Arrayanes, peumos y sequoias son parte de los 348 árboles contabilizados en Campus Concepción

Forman parte del paisaje universitario y como tal se están haciendo los esfuerzos para su cuidado y preservación. El arbolado del campus Concepción mezcla especies introducidas con nativas y cuenta, a su manera, la historia de la conformación de este espacio tan emblemático. Según datos de un informe realizado en 2021 por la institución, que consideró a 348 ejemplares repartidos por el campus y sus calles aledañas, un 22% corresponde a árboles nativos, mientras que el 78% restante corresponde a especies introducidas.

Entre los árboles nativos se encuentran, en mayor medida, arrayanes, peumos, quillayes y maitenes. También se encuentran pataguas, coihues, boldos, espinos, araucarias, canelos, notro, lingues y mañío de hoja larga.

Por su parte, de los 270 ejemplares introducidos, la mayoría está conformada por fresnos, ginkgo, liquidambar, sequoia y falso plátano. La altura del arbolado tiene un rango que va desde los 40 cm hasta los 40 metros. Este último corresponde a una Sequoia sempervivens, ubicada en el sector de la Facultad de Ingeniería, por la calle Edmundo Larenas. En cuanto a los diámetros, estos van desde los 10 hasta los 160 centímetros. En su mayoría, los árboles más altos corresponden a sequoias, las que se ubican por la calle Edmundo Larenas y en el sector El Plato.

Los liquidambar y su color característico en otoño/ César Arroyo

El académico de la Facultad de Ciencias Forestales, Juan Pedro Elissetche Martínez, quien es doctor en Ciencias Biológicas mención en Botánica y estuvo a cargo de la elaboración del catastro, explicó que hasta el momento se han elaborado dos de estos instrumentos, “el de 2018 que se hizo sobre la zona patrimonial y el de 2021 es más amplio”. Este año, una Comisión de Arbolado Universitario, que reúne a profesionales de distintas reparticiones involucradas, como por ejemplo, la Dirección de Servicios o UdeC + Sustentable, tiene entre sus tareas actualizar el catastro. “Es importante además ver la mantención del arbolado e incorporar factores como el cambio climático que trae desafíos en cuanto a la falta de agua y evaluar mejoras”, indicó Elissetche.

Por su parte, el coordinador de UdeC + Sustentable, Alejandro Tudela Román, quien también forma parte de la Comisión, explicó que desde 2018 que se realiza el seguimiento al arbolado, y que el catastro es parte de ese trabajo. “En el caso del Campus Concepción, se hizo el levantamiento en el área patrimonial, que es básicamente la cabecera norte del campus y que conecta con la Biblioteca Central y que llamamos polígono patrimonial”. En tanto, el catastro de 2021 amplió la zona de estudio, considerando las calles aledañas al campus, el sector del plato, y la zona de los edificios de aulas detrás de la Biblioteca Central. “Tomamos un acuerdo para actualizar ambos inventarios porque puede que se hayan sustituido especies, y tenemos que ver cómo están las que todavía se mantienen”.

La idea, explicó el académico UdeC, es que los árboles sean cuidados en su integridad para que cumplan sus distintos roles, ya sea estéticos o biológicos y asegurar el cuidado de las personas a partir de la mantención que se les realiza. En cuanto a los árboles de las calles aledañas, “tenemos que hacer un trabajo conjunto con la Junta de Vecinos y con el municipio para definir adecuadamente la intervención”.

Un parque universitario

Desde el inicio de la planificación del Campus Concepción se consideró que los edificios construidos convivieran con parques y arbolado donde los y las estudiantes pudieran recorrer entre clases. Enrique Molina, primer Rector de la Universidad, empujó la idea de construir una ciudad universitaria, concepto que derivó luego en un barrio universitario para desembocar en la idea de campus, según lo explica el libro “El Campus de la Universidad de Concepción”, del académico Jaime García Molina, editado en 1995. En dicho trabajo, se relata que la experiencia del Rector Molina visitando ciudades de Estados Unidos y de Europa consolidó la idea de estos espacios verdes entre los edificios, y su preocupación fue tal que incluso propuso la compra de reproducciones de obras escultóricas, proyecto que se concretó en 1938.

Esta preocupación se traspasó durante las administraciones siguientes y es así como el plan regulador de 1958 considera entre los diez puntos esenciales de trabajo la arborización de la ciudad universitaria, tanto la plantación de nuevos especímenes como el manejo de los bosques existentes, lo que constituye una preocupación considerable por mantener y continuar embelleciendo el campus y cuidando sus áreas verdes. Una herencia que hoy se refleja en acciones tales como el trabajo de la Comisión de Arbolado o el proyecto Campus Naturaleza, recientemente lanzado, y que conservará uno de los últimos remanentes de bosque nativo costero que sobrevive en los cerros adyacentes al campus central UdeC

Conexión con la comunidad

Como parte de las actividades del Día Mundial del Medio Ambiente, los árboles del campus también fueron protagonistas. Niños y niñas de la escuela Fundo Chanco, de Bulnes y del jardín infantil Jardín del Bosque de Concepción, recorrieron el sendero de árboles patrimoniales UdeC y fueron recibidos por la Vicerrectora de Relaciones Institucionales y Vinculación por el Medio, Ximena Gauché Marchetti. El recorrido estuvo guiado por monitores de Campus Naturaleza, quienes explicaron, de manera entretenida, las distintas especies arbóreas y su importancia en la naturaleza.

Visita de escolares al arbolado del Campus/ VRIM

Yohanna Silva, educadora de párvulos de la Escuela Fundo Chanco, explicó que “asistieron 11 niños y niñas de nuestro nivel transición heterogéneo. La actividad me pareció súper entretenida, educativa, una experiencia única. Muchos de las y los niños no conocían la Universidad de Concepción, la habían visto solo por fotos cuando estuvimos viendo el tema de los patrimonios. Entonces es realmente significativo que puedan estar acá y conociendo la naturaleza que está inserta en la Universidad”.

Por su parte, Olivia Anabalón, apoderada y maestra del jardín infantil Jardín del Bosque señaló que como grupo de familias hacen caminatas y recorren las huertas aledañas. “Las personas que nos hicieron la actividad tenían harta alegría para trabajar con las y los niños. El recorrido estuvo bonito e interesante, me gustó que hayan venido desde otra escuela, porque es muy lindo estar y compartir con otros niños”.