Sorteando situaciones anómalas: sigue el periplo de los jóvenes estudiantes en la Liga A-1 de vóleibol

El primer partido no fue nada fácil. Al frente estaban los mejores de la fase regular de la Liga A-1 del año pasado: CD Murano. El Campanil dio pelea, pero cayó estrechamente en Santiago. La segunda fecha, al día siguiente, los colocaba enfrentando a los segundos: Águilas Agustinas.

Ahí salió lo mejor de la UdeC, que ganó con autoridad los dos primeros sets. La intensidad y el cansancio acumulado pasó la cuenta y cayeron en los dos siguientes parciales, pero en el tie break se impusieron con categoría. 

El fin de semana siguiente (12 y 13 de noviembre) había un problema. Casi la totalidad del cuerpo técnico estaba en el Campeonato Nacional Universitario de Vóleibol Femenino, disputado en Temuco, aunque de la mano de la segunda asistente, Natalia Garrido, siguieron adelante con los entrenamientos.

Solo fueron programados para el día domingo 13 ante los vigentes campeones, Excelsior, donde hicieron un partido muy bueno. Perdieron el primer set por por 32-30, el segundo set también por 25-23 y el tercero lo ganaron 25-23.

Se debía comenzar en tres minutos con el cuarto set, pero el jefe técnico del Vóleibol UdeC, Juan Ignacio Armoa, relata que algo muy incómodo sucedió: “El presidente de la Federación de Vóleibol de Chile irrumpió en el campo de juego, solicitando la atención del árbitro, haciéndolo descender de su silla y llamando a los capitanes”.

Armoa dando instrucciones en CNU 2022 / Carlos Ávalos Jiménez

En ese recinto, Centro de Entrenamiento Olímpico, se iban a disputar los dos partidos finales de la Liga Femenina y la descoordinación fue grave. “Nos querían mover del recinto con el partido ya en juego, algo demasiado desprolijo, injusto y arbitrario, que fue en desmedro de la calidad del partido que se estaba jugando”, expresa Armoa.

“No era necesario abordarlo de esa manera. Tuvimos que esperar mucho más de lo normal. No teñiré de excusas el resultado final —la UdeC perdió ese set—, pero no quiero dejar pasar la falta de empatía para con la competencia que tuvo la organización en ese momento. Me parece que hacen daño a la profesionalización de este evento, no es profesional que se meta una persona a la cancha y que tengas que esperar 15 minutos en vez de tres”, añade el trasandino.

De todas maneras, las percepciones son buenas en el global. “Hemos jugado contra el primero de la fase regular del año pasado, ante el segundo y versus el campeón defensor de muy buena manera. Son los partidos más difíciles del torneo y el equipo se mostró muy sólido, con muchos pasajes similares al CNU, aunque no en la fase de recepción y ataque, pero en líneas generales el elenco ha respondido bien”, explica Juan Ignacio Armoa.

De manera insólita, el Campanil jugará por tercera semana seguida en condición de visitante. Este sábado 19 de noviembre, desde las 17:00 horas, enfrentará a Linares, para el día siguiente medirse ante la Universidad Católica.