Tormentas, ríos atmosféricos y otros eventos: Los avances de Geofísica UdeC en monitoreo meteorológico
Crédito: César Arroyo | Dircom.
Cinco instrumentos conforman el Observatorio de Ríos Atmosférico (ORA) ubicado en la azotea de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Entre otros usos, los datos obtenidos por el ORA permitirían estudiar las condiciones atmosféricas asociadas a eventos meteorológicos extremos, que incluyen eventualmente tornados, como los registrados en 2019 en Concepción, Talcahuano y Los Ángeles.
Ubicados en la azotea de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, cinco instrumentos conforman el Observatorio de Ríos Atmosférico (ORA), un proyecto que reúne a cuatro instituciones y que permite realizar observaciones de la atmósfera para comprender mejor la formación de tormentas, lo que podría contribuir a refinar los pronósticos meteorológicos eventos severos, como los que se asociaron a los tornados ocurridos en 2019 y que afectaron a zonas residenciales de Concepción, Talcahuano y Los Ángeles, explicó el académico del Departamento de Geofísica, Dr. Martín Jacques Coper.
El ORA toma su nombre de un fenómeno meteorológico que puede ser monitoreado con los instrumentos disponibles. Los ríos atmosféricos, explicó Jacques, “consisten en un gran flujo horizontal de vapor de agua en la atmósfera, que es un factor esencial para precipitaciones intensas y, por lo tanto, pueden desencadenar impactos relevantes, como inundaciones. Por otro lado, también son fenómenos episódicos esenciales para recargar reservas de agua y garantizar que haya una cobertura de nieve esencial para poder sostener la demanda hídrica de la población en la zona centro-sur de Chile».
Respecto al uso práctico de los instrumentos, el investigador contó que “con la Estación Meteorológica básica (que comprende un barómetro, un termómetro, un higrómetro y un pluviómetro) podemos caracterizar cómo van variando, con una resolución muy alta -cada 15 minutos-, algunos parámetros meteorológicos (presión, temperatura, humedad relativa y precipitación) y eso nos permite tener una idea de la evolución de la atmósfera hora a hora y también día a día; eso siempre es de interés para todas las aplicaciones cotidianas”.
Agregó que “ahora, además, contamos con instrumentos complementarios que nos permiten estudiar otras variables que develarán aspectos acerca de la dinámica de la atmósfera y en particular de las tormentas. Estos instrumentos son un nefobasímetro, que mide la altura de la base de las nubes; un micro-radar de precipitación, que registra un perfil vertical de reflectividad en la atmósfera, con lo que se puede derivar el contenido de agua líquida y la velocidad de caída de hidrometeoros (gotas de lluvia, nieve y granizo); y un disdrómetro, que mide la intensidad de la precipitación y la distribución de tamaño y velocidad de los hidrometeoros en superficie. Ahora estamos estudiando cómo son estas variables, por ejemplo, durante distintos tipos de tormentas; esto nos permitirá tener un mejor diagnóstico de las condiciones que pueden propiciar eventos extremos y, eventualmente, de condiciones asociadas a tornados”.
-Como el tornado ocurrido en 2019, ese fue un fenómeno extraño
-Efectivamente, pero no se trata de un evento sin precedentes. Cuando uno comienza a revisar la historia del último siglo se da cuenta que hubo un evento similar en el año 1934.
-¿Se podría anticipar entonces un fenómeno de ese tipo con estos instrumentos?
-Nosotros pensábamos que en esta zona prácticamente no habían tornados, pero ahora tenemos más y mejores registros que permiten aseverar que sí los hay y también tenemos una mejor caracterización del periodo del año en las que ocurren y de algunas condiciones ambientales generales que los propician. Además, hay contundente evidencia histórica que comprueba su ocurrencia a lo largo de los últimos siglos en el sur de Chile. Los instrumentos del ORA son importantes, porque nos permiten también tener un diagnóstico de cómo se comporta la atmósfera en distintas circunstancias, y particularmente en los momentos previos a eventos extremos, como la llegada de ríos atmosféricos o tormentas con características tornadogénicas. Respondiendo a la pregunta de si éstos se podrán pronosticar mejor con este conocimiento: sí, eventualmente, pero primero tenemos que hacer investigación para conocer los factores asociados a esos fenómenos”.
-Entonces, este Observatorio es un punto de partida
-Exactamente. El ORA nos ayuda también a comparar y complementar la información proveniente de satélites que hacen observaciones desde el espacio hacia la atmósfera terrestre. Tenemos que validar esos con información atmosférica registrada desde la Tierra; eso es también lo que estamos intentando implementar.
Proyecto colaborativo
El Observatorio de Ríos Atmosféricos es una iniciativa liderada por el Dr. René Garreaud Salazar del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, e implementada en conjunto con el Departamento de Geofísica de la Universidad de Concepción, el Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O’Higgins y el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, (CR)2.
“Los datos del ORA son únicos en nuestro país y nos brindan una gran oportunidad para entender detalles de las tormentas que afectan la zona centro sur de Chile, complementando análisis de mayor escala que hemos realizado previamente” indició el Dr. Garreaud.
El ORA es parcialmente financiado por los proyectos ANID/FONDAP/11150009, ANID/Fondecyt/1130111, ANID/Fondecyt/1211412.
Aunque los equipos están alojados en Concepción, los datos que se obtienen de los instrumentos están accesibles para toda la comunidad a través de una plataforma en línea, donde también hay una descripción general del observatorio y enlaces de interés.
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