La capacidad de respuesta de la FCB frente a la pandemia

El estereotipo del científico que trabaja con delantal blanco, absorto en la burbuja incólume de su laboratorio, es un imaginario que escapa ampliamente de nuestra realidad como investigadores. Dejar atrás este concepto es un desafío para la ciencia que, hoy más que nunca, apunta a transformar el conocimiento en un bien público que permita entregar soluciones a problemas reales de la sociedad.

En particular, la Facultad de Ciencias Biológicas ha impulsado desde hace años un trabajo orientado a poner a disposición de la comunidad este nuevo saber, tanto desde el desarrollo de nuevo conocimiento, como en la generación de nuevas tecnologías, productos o servicios. Para ello, apostamos a la formación de capital humano avanzado con habilidades en innovación y al desarrollo de unidades prestadoras de servicios especializadas.

Un ejemplo de aquello son el Centro de Microscopía Avanzada (CMA), que inicia sus primeras actividades el 2003, cuya diana es fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación a través de la prestación de servicios, la generación de conocimiento científico y de tecnología de frontera; el Centro de Bioequivalencia, primer centro certificado en regiones en el 2016, que permite realizar estudios que garanticen la calidad de los medicamentos usados por la población chilena; o Innbio, plataforma nacida en 2014 con el objetivo de identificar, apoyar e impulsar el desarrollo biotecnológico aplicado a la biomedicina y veterinaria.

Son diversos los estamentos que en la última década han permitido consolidar a la Facultad de Ciencias Biológicas como un polo de conocimiento de fundado prestigio nacional e internacional. Este trabajo de años ha sido el sustrato para que hoy, tras la irrupción de un virus que de forma intempestiva cambió para siempre nuestra relación con el mundo, muchos de nuestros académicos e investigadores hayan podido generar una rápida capacidad de respuesta en innovación y soluciones tecnológicas frente a la pandemia.

Un reflejo de ello es la gran cantidad de proyectos diferentes que se han presentado a distintas entidades, la implementación de laboratorios de diagnóstico de Covid-19 en colaboración con la Universidad Católica de la Santísima Concepción o la firma de convenio con ACHIFARP para la generación de fármacos recombinantes como apoyo a la prevención y tratamiento del Covid-19.

La crisis sanitaria nos puso a prueba para demostrar nuestra capacidad para enfrentar desafíos urgentes y ha puesto de manifiesto que el trabajo desarrollado durante años ha sido fructífero. Eso es lo que hoy nos permite responder rápidamente a las exigencias que la sociedad entera le ha planteado a la ciencia, ante lo cual apuntamos a seguir traspasando el conocimiento desarrollado en nuestra Facultad para obtener soluciones tecnológicas innovadoras para la sociedad.