Rosario Martínez: bloquea la Covid-19 en un hospital y remacha por la UdeC
Crédito: @chebainstagram
En el sexto año de Medicina, la capitana del equipo de vóleibol UdeC divide su tiempo entre el internado y la representación del Campanil en la Liga A1.
Rosario Martínez Figueroa ingresó el año 2016 a la Universidad de Concepción. Entró directamente a la carrera de Medicina desde su Talca natal, donde cursó estudios en el Colegio de La Salle y Colegio Inglés. Pero su contacto con la UdeC venía desde antes.
“Cuando estaba en tercero medio, ya en el Colegio Inglés de Talca, me tocó jugar contra la UdeC en un torneo. Vi que tenían buen equipo, mi mamá habló con el DT de esa época, quien le explicó el sistema de becas y ahí empecé a considerar seriamente la posibilidad de venir acá”, expresa.
Seleccionada y matriculada en su carrera postuló a la Beca Deportiva, la cual “en mis tiempos eran solo 10 cupos”, dice. Y quedó.
Rosario empezó a jugar a los siete años en su colegio, y a los 12 ya competía regularmente.
“La entrenadora era amiga de mis papás y por ahí comencé a dedicarme más al vóleibol, porque también practicaba otros deportes. Vieron que tenía condiciones, además que mi estatura me favorecía, así que opté por este deporte, el cual me encanta”, menciona.
La espigada deportista fue preseleccionada en divisiones menores a nivel nacional (14-15 años), pero la distancia entre Talca y Santiago dificultaba su presencia.
Al cumplir los 18 años pudo participar de un torneo como seleccionada oficial.
Rosario (nº11) celebra un punto / Sebastián Rubio @chebainstagram
“Mi objetivo siempre fue estudiar y jugar vóleibol, no solo dedicarme al deporte, y la UdeC era una de las instituciones donde podía hacer ambas cosas, porque se da que apoyan harto el deporte”, añade.
Empezó a jugar inmediatamente por la UdeC en primer año. También intentó estar lo que más pudo por Medicina en el Campeonato Interfacultades de la Universidad de Concepción, pero el tiempo no le daba.
En todo caso, cuando cursaba tercero de la carrera pudo participar en unos Juegos Interescuelas de Medicina (JIM).
Pero, como ya era becada, tenía que responder y darle prioridad a la selección UdeC por sobre su carrera.
Justamente en los Campeonatos Nacionales Universitarios ostenta dos terceros lugares. El primero se dio cuando cursaba segundo año de Medicina y fue muy especial para ella, porque se disputó en su ciudad de nacimiento.
Rosario Martínez es capitana desde el año 2019, cuando la dueña de la jineta hasta ese entonces, Muriel Servanti, y la subcapitana Katherine Umaña concluyeron sus estudios.
Internado
En este año, mucho más que los anteriores por el tema de la emergencia sanitaria, Rosario ha tenido que estar buscando constantemente el equilibrio ante las condiciones que se presentan y los repentinos cambios que se suceden: se concentra en su carrera, pero no deja de lado sus entrenamientos y participaciones en partidos oficiales.
“En mi primer internado no me tocó estar entrenando, pero en Pediatría —internado que desarrolla actualmente en el Hospital Regional Guillermo Grant Benavente— he retomado los entrenamientos; si bien te quita un poco de tiempo de estudio, se ha vuelto súper necesario para mí estar ahí porque es un tema que me apasiona y aparte sirve para concentrarme en otra cosa. Obviamente hay circunstancias donde no puedo estar en los entrenamientos ni en los partidos, por ejemplo, cuando estoy de turno. Por la pandemia tuvimos poca práctica clínica y no puedo faltar”, explica.
La capitana concentrada en el balón durante un saque
Consciente que está en sus últimos años de carrera, y que el séptimo año se viene aún más duro, indica que no hay que apresurarse tanto en tomar decisiones. “A mí me encanta el vóleibol, no me veo dejando los entrenamientos, pero veremos qué pasa”, comenta.
Liga A1 y nuevo DT
Después de más de un año sin jugar, “volvimos a entrenar hace poco y tuvimos un gran recambio de jugadoras. Somos una tres o cuatro más viejas y las demás son todas chicas. Sabemos que a lo que tenemos que ir a jugar pasa por afianzar el equipo y que nos vaya lo mejor posible. Siempre una quiere ganar, pero la prioridad es mejorar nuestro juego partido a partido”, manifiesta Rosario.
A esto se suma que el entrenador también es nuevo y todo se vino muy encima.
“Empezamos a entrenar cuando unos equipos en Santiago ya llevaban mucho tiempo haciéndolo (más de dos meses); en esta Liga A1 Femenina de Vóleibol están los mejores clubes de Santiago y acá somos todas universitarias y también algunas chicas menores. Es importante recordar eso y definir nuestros objetivos, que considero son el Campeonato Nacional Universitario del año próximo y la Liga A1 2022”, detalla.
Respecto a su DT —Juan Ignacio Armoa— señala que “él llegó con la mejor disposición, es súper joven y se nota que sabe mucho. Trabaja con las niñas más chicas también, logra traspasar que viene con la idea de potenciar al club, trabajar a largo plazo. Me doy cuenta que con su equipo trabajan más allá de los resultados próximos. Los entrenamientos son muy intensos a nivel técnico y táctico. Se nota su motivación, a pesar de las limitantes que puedan existir: que somos universitarias y debemos responder en nuestras carreras”.
Así transcurre la vida de Rosario Martínez Figueroa: respondiendo en el hospital y en la cancha.
- Compartir
- Compartir
Noticias relacionadas
Reportajes