Investigadora española entrega claves a comunidad UdeC para transferir investigación al mercado
Crédito: FCB
Galardonada en 2022 con el Premio Nacional de Investigación ‘Juan de la Cierva’ en transferencia tecnológica en su país natal, España, la doctora Ana Martínez aboga por ir de la mano de la industria para poder «transferir» a la sociedad el conocimiento obtenido en el laboratorio y comparte claves con la comunidad universitaria UdeC.
En octubre de este año, la académica recibió la buena nueva del premio otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en España, el cual vendría a consagrar años de trabajo, cuando en 1996 Ana Martínez Cid decidió aventurarse en investigaciones para encontrar fármacos destinados al tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como Alzhéimer, Párkinson o esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Un camino que ella describe como lleno de “fallos”, pero alentando a darle la vuelta a dicha palabra en nuestro léxico cotidiano: “Cada fallo es una nueva oportunidad para quienes investigamos, me gustaría transmitir eso con esta charla, especialmente a las nuevas generaciones”. Y esa es una de las razones que la trajo a Chile, primero a Punta Arenas donde fue orador principal en la XLIII reunión anual de la Sociedad de Farmacología de Chile SOFARCHI, y posteriormente a la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción con la charla «Claves para facilitar el camino al mercado en el descubrimiento de Fármacos».
La investigadora, quien es químico orgánico de formación por la Universidad Complutense de Madrid y Doctora en química médica de la misma casa de estudios, cuenta actualmente con dos compuestos que están en desarrollo clínico y uno que está en vías de llegar al mercado el año que viene, entre estos un fármaco para el tratamiento de la distrofia miotónica congénita (una enfermedad rara heredada que provoca en los recién nacidos problemas respiratorios y dificultades en la alimentación).
En ese sentido la doctora Martínez añade que “es importantísimo saber el camino que hay desde que tú descubres un fármaco efectivo en un laboratorio hasta que realmente llega a la farmacia. Hay pasos previos muy vitales, como determinar el mecanismo de acción y su eficacia en un modelo animal, pero lo principal es que hagamos llegar nuestro conocimiento a la sociedad para mejorar la vida de los pacientes y nuestro entorno, eso es muy motivante”.
“La ética tiene que ser inherente al investigador y debe estar presente en todas las investigaciones. Creo que ahí no debemos escatimar en recursos porque es muy importante que el ser humano esté seguro de los ensayos. En ese sentido, se pueden incorporar recursos en las administraciones para que las revisiones de los dosieres sean más rápidas, pero uno tiene que ser completamente ético y legal y nunca escatimar en dar ningún resultado negativo que pueda afectar a la seguridad de la salud humana. Ese es mi consejo, no tener miedo, cuando uno tiene algo que no gusta del todo probablemente hay que seguir investigando y así se descubren cosas mejores”, añadió la académica.
El Dr. David Ramírez, académico del departamento de Farmacología de la FCB, fue quien gestionó la venida de la investigadora a Chile y la Facultad, ante lo cual animó a la comunidad FCB a no temer acercarse a otros investigadores.
El académico contó cómo de manera anecdótica envió un correo al Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) «Margarita Salas» del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC – Madrid – España), en donde la doctora Martínez se desempeña y dirige el grupo de Química Medicinal y Biología Traslacional del mismo centro. Aquel paso tan sencillo abrió la puerta a colaboraciones, por lo que instó, especialmente a los estudiantes y jóvenes investigadores, a “buscar centros del área de interés y atreverse a escribir, ya que lo peor que puede pasar es que ese correo no se responda, pero a veces se puede lograr establecer una fructífera colaboración”.
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