“La camiseta UdeC la tengo bien puesta”: Profesor Emérito Miguel Espinosa habla de sus 50 años de docencia

Pese a que lleva  medio siglo de docencia, el Profesor Emérito y académico de la Facultad de Ciencias Forestales, Miguel Espinosa Bancalari, reconoce que aún siente algo de nerviosismo antes de dictar sus clases.  Es lo que dice al evocar su primera vez frente a un curso.

“Como no tenía ninguna experiencia, me aprendí de memoria todo lo que quería decir.  La clase duraba 50 minutos y ya a los 30 había agotado lo que tenía preparado. Yo creo que estaba nervioso, porque incluso hasta el día de hoy me pongo un poco nervioso”, señala.

Eso fue en 1972 en el Campus Los Ángeles, poco después de haberse titulado.

La trayectoria del Dr. Espinosa en la UdeC va a la par de la historia de las ciencias forestales en la casa de estudios. Fue parte del primer curso de la carrera de Técnico Forestal, abierta en 1966.  La formación partía en el Campus Chillán y continuaba en Los Ángeles desde el segundo año, recuerda el Dr. Espinosa.

A los pocos años de creada la carrera, la UdeC estableció un convenio con la Universidad de Chile para que los técnicos terminaran de formarse como ingenieros forestales en su sede en Valdivia.

Así, y debido a su buen desempeño como estudiante, el profesor Espinosa fue uno de los primeros seleccionados del programa, logrando su título en 1972.

El 1 de abril de ese año firmó su contrato con la UdeC, donde ha estado de manera continua por cinco décadas, con una leve ausencia: los años en que realizó su doctorado en Ciencias Forestales en la Universidad del Estado de Oregon, Estados Unidos (1981-1985).

“La camiseta de la UdeC la tengo bien puesta, es el único equipo en el que jugado; he tenido una sola camiseta y me voy a retirar con esa misma camiseta”, afirma orgulloso.

En estos cincuenta años ha impartido asignaturas -e investigado- en el área de silvicultura, su especialidad; desarrollando además labores administrativas dentro de su facultad, como director del departamento de Silvicultura, vicedecano y decano, y a nivel central, como subdirector de Investigación y director de Postgrado.

Ha sido una larga carrera académica que en 2012 fue coronada con el más alto grado que otorga la UdeC a sus académicos: el grado de Profesor Emérito.

Es en esta calidad que el docente e investigador continúa haciendo clases, con una jornada de once horas, en la asignatura Anteproyecto de título, que comparte con el académico Eduardo Acuña Carmona.  “Es mi aporte de Profesor Emérito a la formación de ingenieros forestales”, asevera.

En los tres campus

El Dr. Espinosa piensa, con orgullo, que es probablemente uno de los pocos docentes que ha dictado clases en los tres campus de la UdeC.  Partió en Los Ángeles y unos pocos años más tarde, con la puesta en marcha de la carrera de Ingeniería Forestal a fines de los 70s, se trasladó a Chillán. Llegó a Concepción en 1993, con la instalación de la naciente Facultad de Ciencias Forestales, de cuya creación fue parte.

Con todos estos años de docencia, el investigador ha sido testigo de los cambios en la forma de hacer docencia y también en la relación entre profesores y alumnos.

“Ha habido cambios importantes. Desde mi experiencia creo que antes había más cercanía, la relación era más estrecha; ahora es más distante y, aparentemente, hay menos respeto, pero eso ocurre a todo nivel. Los jóvenes son muy distintos”, señala.

Al igual que todos los académicos, el Dr. Espinosa vivió la rápida inmersión en la enseñanza virtual, forzada por la pandemia.  “No tuve mayores problema, pero la asistencia de los estudiantes era más escasa, había menos interacción, menos participación y uno no sabía si efectivamente estaban escuchando o no”, recuerda.

A cinco décadas de su primera clase, el Profesor Emérito se muestra conforme con sus contribuciones a la casa de estudios: ha participado en la creación de la Facultad, así como del postgrado en el área, conducido la unidad académica e impulsado la creación de nuevas especialidades a su alero (Ingeniería en Biotecnología Vegetal, en 2005, e Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales).

En el resumen, también recuerda el trabajo y los aprendizajes junto al Dr. Jaime Baeza en la Dirección de Investigación, su participación en la fundación de la Sociedad de Académicos de la UdeC durante la dictadura y su elección como el primer director del Departamento de Silvicultura -entonces en Chillán- tras el regreso de la democracia, entre otras cosas.

“Me gusta lo que he hecho; estoy satisfecho, contento. El tiempo pasa muy rápido, pude haber hecho más cosas indudablemente, pero ha sido una grata experiencia”, acota.

Ahora, junto con sus clases está trabajando de lleno con el profesor Eduardo Acuña en un libro sobre la historia de las Ciencias Forestales en las UdeC, ésa de la él que ha sido testigo desde sus comienzos y que espera presentar durante este semestre.