UdeC reabre hogares estudiantiles con estrictos protocolos sanitarios
Crédito: Dirección de Comunicaciones UdeC.
En estos momentos están en funcionamiento el hogar de mujeres Los Tilos y las residencias masculinas de Los Aguilera y Rengo y se han aprobado solicitudes de unos cincuenta alumnas y alumnos.
Después de 16 de meses de cierre forzado por la pandemia, los hogares estudiantiles de la UdeC reabrieron las puertas a sus residentes, dando prioridad a alumnos y alumnas becados, de acuerdo a lo establecido en el decreto 2021-113 que fija las condiciones para el desarrollo de las actividades académicas de este semestre.
Así, a partir del domingo 22 de agosto tres de los cuatro hogares que administra la Dirección de Servicios Estudiantiles (DISE)- Los Tilos, de mujeres; Los Aguilera y Rengo, de hombres- comenzaron a funcionar para recibir a las y los jóvenes que deben cumplir tareas críticas en sus programas de estudio.
La apertura de las residencias se hizo luego de un minucioso trabajo de adecuación a las condiciones sanitarias actuales, realizado con asesoría del Comité de Crisis.
“Tuvimos que ir a los hogares, evaluar el aforo de cada una de las dependencia, de las áreas comunes; hacer cambios de ventilación si fuera necesario, ver el funcionamiento de la calefacción y definir procedimientos para los horarios de comida, porque hay números máximos para el comedor”, comentó el líder del Comité y director de Servicios, Dr. Alejandro Tudela Román.
La directora de Servicios Estudiantiles, Verónica Madrid Valdebenito, agregó que las evaluaciones, que comenzaron en julio, permitieron tomar todas las medidas necesarias para proteger la salud de los residentes y el personal de hogares.
“Se crearon protocolos de procedimiento para el personal y los residentes y se tuvo que hacer una selección de los estudiantes que estaban viviendo en los hogares hasta 2019, de acuerdo a los aforos permitidos, priorizando a los que necesitaban completar sus actividades y que son becarios; para ello se envió un formulario de postulación para conocer su situación”, comentó.
Hasta el momento se han autorizado poco más de 50 solicitudes, de las cuales una treintena corresponde a alumnas, quienes irán al hogar Los Tilos, y otras 20 a alumnos que serán distribuidos entre las residencias de Los Aguilera y Rengo.
“Tenemos estrictos protocolos y el compromiso de los residentes de respetar los aforos”, afirmó la Dra. Madrid.
Seguridad para la salud
Asimismo, destacó que todo el trabajo previo a la apertura “nos permite ofrecer un servicio que da seguridad a la salud de los alumnos y el personal. Estamos muy satisfechos de poder dar respuesta a todos los estudiantes que solicitaron el servicio”, afirmó.
“La universidad es bien cuidadosa en los protocolos sanitarios”, asegura la jefa de la Unidad de Bienestar de la DISE, Patricia Cuevas Sanhueza, señalando que en este aspecto es importante el trabajo del personal que labora en los recintos, que fue capacitados para el buen funcionamiento de las medidas.
“El funcionario auxiliar hoy no solo tiene que hacer sus labores habituales, sino también ver el control de los accesos, que son más riguroso, y tiene labores de aseo que se han sido modificadas en sus formas de hacer”, cuenta la asistente social.
La profesional indicó que “este proceso se estaba planificando desde hace meses a la espera de saber cuándo íbamos a poder abrir” y comentó que uno de los aspectos más complejo para la reapertura fue la priorización de los estudiantes, que implicó varios procesos de selección interno.
“Afortunadamente, todo está marchando y esperamos dar cobertura a todos los residentes que vayan necesitando cupos durante el semestre, porque esto es rotativo, por periodos cortos; no todos van a estar todo el semestre, y esperamos que esa rotación permita cubrir todas las necesidades”, aseveró.
Reducción de espacios comunes
El control del acceso en las residencias es riguroso, no se permite la entrada de personas ajenas al recinto y, por lo tanto, tampoco hay visitas, cuenta la encargada del hogar Los Aguilera, Viviana Miranda Olivera. “Los protocolos son super estrictos”, asegura.
Se anotan todas las entradas y se hace el control de temperatura todas las veces que ingresa un residente, agrega la encargada de Los Aguilera, Noelia Pezo González.
Pezo relata que en hay especial cuidado en los aforos de espacios comunes, como los baños y la cocina.
Y, como ahora las habitaciones no son compartidas, “se autorizó, que luego de cocinar, puedan comer en sus piezas. También estudian en sus piezas, porque las salas de estudio están cerradas”, señala Pezo.
“La idea es que ellas circulen solo por la entrada (al hogar), en sus piezas, al baño y con cuidado en los espacios comunes. Y están cumpliendo muy bien”, dijo.
El estudiante de quinto año de Medicina Veterinaria, Albano Pérez Martínez, tiene la beca de residencia desde 2018 y es uno de los estudiantes que pudo volver a hacer uso del beneficio.
Llegó esta semana desde La Serena, para retomar actividades prácticas en las asignaturas de clínica mayor, clínica menor, obstetricia y neonatología, además de iniciar su práctica profesional en una clínica veterinaria, y se siente seguro con las medidas implementadas en el hogar Los Aguilera.
“Han implementado protocolos sanitaros excelentísimos, como conozco el tema, me parecen súper buenos y la colaboración de las personas que trabajan en el hogar es importante; se nota el cuidado y el cumplimiento de las medidas de prevención”, puntualiza el joven.
Albano dice que se enteró de la confirmación de las actividades presenciales a comienzos del mes y eso le permitió actuar rápidamente para acceder al cupo del hogar. “Para mí es gratificante tener esta posibilidad de regresar y hacer uso de los espacios del hogar. En maravilloso estar de vuelta, estoy súper agradecido”
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