¿Cuáles son las diferencias entre resfrío, influenza y Covid-19?
Crédito: Dirección de Comunicaciones UdeC
Las medidas de aislamiento social adoptadas por las autoridades tienen por objetivo prevenir el contagio y aplanar la curva de crecimiento en el número de enfermos para evitar el colapso de los servicios sanitarios
Llega el otoño y con él las proyecciones de un aumento en los resfríos y la influenza, dado que el cambio de estación ofrece condiciones propicias para una mayor circulación de virus asociados a enfermedades respiratorias.
“Los virus respiratorios, en general, circulan todo el año; pero en la época de invierno casi todos aumentan su circulación en forma significativa. El frío, la humedad, el hacinamiento de las personas y los cambios de temperatura favorecen este fenómeno”, explica la médico broncopulmonar y académica de Medicina UdeC, Claudia Azócar Barrera.
Este año, el ciclo viene acompañado por un nuevo componente, la Covid-19, enfermedad que, de acuerdo a la información arrojada por países que experimentaron su llegada antes, en un 20% de los casos puede producir neumonía con indicación de hospitalización, mientras que de un 5 a 16% requerirá ingresar a una unidad de cuidados intensivos (UCI).
Las medidas de aislamiento social adoptadas por las autoridades tienen por objetivo prevenir el contagio y aplanar la curva de crecimiento en el número de enfermos para evitar el colapso de los servicios sanitarios.
Por eso, también es fundamental distinguir cuándo estamos frente a un resfriado, influenza o Covid-19 y no acudir innecesariamente a un centro asistencial.
En el resfrío, generalmente se observan síntomas respiratorios altos como coriza (catarro nasal), odinofagia (dolor de garganta al tragar), tos seca, disfonía y fiebre leve. “Se recomienda solo reposo relativo, tratamiento sintomático y consultar si aparecen otros síntomas como dificultad respiratoria, fiebre alta o persistencia por más de dos semanas”, señala la doctora Azócar.
La influenza, en tanto, se caracteriza por la presencia de fiebre alta, dolores musculares, decaimiento y malestar general, tos, odinofagia y cefalea. “Si persisten los síntomas de fiebre alta por más de tres días o no se puede controlar la temperatura, a pesar del tratamiento, o aparece dificultad respiratoria, hay que consultar al médico de inmediato. Los adultos mayores y los menores de 2 años deben consultar rápidamente siempre”, advierte la académica.
La especialista indica que las personas deben contactarse con profesionales de la salud cuando hay fiebre y sospecha de coronavirus por contacto directo con un portador de la enfermedad.
“El coronavirus generalmente produce fiebre alta, tos seca, dificultad para respirar; puede ser un cuadro muy leve o agravarse, extendiendo su duración y constituyéndose en una neumonía con distrés respiratorio (acumulación de líquido en los sacos de aire de los pulmones) grave. Es importante no consultar en servicios de urgencia por cuadros banales, sobre todo cuando se trata de pacientes que no son de riesgo (es decir que no adultos mayores y enfermos crónicos)”, dice.
La académica enfatiza la importancia de que todos los grupos que tienen indicación de vacunarse contra la influenza lo hagan, “ya que existen infecciones virales inter recurrentes. Hay que evitar el uso de camas críticas o de hospitales con pacientes con influenza en medio de la pandemia de coronavirus”.
Deben vacunarse las mujeres embarazadas a partir de la 13ª semana de gestación; niñas y niños entre seis y 23 mese, personas de 65 y más años, trabajadores de plantas avícolas y criaderos de cerdos, trabajadores de la salud, portadores de enfermedades crónicas e inmunodeprimidos.
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