Universidad de Concepción aporta al intercambio de ideas junto al Centro Nansen para la Paz y el Diálogo
Crédito: Nansen
Durante dos días los y las participantes exploraron herramientas para crear espacios de conversación más efectivos, destacando la importancia de la diversidad de voces y el enfoque humano en el proceso de diálogo.
En un esfuerzo conjunto por promover el diálogo y la comprensión entre diversos sectores de la sociedad, el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo en colaboración con universidades e instituciones del país, realizaron durante dos días una serie de talleres que buscan fortalecer la comunicación y el entendimiento mutuo en Chile.
Este ciclo de talleres gratuitos, se desarrollaron en cinco lugares al mismo tiempo, gracias a la colaboración con la Universidad de la Frontera (sede Angol), la Pontificia Universidad Católica (sede Villarrica), la Universidad de Concepción, y en Santiago en la Universidad Alberto Hurtado, además del Ministerio de Educación (Mineduc). Este último ciclo convocó a más de 100 personas de distintos sectores del país.
El Director en Chile del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, Alfredo Zamudio, destacó que “cuando las personas llegan a estos talleres, creen que vienen a una cátedra, pero se encuentran con un espacio donde además de algunos conceptos teóricos, se practica el diálogo, en un entorno seguro, tranquilo, sosegado. Cambia la forma de cómo la gente mira al diálogo y eso le puede hacer mucho bien a nuestro país.”
Zamudio agregó que “en los talleres presenciales se comparten herramientas que pueden ser útiles para crear espacios más dialogantes, ordenar las conversaciones y ver oportunidades de encuentro. En dos días los y las participantes se escuchan, reconocen la diversidad de sus historias y trabajan el diálogo desde el aprender haciendo”
La Vicerrectora de la Universidad de Concepción, Dra. Paulina Rincón González, explica que “esta iniciativa nació del trabajo colaborativo que se ha venido realizando desde 2019 entre Universidades del CRUCH y la Fundación Nansen, lo que ha permitido realizar varias versiones de estos talleres”.
Durante este ciclo, la Casa de Estudios fue sede de esta actividad, mientras que la Fundación Nansen se encargó de la selección de los asistentes y de facilitar los talleres mediante personal capacitado en la metodología desarrollada específicamente para estos encuentros.
Diversidad de voces en acción
Uno de los aspectos más valorados por los participantes es la diversidad de experiencias y perspectivas presentes en los encuentros.
Para la Dra. Rincón González, la participación en estos talleres fue una experiencia valiosa. “Fue una muy buena experiencia que, en lo personal, me permitió conocer de manera práctica la metodología que usa Nansen para abordar el diálogo. Por otra parte, fue un espacio de encuentro con personas muy diversas, lo que siempre es muy enriquecedor”, destacó.
Dentro de estos participantes la Coordinadora de Selección en Ashoka Fellowship, Isabel Galvis, destacó cómo la diversidad enriqueció el espacio de aprendizaje: “Lo que más me gustó, además de aprender la herramienta, sus principios y su aplicación, fue conocer a este grupo de personas con vivencias tan diversas. El taller se convirtió en un espacio seguro donde nos conectamos desde la esencia humana, sin títulos ni roles”.
Por su parte, Florencia Alves, abogada que trabaja con organizaciones indígenas en Concepción, compartió su experiencia y destacó que “es súper interesante ver a las diversas personas que vienen, con sus distintas personalidades y diferentes roles en el mundo, ver que aun así es tan fácil encontrarse, reírse, pasarlo bien, disfrutar y buscar caminos de diálogo, encontrarnos de verdad como personas”.
Enfoque humano
Los participantes de los talleres destacaron además la relevancia del enfoque humano y la creación de un espacio seguro para el intercambio de ideas.
El ingeniero de la Empresa Nacional del Petróleo y participante, Gonzalo Palma, reflexionó sobre la importancia del enfoque humano en el diálogo. “He hecho varios cursos de comunicaciones, pero creo que siempre ha hecho falta darle vuelta al núcleo más central que tiene este tema que es el lado humano, y creo que el método Nansen se ha enfocado principalmente en eso. Aprendimos que el diálogo es un proceso largo y complejo, no es automático, requiere mucha presencia, constancia y humildad”.
Así mismo la Juez de Policía Local de Providencia, Isabel Ogalde, valoró el espacio seguro que se generó durante la instancia. “Destacó la facilitación, muy acogedora, muy de espacio seguro, porque te invita y refuerza el concepto del diálogo, entonces desde ahí todo va fluyendo y va encaminado a eso”.
Mientras que el Coordinador de Convivencia Universitaria en la Universidad Alberto Hurtado, Francisco Farías, valoró la flexibilidad de lo aprendido asegurando que «el manual y la metodología Nansen no entrega recetas, sino una caja de herramientas, insumos que podemos implementar frente a las necesidades de nuestras propias realidades. Esa es su mayor capacidad».
Con el apoyo del gobierno de Noruega, y en colaboración con universidades e instituciones del país, el Centro Nansen seguirá realizando talleres de diálogo y promoviendo el uso de esta herramienta, hasta finales del año 2025. “Creemos que nuestro mayor aporte en Chile es contribuir con nuestro granito de arena para reforzar la resiliencia democrática», concluye Alfredo Zamudio.
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