Trayectorias UdeC: las historias de los homenajeados por 25 y 30 años de servicio
Crédito: Dirección de Comunicaciones UdeC
Durante la celebración del día del trabajador/a universitario de este año se entregó, como es tradicional, un reconocimiento a quienes cumplieron 25 y 30 años de servicio en la Universidad de Concepción.
Este año, debido a las suspensiones de actividades presenciales por el Coronavirus, la ceremonia del Día del Trabajador Universitario se realizó de manera virtual. Según sus testimonios, los homenajeados tienen un fuerte arraigo con la casa de estudios. Muchos la llaman su segundo hogar y han construido no solo su carrera, sino que también sus historias familiares en torno a los campus de la UdeC.
Quienes cumplen 25 años ingresaron a la institución en 1995 y los que cumplen 30 años lo hicieron en 1990. En esta ocasión, son 75 funcionarios y funcionarias que cumplen 25 años —entre los que se cuenta nuestra compañera de labores en Noticias UdeC, Jeanette Valenzuela Mella— y 83 funcionarios y funcionarias que llegaron a los 30 años de trabajo.
Homenajeados por 25 años
Una de las funcionarias académicas que cumple 25 años de servicio es Irene Castro Esparza, médico cirujano, titulada en 1987 en la institución. Trabaja en la Facultad de Medicina y también en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Guillermo Grant Benavente, de Concepción.
“Es un orgullo para mi llevar 25 años trabajando en mi alma mater, la que me entregó en mis años veinteañeros las herramientas para trabajar en lo que motivó toda mi vida estudiantil, ya que desde los 10 o 12 años me propuse ser médico”, dice.
“Trabajar en enseñar la Medicina como parte de mi juramento Hipocrático ha sido maravilloso, interactuar con los jóvenes, motiva mi quehacer docente y me compromete a estar siempre actualizando mis conocimientos, le da frescura a la vida”.
Para Renato Quiñones, biólogo marino UdeC y doctor en Ecología Marina, la vinculación con la Universidad viene desde la infancia. “Mis padres eran docentes de la universidad y yo vivía a solo dos cuadras del barrio universitario. El barrio era uno de mis lugares preferidos para jugar cuando niño”. La Universidad de Concepción, dice, “ha sido la institución en la cual he encontrado el entorno de trabajo adecuado y la libertad para poder desarrollar mi actividad académica. Me ha dado la oportunidad de interactuar con personas excepcionales provenientes de los tres estamentos de nuestra casa de estudios, que han enriquecido mi formación como académico y como persona”.
Entre los homenajeados, hay muchos quienes tienen una historia familiar ligada a la institución. Lorena Henríquez Silva es secretaria de la Facultad de Ciencias Sociales. Su padre, José Henríquez, trabajó como auxiliar de la UdeC por más de 47 años en la Dirección de Servicios, y los colegas de su papá la conocen desde pequeña. Estudió Secretariado ejecutivo y realizó so práctica en la institución.
En la UdeC conoció a su esposo, Antonio Buljan Hernández, con quien tiene dos hijos, una de las cuales estudia en la Facultad de Ingeniería. Además, su hermano Marcelo trabaja en la UdeC y su sobrino estudia su penúltimo año de Ingeniería Civil Eléctrica. “Podríamos decir que somos una familia universitaria”, dice. “Llegue a la UdeC con sueños y con esperanzas. Como trabajadora he ido creciendo en el tiempo y es en este espacio privilegiado donde tuve la oportunidad de progreso permanente en mi vida”.
Treinta años de trabajo
Jorge Dresdner Cid es economista y profesor de Economía. Actualmente se desempeña como Director de Estudios Estratégicos. Proviene de una familia con raíces en la UdeC. Sus padres estudiaron en la UdeC y sus hermanas también fueron alumnas de esta casa de estudios.
“A nivel personal, la Universidad ha estado siempre ligada a la historia de mi familia. De pequeño, siempre que visitaba Concepción, uno se conectaba con sus espacios, con sus prados, sus monumentos. Estuvo siempre presente en nuestra vida familiar”.
“Además, es una institución que tiene una fuerte gravitación en las regiones donde participa y su desarrollo está íntimamente ligado al de estos espacios. Es, por ende, un instrumento para el desarrollo de las comunidades donde existe y creo que es una responsabilidad de los que trabajamos aquí, contribuir a que pueda cumplir con este propósito”.
María de los Ángeles García Robles, bioquímica y doctora en Ciencias Biológicas UdeC, reconoce que su sueño siempre fue estudiar y trabajar en la institución “Me maravillaban las esculturas, los jardines y los edificios”, recuerda. “Logré cumplirlo y a la vez, desarrollar investigación científica, aportando información sobre cómo la comunicación intercelular en el cerebro regula la ingesta alimenticia”.
García reconoce su cariño por la UdeC: “Amo tanto lo que hago y mi lugar de trabajo que vivo a media cuadra. No uso reloj; el campanil lleva la cuenta”.
Una relación estrecha con la institución ha construido también María Magdalena Vergara Hidalgo, quien se desempeña como auxiliar en el Hogar Los Tilos. “Trabajar en esta casa de estudios me ha permitido alcanzar metas como tener mi casa propia, dos hijos profesionales egresados de nuestra institución, obtener un sinnúmero de beneficios y conocer a gratas personas que han aportado en mi desempeño”.
De su trabajo, lo que más destaca es “la oportunidad de conocer y apoyar a cientos de niñas que han pasado por el Hogar Los Tilos en estos 30 años, lo que me ha llenado de satisfacción y emoción cuando ellas reciben sus tan anhelados títulos luego de esforzarse diariamente. He sido testigo de ello”.
“Si pudiera resumir en una sola palabra que exprese mi sentir por la Universidad de Concepción, sería gracias. Gracias por brindarme el espacio y la confianza para desarrollarme tanto en lo laboral como en lo personal”, señala.
Revisa el saludo de las autoridades UdeC en el Día del Trabajador Universitario
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