Campus UdeC: el cuidado de un espacio común durante la crisis sanitaria
Crédito: VRIM
En las visitas al Campus es necesario aplicar las medidas para prevenir el contagio de Covid-19: utilizar mascarilla, mantener al menos una distancia de 1,5 metros con otras personas y lavar o desinfectar constantemente las manos.
Desde los inicios de la pandemia, la ciudad se fue deshabitando progresivamente. El Campus de la Universidad de Concepción no fue una excepción; desde la primera quincena de marzo de 2020, nuestra Casa de Estudios virtualizó las actividades administrativas y de docencia, y si bien algunas labores se han retomado manteniendo los resguardos necesarios, el volumen de ocupación ha disminuido drásticamente, reduciendo los desplazamientos al interior de la Ciudad Universitaria.
Las visitas de la comunidad penquista también disminuyeron producto de las restricciones en la movilidad, más aún en cuarentena. No obstante, con la implementación de las franjas horarias para deportes y, más aún, la extensión de éstas los fines de semana, el Campus Concepción de la Universidad ha recuperado parte de su vida habitual, con familias enteras realizando distintas actividades deportivas, sábados y domingos, hasta las 10 de la mañana.
Esto reafirma el valor social de la Universidad de Concepción y cómo la comunidad habita estos espacios que, desde hace más de 102 años, siente como propios para el esparcimiento, identificando sus propias historias con experiencias vividas en él.
El Director de Vinculación Social de la UdeC, Rodrigo Herrera, destaca que la Universidad de Concepción, a través de esta idea de Campus abierto a la ciudad, ha mantenido y reforzado su naturaleza pública con la que fue fundada, permitiendo ser un punto de convergencia, tanto para la comunidad universitaria (profesores, estudiantes y trabajadores), como para el conjunto de vecinos del Gran Concepción.
“El Campus Concepción de la Universidad tiene un plus: su comunidad vinculada no está compuesta sólo por sus trabajadores y estudiantes. En tanto espacio abierto, permite que un conjunto mucho más amplio de personas lo vivan e incorporen dentro de sus experiencias vitales. Por eso es una referencia para tanta gente. Porque no hablamos sólo de los vecinos del Gran Concepción, también de los visitantes de paso por la zona. ¿Cuántos otros lugares así ofrecen las ciudades actualmente? En ese sentido, es un lujo, lo que también implica la responsabilidad de que, como es de todos, sea cuidado por ese mismo todos”, sostiene Herrera.
Una de las grandes virtudes a la que debería aspirar toda Universidad, continúa el Director, es intentar “ser algo más que un establecimiento cerrado dedicado a impartir educación de forma tradicional. En ese sentido, la UdeC y su Campus Concepción, sin rejas, se convierte en un lugar donde no solo se genera y traspasa conocimiento, sino también un espacio donde se viven experiencias”.
Disponible para la comunidad
Como primera casa de estudios latinoamericana edificada bajo el concepto de Ciudad Universitaria, la Universidad de Concepción fue declarada Monumento Histórico Nacional en 2016 por parte del Consejo de Monumentos Nacionales.
Para el Jefe de la Unidad de Patrimonio y académico del Departamento de Artes Plásticas, Javier Ramírez, un espacio universitario, por antonomasia, es un espacio de diálogo, de encuentros.
“La Universidad de Concepción, específicamente la Ciudad Universitaria, su Campus ha sido, desde la década de 1920 un espacio de vinculación con la comunidad. Es evidente que el mismo se ha transformado en un área de enorme valor para la ciudadanía, identificándose este aspecto en el uso de sus espacios, jardines, Foro, etc.”, señala Ramírez.
A su juicio, en el escenario actual de la emergencia sanitaria “el tiempo que tienen los habitantes de Concepción para poder realizar actividades permitidas por la autoridad sanitaria en la franja horaria de la mañana expresa claramente esto. Su valor urbano para dichos usos es claro, desde hace meses, reflejado en la gran cantidad de personas que ocupan el Campus. Es por eso que el llamado es a seguir ocupando la Universidad como lo han hecho los habitantes, pero participando también en su conservación, su cuidado”.
Si bien gran parte de la comunidad universitaria no está desarrollando actividades presenciales, igualmente es preciso realizar mantención, cuidado y aseo del Campus, para lo cual un número de trabajadores de distintas unidades de la Dirección de Servicios desarrollan estas actividades esenciales, aplicando los protocolos establecidos por el Comité de Crisis, y mediante un sistema de turnos.
En este sentido, se hace vital la necesidad de armonizar la relación entre los habitantes del campus y las necesidades de mantención y protección de los espacios de uso público, más aún cuando tienen un valor patrimonial.
“Desde el inicio de la pandemia, dependiendo del Paso en que ha estado la comuna de Concepción y las restricciones a la movilidad que impone la autoridad sanitaria, el Campus Concepción ha estado disponible para la comunidad. No es solo para la actividad física, sino también para ayudar a sobrellevar el estrés emocional asociado a los periodos de encierro”, sostiene Alejandro Tudela.
Para el director de Servicios y líder del Comité de Crisis de la UdeC, “lograr que el Campus siga siendo un lugar agradable de encuentro para la comunidad, implica desarrollar tareas de limpieza, con el adecuado mantenimiento de las áreas verdes y de los espacios de circulación. Puesto que este es un espacio compartido, le pedimos a los usuarios y usuarias que nos ayuden a su cuidado. La destrucción de los espacios de circulación y áreas verdes afecta no solo a quién lo hace, sino a todos quienes habitamos este espacio”.
Como señala Tudela, “aunque el Campus es un espacio abierto, con buena ventilación, no olvidemos aplicar las medidas de autocuidado cuando lo visitemos, como es el distanciamiento físico, el uso de mascarilla, y la aplicación de alcohol gel. El Campus puede ser utilizado como un espacio de paso, pero no de permanencia, lo que implica que debemos evitar desarrollar actividades como comer, descansar o socializar”.
Es preciso recordar que la banda horaria deportiva es para realizar deportes y actividad física individual, y que no están permitidas las actividades grupales, que ponen en riesgo la salud de los participantes y terceros, exponiendo a las personas a sumarios sanitarios y multas.
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