Espacio de encuentro y conocimiento: UdeC conmemora 50º aniversario de la apertura de Biblioteca Luis David Cruz Ocampo
Crédito: César Arroyo. DirCom
El edificio recuerda al abogado, integrante del Comité Pro-Universidad, Secretario General, impulsor y primer director de la Biblioteca y fue inaugurado el 4 de mayo de 1972 por el Presidente Salvador Allende.
Con un presupuesto de 500 pesos de la época, asignados por el Directorio, la UdeC daba inicio en junio de 1926 al proyecto de creación de la biblioteca pública universitaria, tras su aprobación en el Consejo Académico.
Un mes más tarde, el servicio abría sus puertas en la sede de la administración universitaria, situado en San Martín con Aníbal Pinto, donde funcionó por cinco años para luego trasladarse al nuevo edificio central de la UdeC en Barros Arana 1060.
La Biblioteca UdeC permaneció allí por cuatro décadas hasta la inauguración de su actual emplazamiento, el 4 de mayo de 1972, en un acto al que asistió el Presidente Salvador Allende.
La comunidad universitaria conmemoró este miércoles 4 de mayo los cincuenta años de la apertura del edificio que lleva el nombre del abogado Luis David Cruz Ocampo, quien fue parte del Comité Pro-Universidad, Secretario General, impulsor y primer director de la Biblioteca.
La jornada estuvo centrada en destacar los valores arquitectónicos e inmateriales de esta creación de los arquitectos Emilio Duhart y Roberto Goycolea y que forma parte del conjunto de construcciones del Campus Concepción declarado Monumento Nacional.
“Este es un edifico emblemático no solo dentro de la UdeC sino que a nivel nacional. Los arquitectos Emilio Duhart y Roberto Goycolea expresaron en esta obra la perspectiva de futuro de nuestra universidad en términos de infraestructura, asociada al periodo de crecimiento del plan maestro”, expresó el Rector Carlos Saavedra Rubilar en su saludo al equipo de trabajo de Bibliotecas UdeC.
La autoridad universitaria destacó asimismo que este recinto ha sido un aporte a la convivencia en la comunidad y, sobre todo, un espacio de conocimiento, a la vez que mencionó la necesaria evolución que ha tenido a través del tiempo.
“Ha ido cambiando los paradigmas desde la presencia de los libros en términos tradicionales, en términos materiales, a la plataformas digitales (…) Desde esa perspectiva, sabemos que nuestra Biblioteca tiene desafíos significativos para los próximos tiempos en términos de crecimiento y apertura de nuevos espacios para el encuentro de los estudiantes, investigadoras e investigadores y la comunidad” afirmó el Dr. Saavedra.
La Directora de Bibliotecas UdeC, Karen Jara Maricic se refirió al espíritu de servicio que ha cruzado la trayectoria de esta unidad universitaria y comentó el trabajo realizado por su equipo profesional en la preparación y montaje de una exposición.
La muestra resume los principales hitos del desarrollo de la Biblioteca Central, planos y maquetas, entre otros recursos, y estará abierta al público durante todo el mes y será parte de las actividades de celebración del Día Nacional del Patrimonio, adelantó la directora.
Recordando al Director de la Escuela de Biblioteconomía y Ciencias de la Información de la Universidad de Carolina del Sur -quien ha dicho que “las malas bibliotecas crean colecciones, las buenas bibliotecas cran servicios, las grandes bibliotecas cran comunidades- Karen Jara señaló que la aspiración de Bibliotecas UdeC es “ser una gran comunidad que impacte en el quehacer de nuestra universidad, en nuestras y nuestros estudiantes, nuestras y nuestros académicos, investigadores, exalumnos y funcionarios en general”.
Arquitectura y memoria
La ceremonia contempló la presencia del arquitecto Luis Darmendrail Salvo y la artista visual Pía Aldana, ambos egresados de la UdeC, quienes fueron parte de un conversatorio dedicado al edificio construido entre 1968 y 1971, considerado un hito en la historia urbanística de la UdeC, ya que cierra un eje que desarrollaron múltiples arquitectos a lo largo de los años.
El arquitecto comentó que junto a su importancia arquitectónica, la construcción que alberga la Biblioteca tiene un valor social y cultural que sobrepasa el espacio universitario y regional.
“Normalmente asociamos la arquitectura con materiales, con el hormigón, los cristales, lo que tiene que ver con lo tangible, pero hay que pensar la trascendencia que tiene la arquitectura, cómo cala hondo en un paisaje urbano y, por sobre todas las cosas, como nosotros hacemos uso de esa arquitectura (…)”, reflexionó y afirmó que “no hay que olvidar que la Biblioteca siempre ha sido un foco de la difusión del conocimiento y la cultura”.
También situó el momento en que se concretó este proyecto universitario.
“Hay que entender que esta biblioteca es resultado de muchos procesos, es el resultado de un testimonio de una época, testimonio de una era de cambios, una era que la UdeC se proyectaba en una visión futurista y moderna ante una incertidumbre del futuro”, explicó.
Por su parte, Pía Aldana compartió su visión de la Biblioteca desde la perspectiva de su proyecto La memoria de los umbrales, centrado en la elaboración de dioramas inspirados en una serie de edificios dentro de los que se cuentan ocho construcciones universitarias, incluida la Biblioteca Central con su fachada.
La artista explicó que este trabajo descansa en la idea de que nuestra memoria se basa en una colección de recuerdos y que los edificios emblemáticos incluidos en su proyecto “son contenedores de memorias colectivas”.
Desde esa perspectiva, Aldana indicó que el edificio de la Biblioteca “tiene profundas cargas simbólicas más allá de toda la valoración arquitectónica que posee”.
“Este edificio alberga la posibilidad de expandir los conocimientos más allá de nuestros orígenes políticos, sociales, económicos, pensamientos político, filosófico o religioso; es un lugar llano y empático”, dijo y de paso recordó los momentos que vivió en el recinto en su época de estudiante de pre y postgrado.
En la oportunidad, también se llevó a cabo la premiación del Concurso Marcapáginas de la Biblioteca, dedicado en su quinta versión a resaltar las características arquitectónicas de su edificio.
La ganadora fue la estudiante de Arquitectura, Catalina Alarcón Reyes, quien recibió su reconocimiento de manos de la directora de Bibliotecas y el decano de Arquitectura, Urbanismo y Geografía, Leonel Pérez Bustamante.
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