Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre UdeC apoya en la recuperación de animales afectados por incendios en Valparaíso

En situaciones de emergencia como los incendios forestales en verano o inundaciones en invierno, el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción, es una esperanza para la vida silvestre afectada. Dirigido por la Dra. Paula Aravena Bustos, el centro despliega un arduo trabajo para atender a los animales heridos y afectados por la naturaleza o la acción humana.

Recientemente a inicios de febrero, la Región de Valparaíso vivió una de las emergencias más grandes por incendios que ha enfrentado el país en los últimos años. Una tragedia que arrasó con un gran número de hectáreas de bosque nativo, hábitat natural del Degú Costino o ratón cola de pincel, reptiles y arañas pollitos, entre otras especies de la zona. 

Junto a la colaboración del Colegio Médico Veterinario de Chile, y la Asociación de Médicos Veterinarios de Fauna Silvestre de Chile, un grupo de seis estudiantes, algunos de ellos egresados de Medicina Veterinaria liderados por la Dra. Aravena, viajaron hasta Quilpué, donde pudieron compartir su experiencia y atender a las especies que sufrieron por la acción del fuego, además de ayudar en la instalación de bebederos y comederos en las áreas afectadas. 

“En el lugar pudimos conocer la realidad de lo que quedó en el terreno post incendio, las especies más afectadas y poder conversar con las organizaciones sociales que quieren hacer conservación en el lugar, darles alguna guía, alguna pauta de acuerdo a lo que hacemos nosotros y nuestra experiencia, para que puedan trabajar de la mejor manera posible con los animales, con el ecosistema, con las autoridades también”, detalló la especialista.

Una experiencia que fue compartida por el alumno de cuatro año y miembro del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre, Gonzalo Pino Canales. “Es una experiencia fuerte porque uno ve la catástrofe de las familias que fueron afectadas, ya que estuvimos conviviendo con ellos en el albergue, pero fue un aprendizaje bien amplio donde se pudieron ver especies que aquí no se ven como el degu, cururo y rodedores. Fue una experiencia de aprendizaje para nosotros, como para ellos”, destaca Pino. 

Recuperación y reinserción 

Desde su creación en 2004, el recinto ha sido un refugio para cientos de animales. Actualmente atienden entre 40 y 50 pacientes de manera permanente, con un total de más de 300 pacientes al año. Especializados en proporcionar atención médica, cuidados y rehabilitación a especies silvestres, el equipo del centro se enfrenta a desafíos cada vez mayores en momentos de catástrofes naturales.

Ante este escenario la recuperación del ecosistema es crucial para la reparación de los territorios. “El Ministerio de Medio Ambiente, SAC, los municipios son claves en que esto se lleve a cabo, que haya reforestación y restauración ecológica, de manera que los ecosistemas puedan resarcirse de cómo estaban y volver un poco a la normalidad.” detalla la doctora.

Pero este último incendio no ha sido el único en el que el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre ha prestado colaboración. Su directora detalla que “en febrero del año pasado atendimos a 75 pacientes de 24 especies diferentes, por efecto de incendio forestal, un número totalmente atípico a lo normal, muy aumentado y con casos muy, muy graves. De hecho, todavía tenemos pacientes del incendio anterior, más los pacientes que se han sumado de este incendio y de inundaciones. Es decir, no estamos ajenos a que hayan eventos ambientales críticos y que nuestra fauna silvestre se vea afectada.”

Tras varios meses de trabajo luego de este tipo de eventos y cuando los animales ya se encuentran en condiciones óptimas para sobrevivir de manera independiente, la reintroducción a la naturaleza es otro de los puntos importantes del proceso que realiza el centro. “Uno trata siempre de que sea lo más cercano al territorio donde se encontró, a veces hay lugares que se han incendiado, no queda absolutamente nada de vegetación y hay que esperar un poco más, o bien, hay que liberar a los animales de lugares colindantes a donde existían antes”, explica la Dra. Aravena.