Alerta de OMS sobre endulzantes: especialistas aconsejan reducir umbral de dulzor
Crédito: César Arroyo Muñoz/DirCom UdeC.
La idea es comenzar a acostumbrarse a los sabores propios de bebidas y alimentos, pero sobre todo considerar que el control de peso requiere cambios de hábitos que van más allá del solo remplazo del azúcar.
Ampliamente usados en el té, el café y distintas preparaciones dulces, los edulcorantes no azucarados están bajo observación, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitiera un comunicado en el que desaconseja su consumo.
La razón aducida por el organismo internacional es que el uso de estos compuestos no ha resultado ser una buena estrategia para bajar de peso y que tampoco ayudaría a reducir los riesgos de padecer enfermedades no transmisibles como la diabetes tipo 2 o cáncer.
A juicio del director del Centro de Vida Saludable (CVS) de la UdeC, Miquel Martorell Pons, la alerta ha sido malentendida y ha llevado a algunas personas a pensar que “ya que se ha dicho que el endulzante no es bueno, hay que volver a endulzar con azúcar o con miel”.
El problema, de acuerdo al Dr. Martorell, es que ha habido un abuso del edulcorante, sobre todo en la industria de alimentos, con el fin de reducir las calorías del azúcar.
“Le ponen el dulzor con estos edulcorantes y lo que pasa es que a la gente le gusta mucho el sabor dulce. Si tomas mucho endulzante, lo que antes te parecía dulce mañana no te sabe tan dulce; entonces en lugar de una o dos gotitas, tomas cinco y luego usas un chorro”, dice el Dr. Martorell.
El consumo de endulzantes apuntaba a ayudar en la disminución de las calorías de los azúcares libres en la dieta que, de acuerdo a recomendaciones de la propia OMS, no debieran superar el 10% de la ingesta calórica total.
“Entonces, el endulzante se ha usado para quitar las cucharadas de azúcar del té y el café, para reducir las calorías; pero no todo tiene que ser tan dulce: el café es café y no necesita saber dulce; el té no tiene por qué ser dulce. Hay un abuso”, aseveró.
El investigador recomienda ir bajando los umbrales de dulzor de los alimentos y comenzar a acostumbrarse a sus sabores; pero sobre todo considerar que el control de peso requiere cambios de hábitos que van más allá del solo remplazo del azúcar por un endulzante.
“Y lo mismo para el manejo de enfermedades crónicas: el endulzante no va a mejorar ninguna enfermedad metabólica. Puede ayudar en cierta medida, pero hay otros muchos factores que son más importantes”, agregó.
Martorell también advierte que aún no se conoce mucho sobre los efectos a largo plazo de estos aditivos, aunque sí se sabe que la microbiota -lo que antes se llamaba flora intestinal- sufre alteraciones y eso puede tener efectos en la salud.
“La disbiosis, que es un desequilibrio en la composición de la microbiota, puede tener implicaciones negativas para la salud y se ha relacionado con diversas enfermedades. Promover un estilo de vida saludable que fomente la diversidad y el equilibrio de la microbiota es fundamental para mantener una buena salud en general”, puntualiza.
Reeducar
También integrante del equipo profesional del CVS, la nutricionista Fernanda Carrasco Marín considera que un aspecto importante es reeducar a la población “para entender que debemos bajar nuestro umbral de dulzor y para aprender a comer menos dulce”.
Y eso significa ser siempre conscientes de lo que comemos. “Pensamos en el endulzante solo en relación a la cantidad de azúcar que le poníamos al té o al café, que eran una o dos cucharaditas; después empezamos a usar endulzante, con un par de gotas. Ahora la mayoría usa 18 -20 gotas de endulzante o directamente un chorro, que son niveles de dulzor mucho más altos que las dos cucharaditas de azúcar y si vuelven a ella es probable que no encuentren dulce el café y esa es una muestra de que algo está pasando con nuestros niveles de dulzor”.
La idea no es volver al azúcar y comenzar a bajar gradualmente el uso de endulzante hasta lograr consumir el mínimo posible, agrega la especialista en Promoción de Salud Familiar. Por otro lado, advierte que es necesario considerar que ambos elementos están presentes en muchos alimentos.
“Nos preocupamos siempre del azúcar del té o el café, pero no de las ocho cucharadas que puede tener una galleta rellena. Hoy con la nueva Ley de Alimentos se han modificado muchos alimentos y en general tienen mucho endulzante; hay un exceso en todo lo que consumimos. Yo creo que el llamado la OMS es a equilibrar el consumo de endulzante y tender a un equilibrio en la alimentación en general”, señala Carrasco.
En ese sentido llama a las personas a poner atención en todos los componentes que contienen los alimentos y optar siempre por aquellos menos procesados.
“Un queque, aunque tenga endulzante, contiene otros macronutrientes -carbohidratos o grasas- que generan aumento del peso si los comemos en exceso. No es que tengamos que erradicarlos por completo, pero sí hay que reducir la frecuencia como la comida chatarra y no descansar en que tienen endulzante y que por eso no generan problemas”, indica.
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