Académicas UdeC participan en mesa temática de la Red Asistencial y Personal Sanitario
Crédito: Diario Concepción
Alteraciones del apetito y del sueño, falta de energía y cansancio, dificultad para concentrarse, pérdida de interés e incapacidad de sentirse bien son parte del cuadro de efectos que acusan quienes laboran en el área de la salud.
Aunque los momentos más críticos de la pandemia ya pasaron, el personal sanitario continúa presentando problemas en su bienestar producto de las presiones que ha debido vivir en el trabajo durante los últimos dos años.
Así lo ha constatado la mesa temática Red Asistencial y Personal Sanitario de la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica del Ministerio de Salud, de la que forman parte las académicas UdeC, Sandra Valenzuela Suazo (Facultad de Enfermería) y Carolina Inostroza Rovegno (Facultad de Ciencias Sociales) junto a una decena de profesionales de distintas instituciones, entre los que se cuentan el ex ministro de la cartera, Álvaro Erazo Latorre, y el ex subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac Labatut.
Las investigadoras han estado participando desde marzo en esta instancia de la nueva gobernanza para la pandemia y que en sus sesiones semanales convoca a distintos actores del sector salud.
“El foco de esta mesa es la red asistencial y el personal sanitario y la idea es abordar temas relacionados a la nueva gobernanza sanitaria de la pandemia y mejoras en el recurso humano, pero hemos estado trabajando fuerte en el área de salud laboral por el impacto que tiene en el personal continuar trabajando en un contexto de pandemia”, dice la Dra. Sandra Valenzuela.
Este trabajo es de particular interés para la académica, tanto porque en sus áreas de estudio abordan la salud laboral del personal sanitario, como porque la situación de quienes trabajan en la red asistencial, que se han visto expuesto a una sobrecarga laboral, toca de cerca a las y los profesionales de enfermería.
El objetivo fundamental de este espacio es contribuir a mejorar la respuesta pandémica y, para ello, dice, es necesario aprender de lo que se ha hecho bien y evitar anteriores.
Desde esa perspectiva, destacó los encuentros sostenidos con representantes gremiales de los médicos, kinesiólogos y de distintos organismos de toma de decisiones. “Convocamos a personas para conocer que están haciendo y ver de qué manera mantener lo que se ha hecho bien. Un ejemplo es Saludablemente, programa asociado a la salud mental del recurso humano, que se inició en el gobierno anterior”, comentó.
La académica señaló que existe alta preocupación por los funcionarios, porque los documentos que ha recibido la mesa muestran que “los riegos sicosociales están altamente destacados”.
Alteraciones del apetito y del sueño, falta de energía y cansancio, dificultad para concentrarse, pérdida de interés e incapacidad de sentirse bien son parte del cuadro de efectos que acusan quienes laboran en el área de la salud.
“Hay un gran nivel de agotamiento, porque hay mucha sobrecarga en horas de trabajo y turnos, han estado mucho tiempo sin descanso o han tenido menos descanso y ya son más de dos años (de pandemia) y sigue habiendo sobrecarga de trabajo por la cantidad de pacientes que tienen que atender y por la cantidad de funciones que han tenido que desarrollar sin tener una preparación previa”, describe la Dr. Carolina Inostroza.
A eso, agrega, se suma la inseguridad y el temor permanente a contagiarse y contagiar a sus familias.
“Son elementos de estrés muy importantes que han estado generando reacciones emocionales, como síntomas de ansiedad y depresión que son las más habituales que podemos encontrar en aquellos trabajadores que están afectados”, acota.
La especialista explica que para favorecer la recuperación del bienestar de los trabajadores de la salud es necesario facilitar el acceso a la salud mental y, en ese sentido, también rescata el aporte de Saludablemente.
“Es importante que se mantenga, pero también hay que preocuparse de las causas que están generando estas necesidades y que tienen que ver, más bien, con temas de organización del trabajo en salud y que son igual de importantes que las medidas que podríamos llamar reparatorias”, indica.
Desde su experticia como doctora en Psicología e investigadora en el área de la promoción y prevención en salud mental, cuenta que su interés dentro de la mesa es aportar orientaciones sobre los elementos necesarios para potenciar o recuperar el bienestar de los funcionarios del sistema sanitario.
Ambas docentes valoran la invitación a ser parte de este espacio, como una oportunidad de representar las visiones de la academia y las regiones en la nueva gobernanza de la pandemia.
“Es una oportunidad de llevar la voz de las regiones y el liderazgo de las universidades regionales a este tipo de instancias. Es también un reconocimiento para nosotros como Facultad de Enfermería. Era sumamente importante estar, porque enfermería es el grupo humano más amplio dentro de servicios de salud y que pasa a ser ‘la primera línea’ en la atención. Necesitábamos está ahí para contar lo que ha significado para los profesionales de enfermería estar en la primera línea, mostrar cuál ha sido el impacto y las necesidades que tiene, y estar presente en la toma de decisiones”, indica la Dr. Valenzuela.
“Para nosotras ha sido notorio el aporte que puede generar academia, aportando desde la evidencia científica para ayudar a estas conversaciones que se dan dentro de los distintos actores de la salud, que a veces tienen intereses contrapuestos. Desde el mundo de la academia podemos dar orientaciones de una forma más neutral y con base en estudios que nosotras mismos hemos ido desarrollando y permite lograr unas misiones de la UdeC, la vinculación con el medio, aportando al bienestar al bienestar e nuestra sociedad”, agrega la Dra. Inostroza.
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