Exestudiante de Postgrado UdeC rompió récord de casi 30 años en el atletismo chileno
Crédito: Cedida
Josefa Quezada Morales, quien realizó su Especialidad Médica en Otorrinolaringología en la Universidad de Concepción, derribó una de las marcas deportivas más antiguas que quedaban en el país, específicamente en la prueba de los tres mil metros planos categoría femenino adulto.
El Estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción recibió la semana pasada el Campeonato Nacional de Medio Fondo y Fondo, donde cayó una de las marcas más antiguas del atletismo chileno.
Dicho récord le pertenecía a Alejandra Ramos y fue conseguido en Canadá en 1993. 9 minutos, 15 segundos y 22 centésimas de segundo marcó la atleta en los tres mil metros planos, un número que solo la semana pasada pudo caer.
La encargada de la proeza fue Josefa Quezada Morales, médico titulada en la Usach y que realizó su Especialidad Médica en la Universidad de Concepción, específicamente en Otorrinolaringología, concluyendo sus estudios el año pasado.
La nueva marca es de 9 minutos, 13 segundos y 73 centésimas de segundo, fruto de un espectacular pundonor de la profesional de la salud, quien complementa su copada agenda laboral con un tiempo diario para entrenar.
Pormenores de la hazaña
La historia en el atletismo de Josefa es bastante particular. “Durante la época de finalización de mi Especialidad Médica comencé a entrenar en Concepción con Jorge Grosser. Antes de eso había practicado atletismo, pero de una forma más recreativa. El proceso fue paulatino, pero desde el año pasado empezamos a entrenar todos los días y con más de 100 km a la semana”, señala.
Entrenar durante el inicio de su estadía en la UdeC fue más complicado por temas de tiempos y carga asistencial, por lo que no podía hacerlo todos los días. Sin embargo, igual tuvo apoyo de su jefatura para participar de cualquier competencia.
Su titulación en la UdeC / Cedida
“Desde el año pasado mi entrenador se planteó firmemente que era posible romper el récord, pero una cosa es lo teórico, la parte de los entrenamientos, y otra cosa es competir. Aparte, por la pandemia no hay muchas carreras últimamente y en las que había tenía que salir yo a marcar el ritmo. Era un poco más difícil, sobre todo por la poca experiencia que tengo en competencias. El año pasado lo intentamos en un torneo a fin de año y estuve como a cuatro segundos. Lo preparamos mucho mejor para este año”, explica.
Vida en el sur
Josefa actualmente está en Chiloé, “devolviendo la Especialidad Médica” en el Hospital de Castro y también en asentamientos rurales periféricos, para así poder descentralizar un poco la atención y ayudar a las zonas más alejadas.
“No ha sido fácil. Me costó adaptarme al comienzo, pero pude hacerlo. A veces tengo mis bajones anímicos por el hecho de estar sola acá entrenando sin mi entrenador; no tengo una red de apoyo acá en Chiloé, pero en realidad no sé si ha sido por la carrera profesional que elegí, pero me convertí en una persona disciplinada y perseverante. Todos los días entreno después del trabajo, no hay excusa, independiente del clima, del ánimo y de las ganas”, apunta.
Sobre su paso por el Hospital Regional Guillermo Grant Benavente de Concepción, recuerda que le encantó, «aunque el primer año fue duro, porque no estaba haciendo deporte en ese momento; tenía mucho estrés y estaba un poco deprimida”, rememora.
Pero cuando retomó el deporte y se encontró con su entrenador actual empezó a andar mucho mejor. Como anécdota cuenta que sus jefes la molestaban, porque le decían que si hubieran sabido que el poder entrenar implicaba verla de mucho mejor humor, la hubiesen mandado a la pista desde el primer día.
Expectativas
En la planificación original, Josefa iba a ir por el récord de los tres mil metros planos la semana próxima en la ciudad argentina de Concepción del Uruguay. Pero de todos modos irá allá para tratar de seguir bajando su tiempo.
Corre también los 1.500 m y de muy buena manera. “Competí el sábado en los 1.500 y me llevé una sorpresa, porque en Chile solo dos mujeres han bajado de 4 minutos 20 segundos en dicha prueba: Alejandra Ramos —que tiene el récord— y yo. Estoy a cuatro segundos y fracción”, añade.
En esa prueba en específico, ve difícil romper la marca. “No sé si se da este año, no lo descarto, mi entrenador cree que sí, él siempre tiene más confianza en mí, pero prefiero ir paso a paso y ver si me logro acercar un poco más; cuando ya esté a un segundo podría decir que estoy cerca, pero por ahora trato de pensar en mejorar mi marca y en mis progresos y no ponerme tantas expectativas”, concluye.
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