Carlos Lauler, el estudiante UdeC que defiende a la selección nacional de básquetbol

Es el quinto año que representa a la Universidad de Concepción. Llegó en cuarto medio. Reconoce que el ambiente es muy positivo y siempre cuenta con el apoyo de sus compañeros de carrera y está muy agradecido con la oportunidad que le dio el club de poder jugar y estudiar en la UdeC. Así se podría resumir la historia reciente de Carlos Lauler.

En lo netamente basquetbolístico, Lauler valora los buenos resultados que se coronaron al salir campeones de Libcentro, “cosa que no pasaba hace muchos años en la Universidad, el hecho de ganar un torneo a nivel adulto. Me da sentido de pertenencia el estudiar y jugar por la misma Universidad a nivel profesional, es un plus, algo que te motiva. A uno le gusta entrar a la Casa del Deporte, es un gimnasio con mucha historia, y creo que en este caso el ‘profe’ Cipriano Núñez lo ha reforzado súper bien, le ha dado la oportunidad a chicos que por ahí no tenían la oportunidad de jugar antes en otros planteles y ahora han tenido hartos minutos, así que creo que es positivo por todas partes”.

En la compatibilización de los tiempos para el estudio y el básquetbol, Lauler afirma que se le ha complicado un poco el tema con todo lo del estallido social, “pero en mi caso, tomo menos ramos de mi malla curricular. Voy avanzando un poquito más lento por todo el tiempo que me demanda todo lo concerniente al básquetbol: entrenar en la mañana y en la tarde, viajar los fines de semana o los mismos miércoles. Ese es mi método, he podido avanzar de esa forma y más adelante, cuando tenga un poco más de tiempo libre, voy a ir terminando la carrera poco a poco, así que me quedan muchos años de carrera en el básquetbol, por lo que no tengo mucho apuro en ese sentido”.

Proyección, carrera profesional y Kobe

Igual que todas sus nominaciones anteriores a la selección nacional, Carlos la tomó con sorpresa, “porque nunca me voy a dejar de sentir orgulloso o feliz de estar presente en una nómina, lo que representa jugar por Chile, a nivel adulto o al nivel que sea. Así que súper agradecido, feliz que en este caso el cuerpo técnico se haya fijado en mí y espero que ya se esté haciendo costumbre estar nominado”.

Este año quiere salir campeón con la UdeC. Reconoce que han tenido pasajes muy duros esta temporada, malos ratos por diversas cosas que han pasado externas al grupo, pero esperan consolidarse. “Llevamos cinco partidos seguidos ganados de forma consecutiva. Esperamos seguir de la misma forma. Quedan apenas cuatro partidos para entrar en playoffs”.

Sabe que la vida en el básquetbol profesional tiene una etapa de cierre y por eso ya visualiza su desarrollo posterior como profesor, siempre de la mano con su deporte. «Quiero relacionar todo lo que pueda sacar de la carrera de Educación Física y llevarlo a mi campo, que es el básquetbol. Tengo el ejemplo más claro con mi papá, que si bien él no estudió una carrera universitaria, siempre estuvo metido en el básquetbol  y en Punta Arenas pudo ayudar a mucha gente a salir del foco del barrio y de todo lo malo que puede conllevar eso. Hizo clases en la cárcel. Entonces, tengo en quién  apoyarme, a quién pedirle consejos”.

Por último, es imposible no hablar del accidente de Kobe Bryant. “Fue una tragedia tremenda, no solo para él y su hija, sino para todos los que iban en ese helicóptero. Fue una forma muy fea de partir. Se me apretó la ‘guata’ cuando leí la noticia entera. Uno siempre lo vio jugar en la televisión y ahora con las redes sociales lo sentía mucho más cerca con todo lo que hablaba y comentaba. Es una pérdida muy grande, no solo para el básquetbol, sino para la humanidad, porque creo que plasmaba mucho su forma de pensar y eso era un tremendo aporte”, finalizó.