Nutricionista UdeC entrega recomendaciones para la manipulación de alimentos en temporada de altas temperaturas
Crédito: Esteban Paredes Drake
Múltiples son los microorganismos que pueden afectar la salud por un procesamiento incorrecto de los alimentos, por lo tanto, es vital mantener la cadena de frío y la higiene de los alimentos.
Con motivos de las altas temperaturas registradas en la Región del Biobío en el último mes, desde la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Concepción recomiendan maximizar las precauciones en la manipulación de alimentos para evitar Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA).
“La descomposición de los alimentos varía de acuerdo a distintos factores como: La temperatura, la luz, la humedad”, explicó Elisa Capurro Jerez, académica del Departamento de Nutrición y Dietética y agregó que es difícil calcular, exactamente en cuanto varían los tiempos de descomposición de los alimentos entre inverno y verano, evidentemente con altas temperaturas se acelera por lo que es vital extremar las medidas de precaución.
“Es importante que cuando las personas vayan al supermercado, que la última compra sean los alimentos refrigerados, dentro de lo posible ponerlos en bolsitas que mantienen las temperaturas. Esos son los primeros alimentos que se tienen que sacar del auto o el transporte y llevar de forma inmediata al congelador o el refrigerador”, indicó la docente.
La académica explicó además que “ya que es común comprar frutas en grandes cantidades aprovechando ofertas, yo recomiendo que las laven, las sequen y las almacenen en el refrigerador. También se pueden congelar en bolsitas o potes por porciones justas para consumirla”.
Por otro lado, la nutricionista señaló que hay frutas que no necesitan refrigeración, sólo requieren estar en lugares frescos, sin demasiada luz solar y con una ventilación baja: Los plátanos, las manzanas, las peras y los duraznos. “Pero los berries si se necesitan refrigerar o congelar. Las verduras de hojas no requieren refrigeración, pero para que duren más, uno las lava y las pone en un pote, idealmente poner algún papel para que absorba la humedad”, comentó.
En el caso de los huevos deben ser refrigerados para que se mantengan frescos por más tiempos, “y porque cuando están a temperatura ambiente y hay cambios de la temperatura ambiente en que la capa porosa de puede humedecer y permitir la entrada de microorganismos”, detalló Capurro.
A la hora de descongelar alimentos es preferible sacar del congelador y dejar en el refrigerador. “Hacer la técnica rápida de poner a temperatura ambiente, no es lo más recomendable porque no se controla la proliferación de microorganismos”, indicó Elisa Capurro.
Al descongelar carne se debe cocinar de inmediato y luego de su cocción, puede refrigerarse hasta por dos días, “de preferencia en un pote de vidrio más que de plástico. Se puede preparar alimentos para dos días, dejarlos en la olla enfriar y que no pase más de dos horas a temperatura ambiente, se puede guardar en la misma olla dentro del refrigerador, pero tiene que ser refrigerado no puede quedarse al ambiente. Después se puede recalentar y consumir”.
La académica recomienda además evitar la contaminación cruzada, es decir lavar y preparar cada alimento por turnos separados. No mezclar los alimentos de procedencia animal con las verduras, tampoco deben tener contacto estando en el congelador o refrigerador.
Medidas preventivas
“Cada tipo de alimentos tiene microorganismos propios, pero se dividen en tres que son las bacterias, virus y parásitos. La que más conocemos es la salmonela, que los asociamos con los huevos y el pollo. En virus, nos podemos encontrar una enteritis que puede ser por un rotavirus que viene en el agua o alimentos contaminados por fecas. La enfermedad triquinosis por el consumo de cerdo contaminado con larvas”, ejemplificó Elisa Capurro sobre la variedad de microorganismo que pueden afectar a la salud de las personas por una manipulación de alimentos deficiente.
Además, recomendó que las personas compren sus alimentos en lugares autorizados, “que las carnes de vacuno, al comprarlas estén bien rosadas, brillantes y con el olor adecuado. Los huevos tienen que comprarse sin plumas, ni fecas, sino que limpios. Los pescados con las agallas rojas y las escamas bien firmes. Los mariscos tienen que estar vivos y los envasados tenemos que verificar la fecha de vencimiento. Y recordar que los mariscos deben consumirse cocidos, no crudos, el limón no cuece”.
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