Enfoque integral y énfasis en políticas públicas: Las claves del Día Mundial de la Salud

Desde su creación un 7 de abril de 1948, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha seguido un objetivo: “construir un futuro mejor y más saludable para las personas de todo el mundo”. Es por eso que cada año en el mismo día de su aniversario, celebran el Día Mundial de la Salud. Con diferentes motivaciones que reflejen las preocupaciones a nivel mundial en el área, este 2024 el enfoque corresponde a “Mi salud, mi derecho”. 

Como explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su web, “el tema de este año fue elegido para defender el derecho de todos, en todas partes, a tener acceso a servicios de salud, educación e información, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes, y libertad de discriminación”.

De esta forma, buscan que los gobiernos tomen cartas en el asunto, enfocándose en políticas públicas que mejoren el acceso, la información y la atención en salud de las personas. La Directora del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina Universidad de Concepción, Paula de Orúe Ríos, explicó que la OMS define la salud no solo como la falta de enfermedades, «sino que es estar sano desde lo biológico, psicológico y lo social. Ahora se agrega lo espiritual también”.  

Los beneficios de que un país se preocupe de la salud integral de las personas van, entonces, más allá de mantener las urgencias hospitalarias desocupadas: “En la medida que estamos sanos, producimos mejor. Si producimos mejor, podemos tener más crecimiento individual y poblacional. Y eso hace que los países sean más sanos y puedan otorgar mejores derechos a las personas. Así que se distribuye adecuadamente”, ahondó De Orúe.  

Para la matrona cuidarse es un derecho y una responsabilidad. Una vida sana, conductas saludables y autocuidado son su base para el buen desarrollo, destacando, además, las vacunas. “Yo me cuido, primero con conductas saludables, pero también vacunándome, entendiendo que cuando me vacuno no solo me protejo yo, sino que protejo a todos los que están a mi alrededor, porque no todos nos quedan inmunizados con la vacuna”. 

La profesional destacó que estadísticamente estamos “viviendo casi 35 años más que en los años 60”. La mejora es grande para un lapso relativamente corto y De Orúe identificó como el principal responsable el uso de las vacunas.