El puerperio, también conocido como postparto, corresponde al periodo que sigue al nacimiento del bebé, en que el cuerpo y la mente de la madre se adaptan a una nueva etapa. Ya sea natural o por cesárea, esta fase comprende las primeras seis semanas.
Es esta la fase el cuerpo materno inicia un complejo proceso de recuperación en el que los órganos y sistemas comienzan a retornar a su estado previo al embarazo, mientras que la madre se adapta a los cambios físicos, hormonales y emocionales que implica la llegada de un recién nacido.
En cuanto a los cambios fisiológicos, «una de las cosas relevantes tiene que ver con la producción de leche para poder alimentar este bebé”, explicó el docente de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Concepción, matrón José Miguel Brito Valenzuela.
El académico detalló que esos cambios hormonales favorecen el proceso de retorno al tamaño habitual del útero.
Cuidado físico y psicológico durante el Puerperio
“Durante las primeras semanas hay hartas cosas en las que uno se preocupa, de cómo hacer entre educación y vigilancia, detección de signos de alarma, que son principalmente asegurarnos de que la mujer se encuentre bien de manera completa, integral, tanto física como mentalmente”, describió el matrón sobre el trabajo que se hace tanto en los hospitales como en los controles que la madre debe tener en su centro de salud.
Este periodo “tiene mucho de emocional”, identificó la gineco-obstetra y docente de la Facultad de Medicina UdeC, Dra. María Ignacia Oyarce Maldonado. La subespecialista en Medicina Materno-Fetal destacó que en estas semanas se produce la “adaptación de la mujer a su recién nacido, es el momento donde se crea el vínculo y siempre que hay cambios, desde el punto de vista fisiológico, puede haber complicaciones”.
La docente detalló que, además de la recuperación del parto en sí, a veces hay cicatrices que cuidar. Y estas no solamente son físicas, pueden ser emocionales: “las mujeres muchas veces pasan por situaciones difíciles, depresión postparto, que no siempre es bien pesquisada y manejada, así que de todas maneras es un desafío acompañar a estas mujeres”, puntualizó.
¿Cómo apoyar a una puérpera?
Acompañamiento familiar, detección temprana de signos de depresión postparto y el rol activo de las parejas en esta etapa son pilares fundamentales. “En el fondo no ser un estresor más”, resume la gineco-obstetra.
La profesional recomendó no dar opiniones si estas no fueron solicitadas, ni forzar en la puérpera formas de hacer cosas basadas en experiencias personales.
“No falta la abuelita, la tía que opina de cómo hace las cosas, que las hace bien, que las hace mal, que dale agua, que ponle este peluche, ponle esta ropa que está muy abrigado, que está muy desabrigado, entonces hay tratar de no juzgar tanto, tratar de acompañar en el proceso, y eso es personalizado a la mujer, porque ella es la que está viviendo los cambios”, aconsejó.
Para el matrón lo más importante es que la persona que tuvo su bebé se sienta contenida. Sobre todo, observó, hay que apoyar a las mujeres que tienen a su primer bebé y están descubriendo el proceso.
“Se enfrentan a una situación nueva, de harta demanda, de pocas horas de sueño, de alimentación más menos interrumpida, en donde se tienen que hidratar harto para poder seguir produciendo una buena cantidad de leche”, describió.
Para Brito la recomendación para la familia y los círculos de amistades es “tratar de apoyar, más que preguntar en qué te puedo ayudar, es con acciones concretas: la limpieza, el ir a comprar pañales, asumir responsabilidades”.
La Dra. Oyarce reflexionó sobre las visitas para conocer al bebé, recomendando consultar con los padres cuál es el procedimiento y en qué tiempo les acomoda recibir personas externas, respetando sus decisiones. “Un recién nacido no tiene inmunidad completa, la inmunidad se alcanza después de varios años, así que los primeros meses las guagüitas no tienen protección contra infecciones, entonces hay que evitar obviamente visitar a una puérpera con su recién nacido cuando uno está enfermo”, aconsejó.
En caso de que los padres permitan una visita, recordó que siempre es necesario lavarse bien las manos, “nunca darle besos a la guagua, porque la boca es un lugar donde hay muchas bacterias y se pueden transmitir muchas infecciones a un recién nacido que es muy frágil”.
El rol de las parejas durante el puerperio
El programa Chile Crece Contigo (Ministerio de Desarrollo Social) busca acompañar, proteger y apoyar integralmente, a todos los niños, niñas y sus familias, como indica en su web. Aquí, articulado con el trabajo de los Cesfam, padres y parejas encuentran información y talleres para aprender a enfrentar la gestación, el parto, el puerperio y el crecimiento de este niño o niña.
“Hay material educativo, hay información a disposición, tanto para la madre, para el cuidado del niño, pero también para la paternidad activa. Hay que asumir roles activos, más que solo el de ayudar, sino que hacerse cargo de responsabilidades, del cuidado del niño, de los cambios de muda, de cosas de la casa también”, sentenció Brito.
“Es importante que comprendan que una mujer está en un proceso de cambios, no solo físicos, sino que también emocionales”, agregó la ginecóloga.
Además, las parejas son las primeras personas en notar si hay signos de depresión postparto en la madre. Algunas señales de alerta que podríamos identificar, detalló el matrón, son las pocas ganas de salir o hacer cosas, querer dormir mucho, no sentirse feliz, no querer hacer cosas que antes le entregaban satisfacción.
Para el Ministerio de Salud este es un problema de salud pública. Por eso existen protocolos de manejo de la depresión durante el embarazo y puerperio, pues “hasta un 19,2% de las mujeres tienen un episodio depresivo mayor durante los primeros 3 meses después del parto”, detallan en este informe.
Un punto del que no se conversa tanto, aún visto como tabú, es la vida sexual durante estas etapas de cambios físicos. “Hay que entender que la intimidad se va a vivir, no necesariamente a través del coito, sino que a través de distintas formas de demostración de cariño”, destacó el matrón, recalcando que durante las primeras semanas lo más importante es no presionar a la mujer en recuperación.
El reanudar la vida sexual y afectiva va a ser gradual, diferente para cada una de las parejas. “La respuesta sexual también tiene que darse en un ámbito relajado, sin presión en el fondo. Con una pareja que te comprende, que te apoya, que está ahí contigo, que no te presiona, es más fácil”, cerró la Dra. Oyarce.







