Dos años de la Ley TEA: UdeC realiza mejoras continuas para garantizar el derecho de personas autistas

Crédito: Esteban Paredes
Modificaciones de espacio, nuevas prácticas, estrategias en el abordaje para la comunidad universitaria y protocolos de regulación, son parte de las adecuaciones realizadas por la Universidad en torno a la normativa.
El 10 de marzo de 2023, la Ley 21.545, más conocida como Ley TEA, dio inicio a su funcionamiento. La normativa establece la promoción de la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos de las personas con trastorno del espectro autista en el ámbito social, de salud y educación.
Pese a que el reglamento cumple dos años, la Universidad de Concepción ya contaba con avances respecto al reglamento, gracias al trabajo realizado a través del Centro de Apoyo al Desarrollo del Estudiante, CADE, y su Unidad de Inclusión y Diversidad. Ambas unidades han trabajado en el acompañamiento de estudiantes con discapacidad, identificando a estudiantes dentro del espectro autistas, desarrollando experiencia en los tipos de ajustes razonables que se requieren para sus trayectorias educativas.
Igualdad de oportunidades
Esta nueva Ley marcó un precedente, ya que por primera vez se identifica al grupo de personas con TEA en un cuerpo normativo.
Sobre esta distinción, la Directora del Programa Interdisciplinario de Inclusión (InclUdeC), Jasmine Valenzuela Saravia, señaló que “fue muy importante, ya que no necesariamente una persona con un diagnóstico de TEA es una persona con discapacidad. Entonces, también culturalmente comenzamos como Universidad a aprender, a utilizar de mejor forma el lenguaje para no generar algún tipo de malentendido o discriminación”.
“Obviamente hubo que incorporar nuevas prácticas, no solo para los y las estudiantes, sino que también a nivel de trabajadores y trabajadoras, en las que pudiéramos concientizarnos respecto al TEA, incorporar nuevas estrategias en el abordaje en el caso del estudiantado y toda la normativa que venía asociada a los trabajadores y trabajadoras”, complementó.

Capacitación
Por su parte, la trabajadora social y coordinadora de la Unidad de Inclusión y Atención a la Diversidad del CADE, Jessica Espinoza Candia, detalló que dentro de los apoyos que existen para estudiantes con TEA están los ajustes razonables, así como también el apoyo para el diagnóstico a través de un test que se realiza un par de veces en el año.
“Si bien los resultados de este test no son oficiales, ayuda mucho a que los y las estudiantes puedan acceder al diagnóstico, porque después solo tienen que ir a un especialista que es neurólogo o psiquiatra”, añadió.
Además, también se lleva a cabo dos veces al año -con varias sesiones por cada una- el taller Club Lego. “Este es el tercer año que trabajamos con ese taller, que está orientado a trabajar habilidades sociales y el principal objetivo que nosotros teníamos en un principio era para estudiantes con TEA. El año pasado ya tuvimos experiencia incorporando nuevos y nuevas estudiantes con otros diagnósticos para trabajar habilidades sociales, pero ya este año pretendemos tener un nivel 2 de taller Club Lego, porque finalmente los y las estudiantes han formado una comunidad que sirve como red de apoyo”, explicó Espinoza.
Los ajustes razonables también juegan un papel preponderante en la implementación de la Ley TEA en la UdeC.
Cabe recordar que estas adaptaciones se acuerdan para que las personas con TEA no se encuentren en desventaja, y que la Ley 21.545 establece estos ajustes en el ámbito de la salud, educación y social.
“Esos ajustes se trabajan en una evaluación social y luego especializada con un profesional que puede ser psicólogo/a educacional o educador/a diferencial, quien realiza un informe que va a la carrera, a docentes y jefes de carrera. Desde el momento en que se emite ese informe de ajustes razonables, la carrera empieza a incorporarlos, que son adecuaciones de acceso al currículum”, precisó Espinoza.
La capacitación es otro de los puntos interesantes en este proceso. La Directora de InclUdeC detalló que a fines del año 2024 se lanzó un MOOC (Massive Open Online Course) respecto a la ley. “Nos permite abrirnos a toda la comunidad externa para que pueda ser parte de estos cursos abiertos; es un primer paso para empezar a familiarizarnos, acercarnos a la terminología, entender cómo funciona la ley y también conocer un poco la historia de cómo hoy Chile tiene una normativa y por qué se ha hecho tanto énfasis en diferentes mecanismos de equidad para este colectivo”, manifestó Valenzuela.

Acerca de la capacitación docente, en 2024 se incorporó a la oferta talleres específicos para el abordaje de estudiantes con TEA y estrategias relacionadas con el manejo en aula. “Los desafíos quedan en poder ir fortaleciendo esta oferta, que tiene que ver con informarse, educarse y concientizarse respecto al TEA. Pero también creo que nos quedan desafíos a nivel cultural, que a partir de capacitarnos podamos ir visibilizando el colectivo, pero no tanto desde las diferencias, sino desde las riquezas que pueden entregar dentro de la comunidad universitaria y por supuesto seguir consolidando acciones que quizás no tenemos tan integradas en nuestro quehacer y que tienen que ver con la forma en que nos relacionamos, este tema de que hay personas que se puedan sobrestimular, las cargas sensoriales, etc.”, dijo la Directora de InclUdeC.
Número creciente
Dentro de las acciones realizadas el año pasado, también destaca un protocolo de regulación trabajado en conjunto entre la Dirección de Servicios Estudiantiles, Dirección de Docencia e InclUdeC, el que está orientada no solo para estudiantes, sino también para funcionarios y funcionarias, además de la consolidación de un curso complementario dictado en los tres campus hace cuatro años, junto con un diploma que está orientado para estudiantes del curso que ya están saliendo de la Universidad, que tiene como finalidad incrementar su sentido de inclusión al momento de su egreso.
Jessica Espinoza reveló que, en la Unidad de inclusión del CADE, cuando comenzaron el año 2020, lo hicieron con ocho estudiantes. “Crecimos exponencialmente y pasamos a 16, 30 y el año antepasado fueron cerca de 200. El año pasado terminamos teniendo 400 estudiantes (80% con diagnóstico de TEA) y actualmente estamos con muchas solicitudes. También eso tiene que ver con la implementación de la PAES adaptada, que ayuda a que los y las estudiantes puedan tener adecuaciones para rendir las pruebas. También trabajamos con el programa PAES y con varios colegios, por lo que hay una adecuada difusión que señala que en la UdeC existen los apoyos necesarios”, cerró.
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