La Universidad de Concepción alcanzó los 100 programas de postgrado acreditados, hito que evidencia el fortalecimiento del sistema de aseguramiento de la calidad y la articulación institucional.
La notificación que permitió llegar a esta marca provino de la acreditación del programa de Especialidad Médica en Psiquiatría Pediátrica y de la Adolescencia, de la Facultad de Medicina.
A la fecha, la oferta acreditada UdeC se descompone en 35 doctorados, 38 magísteres, 22 especialidades médicas y cinco especialidades odontológicas.
La Vicerrectora de la Universidad de Concepción, Dra. Paulina Rincón González, manifestó que este este hito «es motivo de alegría y orgullo». Señaló al respecto su relevancia estratégica y coherencia con la cultura de autorregulación de la Casa de Estudios.
«Habla de la capacidad de autorregulación de nuestra institución que se refleja en la acreditación institucional integral de excelencia, en las acreditaciones de pregrado y en las de postgrado», expresó.
La autoridad destacó que los procesos de autoevaluación previos a la acreditación «nos permiten mirarnos, establecer oportunidades de mejora y definir planes de acción para cerrar brechas».
Adelantó que los próximos desafíos consideran la implementación del Modelo de Aseguramiento de la Calidad de la Formación en todos los programas y avanzar hacia la acreditación del 100% de las especialidades médicas y odontológicas.
El Director de Desarrollo Estratégico, Dr. Jorge Dresdner Cid, indicó que el incremento en la calidad de programas acreditados «es el resultado de un trabajo permanente y articulado de diversos equipos académicos y profesionales de la Institución».
Dicha articulación incluye a los directores y comités de programas, el cuerpo académico, las autoridades y los equipos profesionales de diversas unidades. Entre estas, destacan la Dirección de Postgrado, la Dirección de Finanzas, la Dirección de Desarrollo Estratégico y Asesoría Jurídica.
El Dr. Dresdner agregó que el contar con un centenar de programas acreditados en la UdeC demuestra «cómo funciona el Sistema de Aseguramiento de la Calidad en esta dimensión de su quehacer».
Programas de postgrado acreditados: Reflejo de una estrategia sostenida
El Director de Postgrado, Dr. Bernardo Riffo Ocares, recordó que la Universidad nació con la motivación de formar profesionales e investigadores para responder a las necesidades de desarrollo regional.
«El haber alcanzado los 100 programas acreditados no es más que el reflejo de aquello que la institución ha desarrollado desde sus orígenes», subrayó.
A su juicio, el hito da cuenta de que «estos programas formadores y la institución tienen la capacidad para lograr la formación de excelencia».
La acreditación, dijo, «es un reconocimiento sobre la base de un análisis exhaustivo y riguroso de las condiciones sobre las cuales estos programas operan».
El Director de Postgrado afirmó que la estrategia institucional para asegurar estándares nacionales e internacionales se sustenta en pilares como «contar con un cuerpo académico de excelencia, formado por académicas y académicos con trayectoria significativa, […] capaces de generar conocimiento nuevo y comunicarlo», junto con procedimientos y herramientas que permiten crear y actualizar programas.
«Los diseños curriculares, el análisis del cuerpo académico, las condiciones económicas en los que los programas pueden operar y su contexto jurídico son fundamentales para que muestren la coherencia requerida para existir y ser evaluados adecuadamente por la Comisión Nacional de Acreditación», puntualizó.
Validación a la calidad
La Jefa de la Unidad de Aseguramiento de la Calidad Institucional de la Dirección de Desarrollo Estratégico, Dra. Viviana Ulloa Jofré, hizo hincapié en la importancia de la acreditación como reconocimiento externo a la calidad.
«La acreditación representa un reconocimiento externo de la calidad de nuestros programas», dijo. «Alcanzar este número representa un hito que refleja el compromiso de la comunidad UdeC con la calidad y nuestro avance sostenido en esta área».
Si bien existen criterios transversales entre doctorados, magísteres y especialidades, la Dra. Viviana Ulloa explicó que cada nivel y programa presentan complejidades particulares.
Esto, añadió, demanda «la aplicación del Modelo de Aseguramiento de la Calidad de la Formación que ha estado impulsando la institución, que busca unificar el proceso de autoevaluación».
La profesional también recordó que es necesario capacitar a las personas encargadas de los programas «para que puedan realizar análisis y proponer acciones de mejora».
Entre los aprendizajes, Viviana Ulloa mencionó la necesidad de mantener registros actualizados y el contacto sistemático con titulados y graduados. A lo anterior se suma el seguimiento de planes de desarrollo para robustecer los procesos y aumentar los años de acreditación.







