Seis soluciones habitacionales sustentables fabricadas fuera de sitio fueron presentadas este jueves en la Universidad de Concepción. Las propuestas emanan del Proyecto Bienes Públicos DMM, cofinanciado por la UdeC, Corfo y el Comité Productivo Regional Biobío, para enfrentar el déficit habitacional del país a través de viviendas sociales carbono neutrales.
El objetivo del proyecto es sistematizar la información necesaria para la manufactura y el montaje de viviendas sociales, considerando que tres de estos prototipos serán ingresados a Serviu para su evaluación como vivienda tipo (RS 32), mientras que las otras tres fueron diseñadas con la meta de alcanzar la carbono neutralidad al 2050.
Una de estas últimas se construyó como prototipo, lo que permitió estandarizar el proceso desde la fabricación hasta el ensayo de hermeticidad e incorporar estudios que aportan datos clave para avanzar en esta línea. En su conjunto, el proyecto permitió elaborar documentación técnica, identificar brechas en el mercado y desarrollar herramientas aplicables en la industria.
Los resultados del proyecto fueron presentados este jueves en el Seminario de Clausura del proyecto, en el que se exhibieron aprendizajes, avances y resultados obtenidos durante dos años de trabajo colaborativo junto a instituciones públicas, academia, empresas y especialistas del sector.
La Vicerrectora de Investigación y Desarrollo, Dra. Andrea Rodríguez Tastets, destacó que “este proyecto es un ejemplo concreto en cómo la academia se acerca a responder a desafíos básicos de la sociedad, como es la vivienda, pero también lo hace en forma integrada con equipos que son realmente los mandantes de esta necesidad, como son el Ministerio y Corfo”.

Método novedoso
El Proyecto DMM —ejecutado por el programa Polomadera de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía (Faug) de la UdeC y mandatado por la Seremi MINVU Biobío— propone una transformación basada en procesos y no en grandes inversiones tecnológicas. Su enfoque metodológico apunta a que las pymes constructoras regionales puedan adoptar sistemas panelizados sin necesidad de plantas industrializadas de alto costo.
“Para nosotros, el valor no está en la tecnología, sino en el método. El objetivo es promover procesos estandarizados y permitir la réplica a pequeña y mediana escala, sin exigir una infraestructura costosa ni inasequible para las empresas locales”, indicó la académica UdeC y Directora del proyecto, Valentina Torres Poblete.
Esa premisa se materializó en uno de los hitos centrales del proyecto: el Prototipo de Vivienda Social del Futuro, construido a escala 1:1 en el campus Concepción. Fabricado y montado junto a la empresa coejecutora IDV, el prototipo permitió medir el desempeño real en hermeticidad, control de condensación, resolución de puentes térmicos y reducción de residuos, validando la eficiencia del sistema y generando evidencia técnica para futuras implementaciones en programas habitacionales.

Desafíos del país con identidad local
La Decana de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción, Dra. Mabel Alarcón Rodríguez, relató que el proyecto no sólo se hace cargo de ofrecer soluciones a los problemas del país, sino que también incorporando una mirada local a la solución.
“Lo que vimos hoy día en este seminario son seis prototipos para viviendas sociales; es decir, que son financiables a través de subsidio del Ministerio de Vivienda. Estas viviendas pueden ser construidas con el ecosistema de las pymes de la región; es decir, pequeñas empresas manufactureras, pero también aserraderos locales, empresas que construyen piezas de construcción, etcétera, que también pueden montar para ser entregada también a la propia región del Bíobío. Y ojalá que en algún futuro esto pueda también ser puesto en el mercado en otras regiones del país y en otros países”, dijo.
La Directora Ejecutiva del comité Corfo Biobío, Roberta Lama Bedwell, resaltó el esfuerzo colaborativo entre la academia, el Estado y el mundo privado para esta propuesta de viviendas sociales, destacando particularmente que fue “un trabajo relevante, no solo del equipo, porque no solo era arquitectura, había ingenieros, había distintos actores que son relevantes. La Universidad se abrió a trabajar con la municipalidad, a trabajar con equipos multidisciplinarios. participamos nosotros como Corfo y todas las variables que se necesitan para abordar proyectos con esta magnitud de dificultad que se tienen que llevar adelante”.







