El Magíster en Política y Gobierno (MPG) de la Universidad de Concepción, desarrolló en UdeC Santiago el workshop “Abordar los desafíos de acceso para asegurar la equidad en educación”. En la instancia, se dio un especial foco a la movilidad estudiantil internacional.
La actividad de reflexión académica, fue parte del proyecto “Accès à l’internationalisation pour tous: échanges de bonnes pratiques Québec-Chili”. En él se centró el análisis de las brechas que persisten en la educación superior chilena y sus efectos sociales, formativos y democráticos. Dicha investigación, en la que participó nuestra Casa de Estudios, fue financiada por el Ministère des Relations internationales et de la Francophonie del gobierno de Québec, Canadá.
El workshop abordó la masificación y la exclusión silenciosa en la educación superior. Además, profundizó en los límites de la internacionalización universitaria.

Las brechas en la movilidad estudiantil
El encuentro reunió a investigadoras e investigadores de Canadá y de distintas universidades chilenas. La cita, fue liderada por la co-directora del proyecto y directora del Magíster en Política y Gobierno de la UdeC, Dra. María Inés Picazo Verdejo.
La académica UdeC, presentó los resultados del estudio desarrollado junto a la Université du Québec à Trois-Rivières. Este evidenció una brecha relevante en el acceso a la movilidad internacional. En 18 meses -durante los años 2022 y 202- la Universidad de Concepción ofreció un importante paquete de 69 becas. Esto generó una inversión cercana a los 200 millones de pesos, dirigidas a más de 10 mil estudiantes potenciales. No obstante, sólo se recibieron 380 postulaciones.
Al respecto, la académica María Inés Picazo señaló que “hay una brecha muy importante entre la cantidad de posibles beneficiarios y la cantidad mucho menor de estudiantes que finalmente deciden postular”. Advirtió que este fenómeno desafía las políticas públicas de internacionalización y los mecanismos de acceso a las oportunidades de formación en el exterior.
Señaló además que este fenómeno “llama la atención porque se trata de jóvenes que, en principio, uno pensaría que quieren tener una experiencia internacional, pero no lo hacen”.
Picazo subrayó que el problema no se explica sólo por factores económicos. “Muchas veces no es falta de recursos, sino que los propios estudiantes sienten que estas oportunidades no son para ellos, es decir, pareciera que hay razones sociales y culturales que explicarían ello”, indicó. Esto conecta con la discusión de políticas públicas y con el concepto de no uso de beneficios sociales.
Desde la UdeC expuso también la investigadora del proyecto y Coordinadora de Internacionalización de la Dirección de Relaciones Internacionales (DRI) de la Universidad de Concepción, Christelle Pierre. En su presentación, entregó detalles del análisis de la movilidad saliente en nuestra Casa de Estudios.

Brechas más allá de lo educativo
Otro de los ejes de la conversación, fue la creciente complejidad del sistema educativo. Dicho análisis, lo realizó el académico de la Universidad Diego Portales, José Joaquín Brunner Ried. «Hemos llegado a sistemas extraordinariamente complejos, masivos y heterogéneos, con recursos que nunca son suficientes. Eso hace que estemos generando un conjunto de nuevas brechas que tenemos que estudiar”, señaló Brunner.
A su juicio, estas brechas no son sólo educativas, sino también sociales y políticas, ya que “si no nos hacemos cargo, se va creando una distancia entre universidades que forman élites cerradas y un conjunto amplio de la sociedad que se siente excluido”.
El desafío de enseñar a «hacer las cosas bien»
La académica Norma Muñoz del Campo, de la Universidad de Santiago de Chile, abordó las brechas entre formación universitaria y demanda del sector público. A su juicio, el desafío es distinguir entre preparar para “hacer las cosas bien” y formar para “hacer lo correcto”. “No basta con asumir que estamos formando bien; tenemos que preguntarnos qué contenidos enseñamos y cómo desarrollamos pensamiento crítico, valores y compromiso social”, afirmó.
Muñoz advirtió que existe una distancia entre lo que enseñan las universidades y lo que el mundo laboral requiere. “El mercado público necesita capacidades humanas, deontológicas y relacionales, pero el sistema sigue evaluando principalmente la producción académica y no la docencia ni la formación integral”, sostuvo. Enfatizó también en la necesidad de innovaciones pedagógicas que sitúen al estudiantado como protagonista del aprendizaje.
La actividad también contó con la exposición de la académica canadiense Emilia Serafín, investigadora de la Université du Québec à Trois-Rivières (UQTR). Su ponencia se centró en el análisis comparado de la movilidad estudiantil internacional y el fenómeno del non accès, asociado al no uso de beneficios disponibles.
El workshop permitió articular miradas desde la política pública, la sociología y la gestión universitaria, reforzando la idea de que la equidad en educación superior no se reduce a asegurar condiciones formales de acceso. Como planteó Brunner, “somos una sola sociedad que necesita volver a integrarse, porque hoy está fragmentada”.







