15 académicas y directivas de la Universidad de Concepción, la Universidad Católica de la Santísima Concepción y la Universidad del Biobío participaron en la Mesa de Género Biobío, convocada por la Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro Sur.
La instancia, realizada en la UCSC, sirvió para reflexionar sobre brechas de género en el sistema de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI). Además, se trataron los desafíos para progresar en equidad.
El encuentro estuvo encabezado por el Seremi Dr. Gustavo Núñez Acuña, y el Rector UCSC, Dr. Cristhian Mellado Cid.
Por la UdeC, asistió la Vicerrectora, Dra. Paulina Rincón González; y la Vicerrectora de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio, Dra. Ximena Gauché Marchetti.
A ellas se sumó la Jefa de Carrera de Administración Pública y Ciencia Política, Dra. Susana Riquelme Parra; la Directora del Centro de Biotecnología y académica de la Facultad de Farmacia, Dra. Rosario Castillo Felices; y la académica de la Facultad de Ciencias Sociales, Dra. Alejandra Brito Peña.

Mesa de Género Biobío: Las desigualdades persisten
En la jornada se presentaron los resultados de la Cuarta Radiografía de Género en CTCI, estudio del Ministerio de Ciencia que expone la persistencia de brechas en la participación de mujeres en investigación y desarrollo.
Las representantes UdeC resaltaron el trabajo colaborativo entre universidades y la necesidad de impulsar políticas sostenidas que permitan cerrar las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres en su trayectoria académica y científica.
La Vicerrectora Dra. Paulina Rincón valoró los avances reflejados en el informe, aunque enfatizó que aún existen brechas importantes, especialmente en las áreas STEM.
«Siempre es bueno ver que hay avances y también cuantificar las áreas en que debemos seguir cerrando brechas. En el ámbito de investigación las brechas se manifiestan desde la formación hasta las posiciones de liderazgo y producción científica», indicó.
A pesar de los buenos resultados generales en Chile en igualdad entre hombres y mujeres, la Vicerrectora lamentó que esto no se refleje en el mundo de la ciencia y la investigación.
«Nuestro país presenta buenos indicadores generales de igualdad, pero ello no logra trasladarse al sistema CTCI; si bien las mujeres superamos a los hombres en matrícula universitaria de pregrado, el numero de ellas matriculadas en niveles superiores y en disciplinas STEM sigue siendo muy inferior y también lo es a nivel de mujeres en la academia. Es decir, tenemos una brecha de entrada que, por supuesto, impacta luego a nivel de productividad científica y de cargos directivos», aseguró.
La Vicerrectora VRIM, Dra. Ximena Gauché, dijo que el encuentro permitió compartir experiencias y trayectorias diversas, lo que releva la importancia del trabajo interinstitucional.
«Pudimos interactuar y compartir con académicas y directivas de distintas instituciones que están trabajando temáticas de igualdad de género desde distintas disciplinas, compartir experiencias, trayectorias y hacer un trabajo colaborativo que identificó recursos que se han ido implementando a nivel país y levantó algunos desafíos actuales y oportunidades de mejora, miradas como desafío futuro», resumió.
Sin embargo, manifestó que, considerando los avances, aún hay dificultades que se deben superar para disminuir las brechas en la investigación. Destacó como un ejemplo la necesidad de avanzar en nuevas formas de conciliación en temas de cuidado o las diferencias locales en adjudicación de fondos de proyectos Fondecyt Regular entre hombres y mujeres:
«En 10 años el aumento de adjudicación para mujeres en la región del Biobío ha sido mínimo. Eso evidencia que hay un nudo respecto del cual las distintas estrategias que se puedan pretender estar tomando no han surtido el resultado esperado».
«Por ello», añadió, «valoro especialmente instancias como esta que además permiten compartir tanto desde el rol institucional que hoy me corresponde como desde mi trayectoria como investigadora».

Diagnóstico compartido: barreras estructurales y culturales
La Dra. Susana Riquelme resaltó los progresos, pero lamentó que las restricciones estructurales y culturales continúen afectando el desarrollo de las académicas, especialmente en etapas iniciales.
«Este diálogo interdisciplinario nos ayudó a identificar tanto las barreras estructurales —como la precariedad contractual o la falta de corresponsabilidad institucional en cuidados— como también las barreras culturales que asocio a las normas informales que condicionan el reconocimiento y la legitimidad del trabajo académico de las mujeres», explicó.
La Dra. Alejandra Brito, quien dirigió el Proyecto InES de Género UdeC, valoró el carácter participativo de la jornada en la identificación de obstáculos y propuesta de soluciones desde la experiencia de las académicas.
Mencionó que en las coincidencias abordadas por las participantes de la mesa están las altas cargas docentes y administrativas. A esto se suman las responsabilidades de cuidado, lo que impacta directamente en la productividad y el bienestar de las investigadoras.
«Instancias como esta mesa de trabajo deben tener un papel incidente en la formulación y evaluación de políticas públicas en ciencia y género, orientadas hacia una ciencia más sana, colaborativa y diversa, que reconozca la pluralidad de trayectorias y evalúe el impacto social del conocimiento, más allá del número de publicaciones o indicadores de productividad», indicó.
Respecto al trabajo realizado durante la jornada, la Vicerrectora Paulina Rincón destacó el valor de generar acciones concretas y avanzar en soluciones para un tema donde existe un largo historial de diagnósticos.
«Hace muchos años que tenemos una visión clara de lo que sucede. Podemos ir actualizando cifras, pero la situación es clara. Lo que se requiere es la puesta en acción de rutas que permitan acortar o cerrar brechas y, en ese sentido, el trabajo colaborativo, los consensos y la puesta en común de soluciones es lo que se requiere», señaló.
Además, planteó que la participación en estas mesas deben sumar a todos quienes tengan capacidad de intervenir en las políticas o estructuras institucionales son parte del proceso: «Necesitamos sentar en estas mesas a todas las personas que puedan influir, no solo a las mujeres».