Día Mundial del Sida: docentes UdeC analizan su diagnóstico, tratamiento y la importancia de la prevención
Crédito: Esteban Paredes Drake / Dircom
Derribar mitos, educación sobre su prevención y la identificación de las conductas que nos convierten en población de riesgo son las prioridades para que el contagio y las muertes por el contagio disminuyan.
Cada 1ero de diciembre la Organización Mundial de la salud (OMS) lo recuerda como el Día Mundial del VIH – Sida. El número de muertes por la acción de este virus disminuyó en un 28% entre 2010 y 2023, de acuerdo con cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Para llegar a ese objetivo fueron necesarios años de campaña de prevención, la ampliación el acceso a la Profilaxis Preexposición (PrEP) y una constante batalla contra el estigma y la desinformación. Sin embargo, reconoce la organización, el número de contagios del virus aumentó, especialmente en la población joven.
En esa línea, lo primero que debemos hacer es diferenciar el virus del VIH del síndrome Sida, ya que no es lo mismo. Una persona que adquiere VIH tiene el virus en circulación en su organismo, sin manifestación o con este bajo control. Mientras que la persona VIH positiva “está manifestando la inmunodeficiencia con una serie de infecciones que no son comunes en la población, ya que la población sana tiene su sistema inmune de manera competente, no debilitado”, explicó el docente de la Facultad de Farmacia, Dr. Enrique Guzmán Gutiérrez.
Diagnóstico, tratamiento y prevención
Más que pensar en “síntomas” que nos hagan consultar a profesionales de la salud para pesquisar la presencia del virus en nuestro organismo, la docente de Obstetricia y Puericultura, Dra. Yolanda Contreras García, recomendó poner atención a “la conducta preventiva o de autocuidado que yo tengo frente a la actividad sexual que estoy desarrollando”. Esto porque la transmisión del virus solo queda delimitado al contacto a fluidos que tengan la partícula viral en alta cantidad “y eso significa principalmente sangre o a través de transmisión sexual”, identificó el Dr. Guzmán.
“En nuestro último estudio del año 2019, alrededor del 80%, al menos en población joven, no preguntaba la condición serológica para el VIH en la pareja con la que estaba teniendo o estaba teniendo actividad sexual” ejemplificó la Dra. Contreras, añadiendo que, si no conocemos la condición serológica de la otra persona y no tomamos medidas de prevención como el uso de un método de barrera (condón), estamos exponiéndonos. “Las cifras muestran que el riesgo es para toda la población, si no tenemos una capacidad de autocuidado y de tomar buenas decisiones al momento de tener actividad sexual con otra persona”, afirmó.
La matrona sostiene que el 94% de las personas viviendo con VIH en nuestro país conoce su diagnóstico y de ese porcentaje, el 79% está con terapia antirretroviral. Esta terapia permite reducir la carga viral, la cantidad de virus que está en circulación a tal nivel que puede ser indetectable, por lo que esa persona puede no contagiar a otras. “El tratamiento actual permite que una persona que sea VIH positivo pueda tener una vida normal sin las consecuencias que antiguamente se conocían que eran tan letales para los pacientes con VIH que desencadenaba finalmente el SIDA”, sumó el académico de la Facultad de Farmacia.
El estudiante del Magíster en Salud Sexual y Reproductiva UdeC, matrón Alejandro Hernández, en un trabajo en conjunto a las docentes Yolanda Contreras y Mercedes Carrasco, creó un índice de riesgo para la conducta sexual, que se realizó en base al análisis de una muestra de 3.800 estudiantes. Identificó que las cinco principales variables que determinan sí o sí la presencia de una infección de transmisión sexual serían la práctica de sexo anal, sexo oral, consumo de sustancias, pareja sexual casual y actividad sexual en grupos. “En la medida que tú tienes estas variables presentes en tu vida, tienes un predictor estadísticamente significativo para el contagio”, explicó la Dra. Contreras.
“El contacto físico de piel a piel no es un medio de transmisión, no se transmite a través de utensilios de cocina, de los alimentos, de la respiración, por utilizar el mismo baño” recordó el Dr. Guzmán, creencias que venían desde el desconocimiento. Además del contacto sexual, el docente reconoce como posible mecanismo de transmisión el uso de agujas compartidas.
“Con esta infección o con la enfermedad declarada, sin duda que es un acontecimiento vital, estresante, no normativo”, reflexionó la docente de obstetricia, recomendando acompañar a la persona diagnosticada, manteniendo una relación afectiva y que sienta el apoyo de sus seres queridos.
La Dra. Contreras invitó a la comunidad a participar del recientemente inaugurado espacio de atención gratuita en que las y los asistentes recibirán atención integral y podrán recibir respuesta a sus consultas sobre salud sexual y reproductiva de forma gratuita y abierta a la comunidad. Las atenciones son de lunes a viernes de 09:00 a 12:00 y luego de 14:00 a 17:00 previa inscripción al fono +56939201903.
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