Literador: proyecto UdeC busca mejorar competencias de lecto escritura en jóvenes y adultos
Crédito: Archivo
Tutor inteligente apunta a lograr mejoras significativas en las habilidades de literacidad de escolares de los últimos años, estudiantes de educación superior, profesionales y técnicos.
Desde hace varios años, los resultados de pruebas estandarizadas nacionales e internacionales han mostrado el insuficiente desempeño de los chilenos en materia de lecto-escritura.
La Prueba Pisa de 2018 arrojó que un 31,7% de los jóvenes chilenos evaluados se encuentran bajo el nivel dos (en una escala de uno a seis) en habilidades lectoras; es decir, no cuentan con capacidades suficientes para comprender lo que leen.
Por otro lado, una medición realizada en 2015 daba cuenta de que apenas el 5% de los titulados en educación superior llegaba al desempeño más alto en las competencias lectoras.
Este es el contexto en el que surge el proyecto Fondef ID Literador: un tutor inteligente que potencia las competencias en lectura y escritura, del académico del Departamento de Español y doctor en Lingüística, Christian Soto Fajardo.
El objetivo general de la iniciativa es desarrollar un tutor inteligente para ayudar a escolares de últimos años, estudiantes de educación superior, profesionales y técnicos a lograr mejoras significativas en sus habilidades de literacidad.
“La literacidad es un conjunto de competencias que permiten recibir y analizar información en determinado contexto por medio de la lectura, para posteriormente transformarla en conocimiento a ser consignado gracias a la escritura”, explica el director del proyecto.
Es importante para el desempeño académico y laboral, para el desarrollo de conocimientos y el establecimiento de mejores relaciones con el entorno, además de contribuir a la superación de contextos de vulnerabilidad, agrega el Dr. Soto.
“Lamentablemente, a pesar de su importancia, el nivel de desempeño alcanzado en lectura y escritura por adolescentes y adultos de nuestro país es bastante deficitario”, señala el especialista.
El proyecto, que se encuentra en su segundo año, consiste en el desarrollo de una plataforma en línea -que estará disponible en web y aplicación Android- para enseñar y entrenar a sus usuarios en técnicas de lectura y escritura, a través de un ambiente interactivo, con un marcado acento cognitivo-metacognitivo.
“Esto quiere decir que el sistema entrega un feedback que ayuda al usuario a reflexionar sobre el desempeño en sus respuestas de comprensión y en escritura; lo invita a mejorar la calidad de lo que escribe en ámbitos tan relevantes como la coherencia de sus ideas o la diversidad de palabras que utiliza”, cuenta el director del proyecto.
Una de las ventajas de Literator es la incorporación de herramientas de inteligencia artificial con el fin de favorecer una retroalimentación mucho más precisa.
“El sistema es capaz de analizar la calidad de las respuestas escritas, para lo cual establece parámetros de desempeño que se han alimentado de muchos corpus (conjunto de datos) de respuestas escritas de estudiantes escolares de último año, de estudiantes de educación superior y del ámbito técnico-profesional. Estos parámetros se alimentan de diversas técnicas computacionales que analizan distintas dimensiones de la producción escrita, como expresiones regulares, diversidad léxica, cohesión, similitud semántica”, detalla.
Y, como cuenta con públicos diversos, también incluye diferentes áreas temáticas, de modo que los usuarios puedan elegir trabajar con textos que sean de su interés.
“Lo que intenta Literador es mejorar las habilidades de lectura y escritura en torno a las tareas propias de las demandas de literacidad de cada tipo de usuario”, indica el académico.
Aprendizajes específicos
En este caso, son tres tipos de usuarios -alumnos del último año del sistema escolar, estudiantes de educación superior y de enseñanza técnico profesional- y para que Literador sea una herramienta pertinente, trabaja en base a tareas agrupadas en torno a cuatro especialidades: ciencias sociales y educación, administración y finanzas, ingeniería y construcción, y salud.
“Esto permite construir aprendizajes específicos para los usuarios de educación superior y del ámbito laboral. De este modo, es posible encontrar que los especialistas en administración y finanzas tengan que aprender a operar con textos vinculados con leyes y normativas contables; en tanto que quienes se dedican a salud deban trabajar tareas de lectura y escritura relativas a indicaciones médicas, recetas o problemas clínicos”.
Otra de las ventajas de Literador que destaca Soto es el énfasis en el fomento de habilidades de lecto escritura en contextos comunicativos, promoviendo la literacidad aplicada.
“Junto con el énfasis de Literador en los contextos pertinentes de acuerdo a las funciones de cada especialidad, el sistema incluye tareas de interacción entre sujetos en torno a la resolución de algún problema aplicado. Estas tienen la particularidad de ser situaciones comunicativas contextualizadas, en que participan diversos actores y desarrollan secuencias comunicativas ad hoc relevantes para el abordaje de algún problema en particular. Estos contextos se acercan bastante a aquellos que los sujetos deben enfrentar en contextos sociales, tales como el diálogo con un cliente, conversaciones entre colegas o con una autoridad, etc.”, comenta.
A diferencia de otros sistemas similares de habla hispana, centrados fundamentalmente en estudiantes del sistema escolar, esta plataforma tiene la particularidad de incorporar a la población adulta.
“Las habilidades de lectura y escritura son una herramienta fundamental para una correcta adaptación al mundo letrado en el que vivimos. Esto no concluye con el término de la etapa escolar. Las competencias de literacidad acompañan a los sujetos cuando operan en las redes sociales, en su habilidad para comprender textos especializados, para redactar una carta o enfrentar una entrevista laboral. Nuestro equipo ya ha desarrollado una herramienta para enseñar estrategias de comprensión lectora en escolares, llamado Comprende. Con Literador estamos pensando en usuarios de etapas posteriores en el ciclo vital”, concluye el académico.
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