“La solución no es individual”: académico UdeC y congestión vial en el Gran Concepción
Crédito: Archivo
Juan Antonio Carrasco Montagna, docente asociado de la Facultad de Ingeniería e investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), realizó un diagnóstico de la situación vial del área metropolitana penquista y de las responsabilidades individuales y del Estado para resolver la problemática.
Seguridad, disponibilidad de servicios e infraestructura, experiencia de viaje, cercanía de las viviendas a lugares de trabajo y costos asociados, son algunos de los aspectos que el docente e investigador de la Universidad de Concepción, Juan Antonio Carrasco Montagna, advierte al hablar del caos vial que se vie actualmente en el Gran Concepción.
El especialista en Planificación e Ingeniería del Transporte afirma que la congestión del tráfico en la zona está llegando a un momento culmine y que las soluciones no dependen sólo de las acciones que realicen los usuarios, sino que de una suma de elementos que se conjugan -al corto, mediano y largo plazo- para conseguir la ansiada armonía urbana.
“Este tipo de fenómenos no se pueden resolver individualmente, se debe resolver de manera colectiva, algo que a veces provoca frustración. También hay que ser bastante explícitos en decir que el sistema de transporte no lo estamos viviendo de manera equitativa: algunos lo están pasando más mal con la congestión vehicular que otros; y esto significa que las soluciones implican necesariamente que algunos van a tener que pagar más costos para que otros puedan beneficiarse de una equidad en la movilidad que sea mucho mejor de la que tenemos actualmente”, afirmó.
Para Carrasco, la congestión vial es el síntoma de una enfermedad a la que aplicamos pequeñas cápsulas que remedian la situación, pero que no atacan la causa del problema. En eso, “hay analgésicos para el corto plazo, que tienen que ver con técnicas de gestión del tránsito, como adecuar los tiempos de los semáforos, evitar los estacionamientos en doble fila, bloqueos en intersecciones y una serie de temas tácticos que son importantes”, afirmó.
Problema multifactorial
En lo que respecta a soluciones a mediano y largo plazo, que si atacan las verdades causas del problema, Carrasco advierte que es necesario mejorar la relación interdisciplinaria de otras del conocimiento y también de la toma de decisiones.
En ese contexto, asegura que en el Gran Concepción se han hecho cosas importantes en el último tiempo, pero que no son suficientes.
“Hay que constatar que incluso desde antes de la pandemia, un poco menos de un tercio de los viajes cortos -de menos de 3 kms- se hacen en auto, y por lo tanto estamos teniendo un aumento en el uso del automóvil; otro problema es que la localización de las viviendas está cada vez más alejada de las áreas de servicios (basta mirar la Ruta 160, Ruta 150, el camino a Cabrero), tenemos un fenómeno de expansión de la ciudad producto de normativas urbanas que no tienen que ver con el transporte que están empezando a pasar la cuenta”, afirmó.
A la fórmula, el investigador del Cedeus añade la disponibilidad de infraestructura que fomenten la caminata, el uso de la bicicleta y de otros medios de transporte no convencional, proyectos que requieren de importantes inversiones y, sobre todo, de voluntad de las autoridades”.
“Hay una tarea pendiente, pero esperamos que este nuevo Gobierno sepa escuchar las prioridades, porque hay que tener claro que los recursos siempre son limitados”, afirmó.
El rol de la academia
Desde una mirada más académica, Juan Antonio Carrasco afirma que la congestión vehicular tampoco es mala. Afirma que “ciertos niveles de congestión significan que no tenemos recursos sobredimensionados y también que tenemos actividad, que la ciudad se mueve, que tenemos actividad económica. Cuando estábamos en los meses más álgidos de pandemia había poco movimiento y decíamos ‘pucha, acá no pasa nada’”.
Por eso, afirma que hay que tener una mirada interdisciplinaria para atender estas problemáticas urbanas.
“Cuando me toca conversar con exalumnos que trabajan en planificación de transportes, sobre todo en el sector público, el análisis es muy sectorizado. En ese sentido, desde la academia tenemos un rol y una responsabilidad de apoyar desde una mirada integral a estos problemas”, aseguró.
Añadió que “el rol de la universidad debe ser articulador y una caja de resonancia de las demandas de la ciudadanía. Nosotros, desde la Facultad de Ingeniería y también desde el Cedeus, hemos intentado tomar estos requerimientos y buscar soluciones a esos problemas”.
En ese contexto, el académico de la Facultad de Ingeniería recuerda investigaciones relacionadas con la relocalización de la población Aurora de Chile, la movilidad en el sector Boca Sur, de San Pedro de la Paz, entre otras.
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