Comunidad de la Facultad de Enfermería recuerda a la académica Myriam Gónzalez
Crédito: Cedida
La notable académica y profesional, que en 1964 se incorpora a la UdeC a cargo del Departamento Materno-Infantil de la Escuela de Enfermería, falleció el pasado 19 de diciembre.
La tristeza que embarga a la comunidad de la Facultad de Enfermería, con la partida de una de sus distinguidas académicas, Sra Myriam Gónzalez Fuentes, acaecido este sábado 19 de diciembre, en este escenario excepcional, el que nos ha hecho cambiar nuestra forma de estar y experimentar el mundo, no nos pueden limitar a brindar unas palabras de despedida a quién fuera una distinguida enfermera, quien formó parte del equipo de docentes de la Universidad de Concepción durante más de 30 años, formando generaciones de profesionales que hoy la recuerdan con admiración y cariño por su entrega y características que marcaron a sus discípulas y discípulos.
Myriam González Fuentes, nace el 1 de marzo de 1930 en la ciudad de Santiago. Estudió en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Chile, allí se forma como Enfermera Hospitalaria y más tarde cómo Enfermera Sanitaria. En el año 1953, comienza a desarrollar su carrera en el hospital Roberto del Río.
Llega a Concepción en el año 1958 para desempeñarse en el entonces Consultorio Plaza Acevedo (primer centro de atención primaria formado en Concepción) y comienza a formar Auxiliares de Enfermería en Salud Pública.
En el año 1964 y dada su experiencia en la formación de nuevos profesionales de Salud Pública, la Universidad de Concepción la contrata para hacerse cargo del Departamento Materno-Infantil de la Escuela de Enfermería, es así como comienza a ejercer funciones de administración y gestión durante largos años, además de permanecer dedicada a la docencia tanto clínica como de cátedra, siempre relacionada a su pasión: «El cuidado del niño y la salud de la madre».
Realiza un post grado de Salud Pública, donde desplegó una de sus habilidades, la de establecer vínculos, que más tarde le servirían para trabajar en red y gestionar materiales para el apoyo de la docencia y gestionar sustentos para la comunidad.
En 1971, fue escogida para realizar un diagnóstico de salud en Isla de Pascua, allí estuvo un mes ejecutando controles de salud escolar, educaciones y valoración de la situación epidemiológica.
Su carrera continuó en ascenso, desatancándose por ser escogida por la Organización Panamericana de la Salud en el año 1976 para realizar una pasantía por Latinoamérica, lo que le permitió intercambiar experiencias y conocimientos de Salud Pública y realizar estudios para la Organización Mundial de la Salud.
Durante la década de los ochenta comenzó con sus primeros acercamientos, a una temática que la convierte en pionera en el ámbito de la formación en sexualidad humana, estableciendo la asignatura como electivo para toda la universidad, fue tan grande la convocatoria lograda, que hubo que limitar los cupos y organizar varias secciones.
Para quienes tuvimos el privilegio de ser sus estudiantes siempre recordaremos su entusiasmo e iniciativa en buscar estrategias educativas, no sólo para los estudiantes, sino que también para la comunidad, destacando su alegría, trato humano y enseñanzas amorosas.
Como colegas en la docencia destaco su generosidad y paciencia para transmitir sus experiencias, convirtiéndose en mentora de muchas y muchos.
Sin duda Sra. Myriam es una persona memorable, noble, sencilla, cuya partida deja un gran dolor y vacío en el corazón de todos, una mujer en toda la extensión de la palabra, trabajadora y justa.
Extrañaremos su presencia, en nuestros actos de aniversario, porque a pesar de los años siempre nos honraba con su asistencia. Estoy cierta que en el más allá, integrará el grupo de honorables enfermeras que dejaron su huella en muchas generaciones de profesionales, y en los que formamos la Facultad de enfermería de la UdeC.
A su familia y seres queridos, en particular a nuestra Colega Valeria, a su hijo Rodrigo, que esperamos venza esta pandemia, nuestras más sentidas condolencias y deseamos que los recuerdos de su vida les dé el consuelo por su partida.
Columnista(s)
Dra. Viviane Jofré Aravena
Decana Facultad de Enfermería
Universidad de Concepción
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