la enseñanza-aprendizaje para la VcM, Aprendizaje Vivencial con impacto social, ABP como estrategia formativa para la VcM, Aprendizaje Basado en Investigación (ABI), Evaluación de la Contribución de iniciativas formativas desde la VcM, entre otros. Mientras que los virtuales, se desarrollan durante el segundo semestre académico del 2025, a través de la plataforma CANVAS.
El Director ejecutivo del proyecto UCO2495, Jorge Gajardo Aguayo, explicó que las metodologías promovidas por el Laboratorio buscan transformar la docencia universitaria en una práctica viva, reflexiva y orientada a la acción, a través de experiencias de aprendizaje situadas.
“Estas metodologías promueven que las y los docentes diseñen procesos formativos donde el estudiantado se involucra activamente en la comprensión y resolución de problemáticas reales. Así, la enseñanza deja de ser transmisiva para convertirse en una experiencia que integra la teoría con la práctica, permitiendo el desarrollo de pensamiento crítico, creatividad y compromiso social, en diálogo permanente con los desafíos y oportunidades de los territorios”, comentó el Director.