Uso creativo de la basura: académica FAUG realizó intervención urbana con mujer vestida con desechos domiciliarios
Crédito: Cedida
Marianela Caamaño destaca que con este proyecto, que cruza arte y ciencia, fue posible visibilizar una problemática ambiental a partir de un lenguaje artístico.
Cerrando su formación en diseño escénico en el marco de un proyecto Fondart ejecutado el año pasado, la académica de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía (FAUG), Marianela Camaño Saavedra, preparó un acto artístico performativo que tuvo como escenario la Diagonal Pedro Aguirre Cerda, en el Día Mundial del Agua.
La intervención urbana titulada Lo que al agua se llevó llamó la atención de los y las transeúntes, que acompañaron el desplazamiento entre la Diagonal y la Plaza Perú de una mujer gigante-interpretada por una alumna sobre un carro de metal- portando un vestuario escénico elaborado con desechos.
La arquitecta cuenta que a través de este proyecto autoral se llevó a la calle una reflexión sobre la relación entre el agua y la basura a través de una experiencia visual y sonora.
“Construí un vestuario de más de tres metros de altura, a partir de desechos domiciliarios, como tetra pack, bolsas plásticas, latas, recolectadas durante meses con colegas, amigos estudiantes, vecinos. La propuesta de finalización (de la formación en diseño escénico) era mostrar cómo podemos reutilizar todos estos envases que se van al tarro de la basura, pero que tienen alta tecnología en su elaboración y que en la mayoría de los casos son de un solo uso”, señaló.
Para el desarrollo de su proyecto, Marianela Camaño buscó investigaciones sobre el uso creativo de la basura; estudiando, además, formas de unir y conectar los materiales que componen esos desechos. “Hicimos como un laboratorio creativo de la basura”, dijo.
El trabajo demoró cerca de un mes, periodo en el que ensayó distintas técnicas para ensamblar los distintos tipos de basura.
“Con las bolsas, por ejemplo, partimos por seleccionarlas por color, elegir una paleta de colores y para unirlas llegué a la técnica de la termo fusión; después armar capas, ver la estructura. La estructura entera, una especie de falso, está hecha a partir de tetra pack, al igual que la cola del vestido. Para eso investigamos el sistema de plegado y de conexión entre las piezas y armamos esa gran cola”, relata.
Caamaño ha estado investigando desde hace varios años sobre la basura como insumo creativo y éste ha sido un proyecto más dentro de esa línea que también llevó a sus clases durante la pandemia.
“Trabajamos mucho con residuos domiciliarios con los estudiantes, porque en un momento no había posibilidades de ir a librería para conseguir los típicos cartones y pegamentos que utilizamos normalmente. Había que usar lo que estaba disponible en casa, entonces en 2020 y 2021 hicimos varios ejercicios a partir de eso, incluso los hice construir un refugio en la casa en pandemia”, recuerda.
La académica se muestra satisfecha por los resultados de su intervención porque tuvo un efecto en la gente, que se sumó al recorrido “formando una especie de pasacalle”. Por otro lado destaca que con este proyecto, que cruza arte y ciencia, fue posible visibilizar una problemática ambiental a partir de un lenguaje artístico.
Aquí acusa la necesidad de analizar de manera profunda lo que pasa con la gestión de la basura, “que está muy mal llevada en general en todos los municipios. Entonces puede haber provocaciones desde el arte para abrir discusiones concretas no solo conceptuales”.
“Lo paradigmático de esta intervención es que usa la basura como insumo creativo, algo que asociamos históricamente con lo feo, lo que queremos ocultar, construyendo una experiencia visual que da una vuelta a este prejuicio, proponiendo del mismo modo, una alternativa original de reutilización”, puntualizó la docente.
Todo el material para la intervención fue procesado en los talleres de la FAUG y la puesta en escena contó con la colaboración de estudiantes de la unidad académica.
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