Alta prevalencia de cáncer pulmonar en Biobío: especialista UdeC subraya importancia de prevenir el tabaquismo
Crédito: Esteban Paredes Drake/DirCom UdeC.
El oncólogo y académico UdeC, Pablo Merino Ríos, señala que hay otros cánceres que presentan una alta tasa de prevalencia en la región, como el gástrico y de vesícula, que podrían hacer que la población tenga más riesgos de salud en general.
Preocupación existe en la comunidad oncológica local por las cifras de cáncer pulmonar en la Región que, de acuerdo a los datos del Departamento de Estadísticas Salud e Información Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, provocó más de 500 decesos entre 2021 y 2022, 57% de hombres y el 43% de mujeres.
La Tasa Ajustada de Mortalidad (TAM) del año pasado en el Biobío llegó a 15.99 (esto quiere decir que hubo 16 muertes por cada 100 mil habitantes), un 15% más que en 2020, que registró una TAM de 13.88.
“Hay otros cánceres que presentan una alta tasa de prevalencia en la zona, como el gástrico y de vesícula, y eso probablemente tiene que ver con que nuestra región tiene una alta tasa de enfermedades crónicas no transmisibles comparadas con los promedios nacionales; es decir, que nuestra población tiene más riesgos de salud en general”, señaló el oncólogo y académico de la Facultad de Medicina, Pablo Merino Ríos.
En los últimos años, esta enfermedad pulmonar ha mostrado un aumento en su incidencia y la mortalidad, siendo la principal causa de muerte por cáncer en el país, con más de 6 mil 600 decesos entre 2020 y 2021.
Y de acuerdo a las proyecciones del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), se estima que en Chile cada año se diagnostican casi 4 mil casos nuevos de esta patología que se origina por la proliferación anormal de células del pulmón y cuya principal causa es el consumo de cigarrillo.
Si bien existen otros factores de riesgo, como exposición a asbesto o a una radiación previa por radioterapia, el tabaquismo “explica sobre el 90 y 95% del cáncer de pulmón”, señaló el Dr. Merino, a la vez que advierte que el daño es mayor cuando más temprano se inicia el hábito, la intensidad del consumo y su extensión en el tiempo.
Por eso, enfatizó que el cese de consumo de tabaco “siempre disminuye el riesgo de padecer cáncer de pulmón”. El efecto ya se nota los cinco años de dejarlo y se estima que con 15 años de haber abandonado el hábito tabáquico -si bien no se elimina totalmente- la probabilidad de sufrir la enfermedad disminuye de forma importante», acota el médico internista.
“De hecho, dejar de fumar per se es una decisión que aumenta las expectativas de vida por sobre los 5 años para las personas, independiente del tipo de cáncer. Hay que recordar que el cáncer de pulmón no es el único cáncer que se asocia a tabaquismo sino que también al cáncer de cabeza y cuello, cavidad oral, laringe, faringe; también de cáncer gástrico y otros de la vía digestiva y de vejiga que también tiene alta incidencia”, agregó el oncólogo.
Las estadísticas indican que 8 de cada 10 muertes por cáncer de pulmón están asociadas al tabaco, por eso se considera que a pesar de su tasa de mortalidad ésta es una de las patologías oncológicas más prevenibles. De ahí la relevancia de la prevención a todo nivel y especialmente en edades tempranas.
En ese sentido, el Dr. Merino valoró los esfuerzos que realiza el Ministerio de Salud a través del programa Elige no fumar, con campañas educativas centradas en las y los jóvenes en edad escolar. “Me parece que es la población-objetivo adecuada, son los jóvenes donde hay que hacer la prevención del tabaquismo”, asevera.
También destacó las advertencias sanitarias y campañas disuasivas, con material gráfico, que apuntan a las personas fumadoras.
Una de las preocupaciones de los especialistas en relación al cáncer pulmonar es que la aparición de síntomas ocurre cuando la enfermedad está en desarrollo; por lo que la recomendación es que las personas de mayor riesgo; es decir, fumadores crónicos, y sobre 55 años, es chequearse permanentemente, sobre todo si hay presencia de tos crónica, hemoptisis (expectoraciones con sangre) y/o baja de peso repentina.
“Lo adecuado es recurrir a un prestador de salud. En la atención primaria, los Centros de Salud Familiar pueden acoger esas solicitudes, y en condiciones ideales, acercarse a un médico internista, un broncopulmonar, para que haga el estudio correspondiente que habitualmente consiste en un chequeo médico, un análisis de los factores de riesgo, estudios de imágenes y eventualmente procedimientos invasivos como una biopsia o una fibrobroncoscopía”, comentó el especialista.
El Dr. Merino puntualiza que es necesario recalcar que, aunque las cifras regionales en relación al cáncer pulmonar son preocupantes, lo importante es que se trata de una enfermedad que puede prevenirse a través del abordaje del tabaquismo.
“Ese es el mensaje fundamental y como comunidad oncológica pensamos que se deben hacer todos los esfuerzos, sobre todo a nivel educativo y de forma particular con las personas más jóvenes, para evitar que fumen y, si fuman, para disminuir y, en el mejor de los casos, cesar el hábito tabáquico”, finalizó.
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