WOA III: Investigador UdeC destaca trabajo de expertos en nueva evaluación de los océanos de la ONU

Crédito: Archivo DirCom UdeC
El académico Dr. Renato Quiñones Bergeret ha sido parte de estos procesos desde mayo de 2022, cuando fue invitado a integrar el Grupo de Expertos (GoE).
Los primeros avances en torno a la tercera evaluación mundial de los océanos –Third World Ocean Assesment, WOA III– de las Naciones Unidas confirman los desafíos de sustentabilidad oceánica y la delicada situación que enfrentan algunos ecosistemas marinos a nivel global desde diversas perspectivas.
Entre las amenazas más evidentes y conocidas se cuentan los amplios impactos del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad.
El académico del Departamento Oceanografía UdeC, Dr. Renato Quiñones Bergeret, adelanta que a eso se suman otros problemas. “También están la desoxigenación, la sobrexplotación pesquera y la pesca ilegal, la contaminación en general y especialmente por plásticos; la disminución del hielo marino del Ártico y en ciertas zonas del Océano Austral, la invasión de especies no-nativas, por nombrar solo algunas”, asegura.
El también Director del Centro Interdisciplinario para la investigación en Acuicultura (INCAR) acaba de llegar de Suecia, donde estuvo coordinando, junto a su par español Dr. Rafael González-Quirós, el trabajo de los 23 expertos internacionales (GoE) en la redacción del segundo borrador del WOA III.
El primer borrador se entregó en mayo a todos los países miembros de la ONU y organismos vinculados -como la FAO, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental-Unesco y la Organización Marítima Internacional, entre otros- cuyos comentarios y sugerencias fueron recibidas por el GoE para ser incorporadas en la nueva propuesta.
“En esta reunión de dos semanas en la World Maritime University en Malmo (Suecia) se terminó de redactar el segundo borrador, que será enviado nuevamente a los países y organizaciones para una revisión final durante este mes”, adelantó el Dr. Quiñones, quien ha sido parte de estos procesos desde mayo de 2022 cuando fue invitado a integrar el GoE, instancia de la que es coordinador desde enero de este año.

El GoE recogerá los nuevos comentarios para redactar el informe final que será presentado a la Asamblea General de Naciones Unidas para su consideración y aprobación a fin de año.
Así, se pondrá fin a los cinco años de desarrollo de la evaluación que descansa sobre el esfuerzo colectivo de aproximadamente 400 científicos de distintos países que contribuyeron a la redacción de los distintos capítulos del informe sobre el que trabaja el GoE.
El escrito consta de más de mil páginas, con 60 capítulos, que aportan información crucial sobre las características físicas, químicas, ecológicas y biológicas de los océanos, así como sobre los aspectos económicos y sociales más relevantes vinculados al medio marino en distintas regiones del mundo.
La salud del ambiente marino
Los informes WOA son uno de los resultados de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible realizada en Johannesburgo (Sudáfrica) en 2002, donde los estados acordaron establecer un procedimiento, dentro de Naciones Unidas, para realizar diagnósticos globales periódicos sobre el estado del ambiente marino.
“El WOA es el único mecanismo mundial responsable ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que contribuye a mejorar la base científica oceánica para la formulación de políticas locales, regionales y globales orientadas a la conservación y la gestión de los océanos”, recuerda el Dr. Quiñones.
El primer y segundo informe -publicados en 2015 y 2020, respectivamente- son antecedentes e insumos para el tercer proceso. Por ello, a partir de la experiencia y conocimiento de éstos, se decidió que el WOA III tuviera una perspectiva más multidimensional e interdisciplinaria del océano.

De este modo, en la nueva evaluación “se utilizan como paradigmas centrales la perspectiva del océano como un sistema socio-ecológico y vinculando de forma más decidida la salud de sus ecosistemas a la salud y bienestar de la humanidad, a partir del enfoque de ‘una salud’ (One Health), que emergió con mucha fuerza ante los impactos globales de la pandemia por Covid”, detalló el investigador.
Dentro de las novedades del WOA III destacadas por el académico está la incorporación, por primera vez, de los sistemas de fiordos como ecosistema de estudio, un tema relevante para nuestro país, y una profundización en el análisis de los sistemas pelágicos y de algunos grupos de la biodiversidad como los cefalópodos, donde se cuentan pulpos, calamares y sepias, entre otros.
“El WOA III también enfrentó el análisis global desde la perspectiva de la interacción entre la humanidad y el océano, como es el caso de la equidad de acceso a los recursos, temas de género y la incorporación en el análisis global del conocimiento indígena y del conocimiento tradicional de las comunidades costeras, entre otros”, agregó.
El especialista recalcó que los conocimientos indígenas, tradicionales y locales se reconocen cada vez más como una fuente de información complementaria a la información científica clásica sobre los océanos. “El WOA III ha analizado en profundidad las brechas y oportunidades de la interacción entre estos conocimientos”, puntualizó.

Objetivos de Desarrollo Sustentable
Propuestos en 2015 para acabar con la pobreza extrema, reducir la desigualdad y la injusticia y enfrentar los problemas del cambio climático, los objetivos de desarrollo sustentable (ODS) plantean exigencias en distintos ámbitos con metas claras hacia el término de la década.
Según el análisis realizado a la fecha durante el WOA III, los ODS relacionados con el océano registran progresos, pero no se han alcanzado los objetivos fijados para este año y es poco probable que se logren los fijados para 2030.
“Algunas de las principales razones que ha identificado el WOA III son el aumento de las presiones económicas, la falta de gobernanza y de voluntad para utilizar soluciones basadas en la naturaleza, y el cambiante panorama geopolítico”, explica Quiñones.
En los puntos positivos dentro del nuevo informe, el académico destaca el incremento a nivel mundial de zonas marinas protegidas, la recuperación de algunos stocks pesqueros, el desarrollo de tecnologías que contribuyen a la sustentabilidad del océano y avances en el proceso de ratificación del Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales (BBNJ, por sus siglas en inglés).

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