Liceos técnicos se suman a proyecto de reciclaje de mascarillas liderado por UDT
Crédito: Dirección de Comunicaciones UdeC.
El convenio considera, además, la realización de charlas técnicas y visitas de delegaciones de alumnos a la planta en que se lleva a cabo el proceso de recuperación de las fibras, en la medida que las condiciones sanitarias lo permitan.
Nuevos aliados sumó la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la UdeC a su proyecto de reciclaje de mascarillas, a partir de un convenio suscrito la semana pasada con la Corporación Educacional de la Cámara de la Producción y el Comercio (CPC) Biobío.
El acuerdo les permitirá acceder a los cubre boca usados por estudiantes de los cinco liceos técnicos que opera la CPC en Concepción, Tomé y Coronel, que están funcionando con clases presenciales parciales.
El proyecto tiene su origen en la Mesa Social Covid Biobío, es impulsado y coordinado por las seremis de Ciencia y de Medioambiente, y su objetivo es reducir el impacto ambiental de uno de los elementos de protección personal más utilizados en pandemia y que se componen de diminutas fibras de polipropileno, un material de difícil degradación.
La iniciativa comenzó en forma piloto el segundo semestre de 2020, incorporando en su fase demostrativa a la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) -integrante de la Mesa Social- que puso a disposición del proyecto las mascarillas desechadas en parte de sus empresas socias.
“Hoy llevamos más de 200 mil mascarillas recicladas y, en ese contexto, Asipes nos planteó la posibilidad de suscribir un convenio con los liceos técnicos de la CPC, para reciclar las mascarillas que ellos producen, teniendo presente que ésta es una buena forma de crear conciencia en los alumnos, en el sentido de que el reciclaje solo resulta, en gran parte de los casos, si las personas involucradas participan activa y efectivamente”, comentó el director de la UDT, Alex Berg Gebert.
Además de la recolección de los protectores, el convenio considera la realización de charlas técnicas y visitas de delegaciones de alumnos al lugar en que se realiza el proceso de recuperación de fibras, en la medida que las condiciones sanitarias lo permitan.
“Nos pareció interesante que ellos puedan venir ver lo que hacemos y comprobar que las mascarillas se transforman en una materia prima y, luego, en productos finales; todo esto como un sistema ejemplificador, que es lo que también le gustó a la CPC”, aseveró el Dr. Berg.
El acuerdo, firmado en el Liceo Industrial Federico Schwager de Coronel, fue altamente valorado por el presidente del consejo de la Corporación de Estudio, Capacitación y Empleo de la CPC Biobío, Ricardo Gouët.
“Acciones como esta, que apoyan la formación en economía circular de nuestros estudiantes, fortalecen aún más la virtuosa relación de nuestros liceos con el sector productivo regional en beneficio de quienes son el centro de nuestro quehacer: los alumnos y jóvenes, que constituyen el futuro de la sociedad”, expresó.
Distintos productos
El director de la UDT explicó que es la propia unidad la que se encarga de retirar las mascarillas en los recintos colaboradores y señaló que, al llegar a la planta, son sanitizadas y convertidas en pellets que sirven de materia prima para la fabricación de distintos productos plásticos por inyección, como bandejas, posavasos, maceteros, entre otros.
Unidad de Desarrollo Tecnológico
“Los productos que podemos producir son prácticamente infinitos, pero en el caso de Asipes, hacemos lo que le interesa a cada empresa, porque este no es un negocio, es más bien una señal”, afirmó.
“Si la cafetería de una empresa pone las bandejas producidas con las mascarillas, no es tanto para mostrar un ahorro de dinero por la producción o compra de estas bandejas; es para mostrar que fuimos capaces de transformar un residuo que causa problemas de contaminación en algo útil. Ese es el efecto que buscan las empresas y nosotros también”, indicó para ahondar en el espíritu de la iniciativa.
El investigador comentó que las 200 mil mascarillas recicladas hasta ahora equivalen a poco más de una tonelada de materia prima recuperada. “En peso no es tanto, pero sí es importante en cuanto al efecto del número de mascarillas que hemos logrado evitar que contaminen”.
Las proyecciones de este trabajo son inmensas si se considera el gran volumen de mascarillas que se usan a diario en el país. “Es difícil estimar la cantidad, porque hay distintas fuentes de uso; lo que se fabrica a nivel nacional, lo que se importa. Solo uno de los oferentes en Santiago fabrica dos millones de mascarillas al mes. La cifra real no se conoce, pero hay que asumir que toda la población usa en promedio una mascarilla al día…es una cantidad gigante. En Concepción deben ser varios cientos de miles al día”.
Con el trabajo desarrollado en estos meses, la UDT ya está pensado en iniciar el reciclaje de mascarillas en Concepción, a la vez que ha establecido contactos con instituciones en Santiago, Antofagasta y Punta Arenas interesadas en implementar sistemas de recuperación de materiales desde los elementos de protección personal.
“Estamos en ese proceso de traspasar nuestros conocimiento y experiencia, conversando con empresas que se interesen en desarrollar el negocio”, dijo.
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