Seminario de NENRE EfD Chile cerró con charla sobre disparidad de género en salud ambiental
Crédito: NENRE
La Iniciativa «Medio Ambiente para el Desarrollo» organizó esta semana el Séptimo Encuentro Anual, de manera virtual y presencial en Termas de Catillo.
Desde el año 2013 que la Universidad de Concepción, campus Chillán, aloja a NENRE EfD-Chile, centro de investigación en economía ambiental y de recursos naturales de la Iniciativa «Medio Ambiente para el Desarrollo» o Environment For Development, una red internacional de centros de investigación que busca resolver los problemas ambientales más apremiantes de la actualidad.
En él participan instituciones de todo el país como las universidades de Talca, Bio-Bio, La Frontera, del Desarrollo y Pontificia Universidad Católica de Chile.
Este año, la UdeC organizó su séptimo encuentro anual, de manera virtual a través de zoom y presencial en Termas de Catillo. Los temas tratados estuvieron relacionados a las fórmulas que diversos países utilizan para resolver problemas medioambientales en acuicultura, desarrollo productivo, y problemas de salud relacionados al ambiente, entre otros.
La primera jornada estuvo centrada en tres áreas: acuicultura, gestión de residuos y cambio climático. La segunda jornada tuvo como eje los temas de energía, minería, y formación de capital humano, en los cuales participaron como expositores diversos académicos y académicas de la Universidad de Concepción.
«El año pasado, por la pandemia, no pudimos reunirnos, así que hoy nos vemos, aunque de manera híbrida, con la esperanza del reencuentro y del gran aporte de esta conversación para nuestro país», expresó en la inauguración la académica de la Universidad de Concepción y organizadora del evento, Marcela Jaime.
Por su parte, la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo, Andrea Rodríguez Tastets, señaló que este encuentro está alineado con los desafíos que adoptó la Universidad de Concepción en su nuevo Plan Estratégico. “Dentro del nuevo plan está la línea de buscar investigación que permita el desarrollo sostenible y sustentable. La economía ambiental juega un rol importante y que tenemos que fortalecer”.
Respecto a los temas, señaló que “permiten trabajar en tareas que requieren un enfoque interdisciplinario, que permita enfrentar estos problemas que están siendo tan complejos en este momento”.
Salud, ambiente y género
La charla de la jornada de cierre estuvo a cargo del economista Marc Jeuland, de la Universidad de Duke, Estados Unidos. El especialista abordó los desafíos de género que se encuentran al interior de las desigualdades energéticas, sobre todo al interior de los hogares. El experto señaló que, por ejemplo, las mujeres son las que se preocupan de la recolección de combustible (leña) y pasan más tiempo en la cocina, expuestas a la contaminación. Este problema es global: los estudios indican que cerca de un cuarto de las muertes mundiales están relacionadas con factores medioambientales.
“Los problemas están concentrados en el sur del planeta, especialmente en Asia y África y en las poblaciones de menores ingresos”, señaló. “Las enfermedades están ligadas a la pobreza, incluso en los países ricos. Son muertes evitables, sobre todo con adopción de tecnología”. Entre ellas, el uso de energía limpia y el acceso al agua potable.
“En los estudios de economía ambiental, los aspectos de género han sido menos estudiados que otros. La tecnología limpia no solo mejora la salud, sino que ahorra tiempo y contribuye a mejorar el medio ambiente. Las mujeres están más expuestas, porque son las que recolectan las fuentes energéticas, son las cuidadores y no tienen el poder de tomar decisiones económicas que impacten su calidad de vida”, aseguró.
En Chile, la problemática es similar y fue abordada por los comentaristas Pilar Lapuente, de la oficina de ONU para el Medio Ambiente, Eduardo Schleef, de la Seremi de Medio Ambiente de la Araucanía y Cristóbal de la Maza, Superintendente del Medio Ambiente, quienes se centraron en temas como la contaminación a leña, el problema de acceso a mejores tecnologías y el efecto cultural que trae un recambio energético, dado el arraigo de ciertos grupos con la energía a leña. “Las cocinas a leña son preferidas en los hogares por su durabilidad, tradición, herencia y sociabilidad a su alrededor. Pero generan contaminación intradomiciliaria y las mujeres y niños se ven más afectados porque pasan más tiempo en el hogar”, expresó Pilar Lapuente.
Para la tarde, se esperaban dos sesiones en las que estudiantes tesistas de doctorado presentarían sus trabajos, para ser discutidos por miembros de NENRE, como una forma de apoyar a los investigadores jóvenes.
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