Especialistas elaboraron guía para teleeducación en tiempos de aislamiento social

Las rutinas o las prácticas cotidianas sufrieron abruptas modificaciones con las diferentes exigencias sanitarias adoptadas por nuestro país para evitar nuevos contagios de Covid-19.

Una de las costumbres alteradas que más dificultades provocó en los hogares fue la forma de enseñar y resguardar los aprendizajes de los estudiantes.

Frente a esta situación, el teletrabajo se alzó como la principal medida para garantizar los procesos formativos. No obstante, esta forma de desarrollar la actividad no ha estado exenta de inconvenientes.

Por esta razón, académicos de las universidades de Concepción (Cristián Oyanadel), de La Serena (Ingrid González y Pablo Castro) y de Atacama (David Cuadra) elaboraron un documento con consideraciones generales y sugerencias para apoyar las gestiones de los profesores de enseñanza básica y media durante el periodo de cuarentena.

La guía para apoyar la teleeducación en tiempos de aislamiento social, que se diseñó en el marco del proyecto Fondecyt Regular 1180918 “Teorías subjetivas de profesores(as) sobre el tiempo escolar: su variación según los años de experiencia y los contextos laborales”, fue pensada para ser masificada abiertamente, así que ya está siendo difundida en diferentes portales institucionales y educativos.

“El trabajo realizado con profesores de tres regiones sobre el tiempo escolar nos ha entregado resultados que también aplican en el contexto de la teleducación y teletrabajo. Uno de los problemas fundamentales es la percepción de escasez del tiempo y las emociones negativas asociadas a ello. Por tal razón, la actitud y la gestión del tiempo pueden tener un rol clave en la salud y bienestar de las personas de una comunidad educativa, y por ende, son relevantes para el éxito del proceso educativo”, indicó el Dr. Cristian Oyanadel, académico del Departamento de Psicología UdeC y coautor de este valioso aporte.

Respecto a la importancia de esta guía, el especialista en psicología clínica recalcó que “es una contribución a las personas, para facilitar la adaptación al nuevo escenario social y al  actual proceso educativo, reduciendo, ojalá, los costos para la salud y el bienestar. Pero, además, esperamos que se consideren las recomendaciones por parte de quienes están a cargo de la gestión de comunidades educativas”.