Crédito: Facultad de Humanidades y Arte UdeC
Miramos a la virtualidad y sus plataformas y encontramos una oportunidad para establecer y afianzar redes de colaboración.
La ya tradicional cita del grabado penquista que celebra septiembre como su mes ha iniciado una nueva versión, la sexta para ser precisos. Pero esta versión ha debido adaptarse a estos nuevos y raros tiempos. En su origen, el mes del grabado surge con el propósito de instalar un hito cultural en la ciudad de Concepción en torno al grabado y la grafica. Buscando difundir la disciplina, cada año se ofrece un nutrido programa de actividades orientadas a entregar acceso a la comunidad al conocimiento, goce y práctica de esta hermosa forma de expresión del grabado.
En esta versión, la variada programación ofrecida al público ha debido ajustar los formatos a la virtualidad, en ese sentido, por ejemplo, la exposición que anualmente se realizaba en la sala de la Corporación Cultural Artistas del Acero se ha planteado como una exposición virtual. Estado de Agravio es el título y supone un ejercicio creativo colectivo en el que todas y todos los artistas han trabajado sus propuestas tomando en cuenta esta nueva normalidad, y, por otra parte, haciendo eco del despertar de las conciencias, del hastío y de la esperanza de cambios profundos que nos ha dejado el estallido social de octubre de 2019.
En esta misma línea, este año se ha planteado una convocatoria a artistas latinoamericanos con el fin de reflexionar, desde el grabado, sobre las problemáticas locales de cada territorio, con una respuesta que sorprende: son 140 artistas de Perú, Nepal, Brasil, Argentina, Bolivia, Canadá, México y diversas ciudades de Chile que están participando de la Exposición virtual Contingencia Mundial. Dentro de esta instancia, se desarrollará también un conversatorio donde se espera intercambiar experiencias y seguir reforzando las redes de colaboración y el sentido de comunidad que caracteriza al mundo del grabado.
De alguna manera los ejes que definen al mes del grabado, como el compartir y hacer demostraciones de impresión y estar en la calle compartiendo con la ciudadanía, están encontrando nuevas maneras de activar esos nexos. Este año las grabadoras y grabadores del Biobío están desarrollando estrategias virtuales desde sus casas y espacios de trabajo, como una manera de acompañar y dar oportunidad a niños/as, jóvenes y adultos a encontrar en el grabado una forma de expresar su pensar y sentir.
Esta coyuntura por la que atravesamos como sociedad, sin duda nos ha remecido a todas y a todos. Nos ha empujado a levantarnos después del impacto inicial que nos dejó desconcertados. Miramos a la virtualidad y sus plataformas y encontramos una oportunidad para establecer y afianzar redes de colaboración con colegas de otros territorios. Por ejemplo, a través del ciclo de conversatorios Entornos Gráficos, se están desarrollando encuentros con artistas donde se abordan temas como la gestión en el grabado, la asociatividad y el rol pedagógico de esta disciplina. Sin duda lo que rescatamos, y lo más valioso es la oportunidad de hacer comunidad en cada encuentro.
Columnista(s)
Roberto Cartes Montoya
Artista visual y docente Departamento Artes Plásticas
Facultad de Humanidades y Arte
Universidad de Concepción
- Compartir
- Compartir