Estudiantes de tres generaciones comentan sus impresiones ante el retorno presencial a clases
Crédito: César Arroyo/Dircom
Este año, la UdeC vive la particularidad de recibir a tres generaciones que conocen por primera vez sus campus. Los y las estudiantes comentaron cómo fue su primer día de clases presenciales, tras dos años de actividades online.
Los y las estudiantes volvieron al campus, y con ello múltiples conversaciones, grupos de amigos, almuerzos al aire libre y todo lo que significa la vida universitaria. Los primeros días, quienes se integran a la Universidad comienzan a descubrir sus múltiples espacios, realizar sus primeros trámites y entablar amistades que los acompañarán durante los próximos meses.
Este año, tras la pandemia y debido a las restricciones sanitarias, es excepcional: tres generaciones de estudiantes UdeC no conocían el campus ni a sus compañeros, más allá de las clases virtuales. Para muchos de ellos y ellas -2020, 2021 y 2022-, se trata de la primera vez que recorren la Universidad y se conectan cara a cara con quienes solo compartían en grupos de Whatsapp. En el ajetreo de ir y venir de clases, algunos compartieron sus impresiones sobre este primer día.
Valentina Fuenzalida Arriagada es de Coelemu, y eligió estudiar Obstetricia en la UdeC como primera opción. Para ella, desde séptimo básico esta carrera era su favorita. “Con los años, fui investigando y cada vez me gustaba más”, indicó.
Sobre el retorno a clases, esta estudiante de primer año expresó que “a pesar de que los profesores y la Universidad han hecho lo mejor posible para implementar una buena plataforma online, lo mejor es la presencialidad, porque uno se motiva a aprender mucho más”.
Una experiencia similar es la que espera encontrar Matías Aguayo, de tercer año de Ingeniería Civil Eléctrica, quien tuvo clases en primero y segundo online, desde su casa en Linares. “Iba a venir en marzo de 2020, tenía listo el arriendo y unos días antes de entrar se suspendió todo. Ahora estoy emocionado. En casa es más difícil estudiar, había más distracciones. A veces uno tenía dudas y los profesores no alcanzaban a contestar”, comentó.
En su primer día, tendrá clases de Redes de corriente alterna, en la que será su primera interacción con sus profesores. En cuanto a los desafíos, explicó que “lo más difícil quizás sea el traslado, porque no vivo tan cerca. También va a cambiar el trato con los profesores porque nunca hemos conversado cara a cara”.
Algo similar opinó Lucas Alfaro, de segundo año de Ingeniería Civil Biomédica. Si bien no encontró tan difíciles las clases online, “llegar y estar en el ambiente universitario es más entretenido. Por ser de Linares, no pude asistir a las actividades presenciales del año pasado, así que no he estado todavía en la Universidad”.
Apoyo y contención
El retorno a clases involucra a toda la comunidad universitaria, desde los y las profesoras pasando por el personal de apoyo y funcionarios.
Marta Romero, quien trabaja como auxiliar en el edificio de aulas conocido como el “Plato”, responde las dudas de los y las estudiantes, que se acercan a ella para pedir indicaciones de cómo llegar a distintas reparticiones universitarias. “Vienen llegando con todo el ánimo del mundo. En estos días hay más confusión y les cuesta encontrar la sala o aprenderse los horarios, pero les he estado ayudando para orientarlos”. Marta destacó el hecho de que este año, son más estudiantes los que están experimentando la Universidad por primera vez.
“Ahora son tres generaciones, de primero a tercero, que no habían venido. Tenemos que tratar bien a los estudiantes. Para mí, que tengo hijos de esa edad, es como si fueran mis hijos. Ahora mismo he resuelto dudas muy básicas, por ejemplo, un estudiante que viene de lejos me preguntó donde podía calentar su comida porque estará todo el día acá”, dijo la funcionaria.
Además de reconocer los lugares por donde transitarán cotidianamente, los y las estudiantes se están conociendo con sus compañeros y compañeras, a quienes solo han visto virtualmente. Ninoska Campos, alumna de tercer año de Ingeniería Civil Industrial, contó que el año 2021 alcanzó a asistir a algunas clases voluntarias, para grupos de 20 a 30 personas. Este año, su primera clase tenía 85 personas aproximadamente, lo que ya representa un cambio.
“Me gustaban las clases online. En cuanto a las clases presenciales, es cierto que viajar quita tiempo. Espero que sean para mejor, porque el aprendizaje no es igual en modo virtual”. Entre las cosas positivas señaló el encuentro con sus pares. “A mis compañeros los conocía por Whatsapp, o por Instagram y ahora nos vimos en persona. Tenía mi grupo virtual y hoy nos encontramos en la sala de clases”, finalizó.
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