Decano Facea, Álvaro Escobar: reducción de la Tasa de Interés puede ser una señal de reactivación económica
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“Esto puede ser bueno para comenzar a reactivar la economía, es una señal en el sentido de que podría incrementar la oferta hipotecaria y el empleo, lo que es muy importante porque el sector inmobiliario es muy intensivo en mano de obra”, asevera el decano.
Como una medida que puede contribuir a dinamizar la economía calificó el Decano de Ciencias y Económicas y Administrativas (Facea) de la UdeC, Álvaro Escobar González, el recorte de 75 puntos base (PB) de la Tasa de Política Monetaria (TPM), acordada por los consejeros del Banco Central este martes.
El anuncio de la tasa de 8.25 se dio a conocer un día antes de la publicación del del último Informe de Política Monetaria (IPoM) de 2023 que, entre otras cosas, confirma la tendencia descendiente en la inflación, la normalización de la demanda y una menor carga en los costos en relación a años anteriores.
Este es el menor valor que anota el instrumento de política monetaria este año, luego de cuatro recortes consecutivos desde julio, mes hasta el que se mantuvo el 11.25 arrastrado desde octubre de 2022.
El decano Álvaro Escobar recuerda que la TPM es una línea de referencia para los bancos y la banca comercial y que el recorte anunciado debiera tener efectos en las tasas de interés que aplican las instituciones en sus productos.
“Esta es una señal para el mercado, porque si se baja la tasa de política monetaria, indudablemente los bancos van a seguir la misma tendencia y esto debería significar una disminución en sus tasas de interés”.
La medida tiene repercusiones en el corto, mediano y largo plazo, agrega el académico, señalando que en lo más inmediato el efecto “debiera verse en los créditos de consumo, por ejemplo, en las tarjetas comerciales que tienen un uso permanente”.
Agrega que, si bien esto ocurre en el corto plazo, también da una señal a los créditos de más largo plazo, como los hipotecarios. “Las tasas se han mantenido altas y eso ha afectado el dinamismo del mercado inmobiliario; los créditos se han reducido en forma drástica; las personas han tenido que desistirse (de los contratos con las inmobiliarias) porque las condiciones que se requieren usualmente para pedir un crédito hipotecario son mayores”.
El otro lado de la moneda está en los depósitos que anotan el descenso de la tasa de interés.
El economista también apunta que la reducción acordada en la última reunión del ente regulador fue por sobre lo esperado, ya que se especulaba que ésta sería de 50 PB. “Lo más importante es que esto apunta a dar un impulso a la reactivación y a la inversión”, en un momento en que “el temor a la inflación” va en bajada.
“Si bien el mes pasado fue un poquito más alta, las estimaciones para diciembre es que será de 0.1 o 0.2, entonces estaríamos terminando el año con aproximadamente un 4,5%”, puntualiza Escobar.
Para el investigador el escenario económico de cierre del año es algo mejor de lo esperado, considerando la trayectoria que se ha visto desde la pandemia en adelante y los vaticinios en torno el crecimiento.
“No (son cifras) para alegrarse, pero vamos a quedar con un crecimiento cercano a cero, que no es bueno, pero la expectativa era que podría ser negativo”, indica el especialista en dirección empresarial.
Un punto positivo que el académico destaca de la última fase de 2023 es el comportamiento de dos commodities relevantes para la economía nacional: el cobre y el petróleo.
“Los precios del cobre han mantenido niveles levemente crecientes, lo que nos viene muy bien como país exportador. Por otro lado, el petróleo ha tenido una tasa levemente decreciente y eso nos ha jugado a favor porque somos importadores netos. Esta tendencia la podemos ver en el precio de las bencinas, donde llevamos unas dos bajas (de precio) después de varios meses de alzas”, comenta.
Ya entrando en el año 2024, el académico manifiesta que el pronóstico es que la inflación continúe bajando para estar cercano del 3% hacia el segundo semestre, “que es lo que se considera más o menos normal, un estado de régimen” y que el crecimiento llegue en torno al 2%.
“Entonces, esta baja puede ser buena para comenzar a pensar en la reactivación de la economía, es una señal en el sentido de que podría incrementar la oferta hipotecaria y el empleo, lo que es muy importante porque el sector inmobiliario es muy intensivo en mano de obra”, asevera el decano.
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