Mes del Corazón: prevenir desde temprana edad, clave contra las enfermedades cardíacas

Crédito: Esteban Paredes Drake, DirCom UdeC
Agosto se ha convertido en la principal iniciativa para concientizar sobre las enfermedades cardiovasculares. Una vida sana y responsable, es una de las principales formas de prevenirlas.
Una vida sedentaria sumada a malos hábitos alimenticios, puede llevar a problemas de salud graves como las enfermedades cardiovasculares. Cambiar estas prácticas y optar por un estilo de vida más saludable, previene y reduce el riesgo de estas patologías y mejora la calidad de vida.
En Chile, las estadísticas del Ministerio de Salud en 2019, indicaban que las enfermedades cardiovasculares corresponden a la principal causa de mortalidad, representando cerca de un tercio de todas las muertes del país. A nivel nacional mueren 34 personas por cada 100.000 habitantes por Infarto agudo al miocardio y 31 personas por cada 100.000 habitantes por otras enfermedades hipertensivas.
Por esta razón, agosto se convirtió en el «Mes del Corazón”, dedicado a concientizar y educar a las personas sobre la importancia de llevar estilos de vida saludables, así como promover prácticas protectoras para las enfermedades cardiovasculares.
Controlar los factores de riesgo
Existen varias causas de riesgo, pero dentro de las más comunes, y que aumentan las probabilidades de desarrollar problemas al corazón está el tabaquismo, hipertensión arterial, colesterol y triglicéridos altos, obesidad, diabetes no controlada y sedentarismo.
El docente asociado del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Concepción, Doctor en cardiología y jefe de la Unidad de Cuidados Coronarios (UCO) del Centro Cardiovascular del Hospital regional Guillermo Grant Benavente (HGGB), Fabrizio Fasce Villaseñor, señaló que “en todos esos factores, hay algo en común: los estilos de vida. Estos son los que principalmente están gatillando todas esas enfermedades, entonces, por eso se dice que el 80 % es modificable”.
En esa misma línea, los factores de riesgo se dividen en modificables y no modificables. Los primeros están directamente relacionados con los hábitos y actividades diarias de las personas, como el consumo de alcohol, tabaquismo o sobrepeso.
“En el fondo, teniendo buenos hábitos, vas a poder modificar todos los factores de riesgo”, recalcó el Dr. Fasce.
Por el contrario, el segundo corresponde a aquellos que escapan al control individual, como la carga genética o antecedentes familiares.
El cardiólogo destacó la importancia de reconocer la angina, un síntoma de la enfermedad de arterias coronarias, causante de provocar problemas al corazón. Esta se presenta como un dolor o molestia en el pecho asociado al esfuerzo físico que normalmente no causa dolor.
La importancia de los hábitos saludables
El Doctor en Biociencias y Ciencias Agroalimentarias, profesor de Educación Física e investigador del Centro de Vida Saludable de la UdeC, Richar Cárcamo Regla, advirtió sobre los hábitos alimentarios y de actividad física de los chilenos, siendo un factor determinante que puede producir problemas al corazón.
“Se sabe que tanto la alimentación como los estilos de vida activos son factores vitales para la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, en Chile, un cuarto de la dieta diaria está compuesta por alimentos ultra procesados, además de un bajo consumo de frutas, verduras. En cuanto a la actividad física, la situación tampoco es favorable: nueve de cada diez personas no cumplen con las recomendaciones de actividad física recomendadas», destacó el Dr. Cárcamo.
Ante este escenario, el investigador recalcó que una dieta equilibrada y la práctica regular de actividad física son esenciales para prevenir enfermedades crónicas y cuidar la salud cardiovascular.
Prevención desde la juventud
Ambos expertos coinciden en que estos cuidados deberían comenzar desde la juventud, ya que, además de tener probabilidades de desarrollar alguna complicación, es posible prevenir enfermedades en el futuro.
Uno de los factores que contribuyen a los accidentes cardiovasculares es la falta de prevención. Por ello, el cardiólogo aconseja realizarse análisis y chequeos incluso antes de presentar síntomas: “Eso quiere decir que el médico haga una anamnesis, que examine, qué o que solicite exámenes complementarios como electrocardiograma si lo considera necesario. Eventualmente, si tiene factores de riesgo o antecedentes previos, es necesaria alguna prueba de esfuerzo u otra evaluación complementaria”, puntualizó.
Por su parte, Carcamo insistió en la importancia de mantener una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres, limitando el consumo de ultraprocesados, grasas saturadas, azúcares y sal. En cuanto a la actividad física, señala que lo ideal es realizar ejercicio de manera sistemática, pero que además se debe incorporar más movimiento a la rutina diaria, como caminar, usar escaleras y no el ascensor, realizar pausas activas y ejercicios de movilidad en la jornada laboral.
Ambos profesionales destacaron la relevancia de cuidar el peso corporal, controlar factores de riesgo como hipertensión, diabetes, colesterol elevado y tabaquismo, además de asegurar un buen descanso nocturno y manejar el estrés mediante técnicas de relajación o actividades recreativas.
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