Disminuye velocidad de la pandemia en zona centro y persiste alta carga en extremos del país
Crédito: Archivo
El último informe elaborado por las y los expertos de ICOVID Chile muestra una heterogeneidad y asincronía en la epidemia a nivel nacional, con diferencias al comparar las diferentes zonas del país.
El equipo ICOVID Chile, iniciativa liderada por la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción, presentó su séptimo informe con análisis y datos de las dimensiones propuestas para monitorear la pandemia Chile, con información obtenida hasta el sábado 19 de septiembre, proporcionada a través de un convenio con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Según datos de esta nueva entrega, a nivel nacional se exhibe una mejora en la dinámica de contagios, pero con inestabilidad y asincronía entre las diferentes regiones, lo que sugiere la necesidad de contención con medidas heterogéneas en el territorio nacional, ya que en ocho de las 16 regiones del país persiste la tendencia que cada caso COVID-19 positivo contagia al menos a otra persona, lo que reproduce y prolonga la epidemia.
En cuanto a la dimensión de carga, medida como el número de casos nuevos en promedio semanal por cada 100 mil habitantes, se observa una tendencia a la baja respecto a las dos semanas anteriores, pasando a color naranjo (cercano al umbral peligroso), y alcanza niveles similares a los de fines de abril durante la fase creciente de la primera ola de la pandemia. Esta disminución se ve determinada fuertemente por los valores en las regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana. Sin embargo, a nivel regional este indicador alcanza niveles rojos en la mayoría de las localidades. En particular, resulta preocupante la situación de las tendencias en tasas de las regiones de Atacama (25,34), Aysén (55,82) y Magallanes (116,84), mientras se mantienen altos los niveles en las regiones de Arica y Parinacota (17,46) y del Biobío (12,01). En cambio, se observan avances positivos en las regiones de Maule y Ñuble.
La ingeniera y vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción, Andrea Rodríguez, plantea que “la situación nacional, aunque sigue siendo de preocupación, muestra mejores indicadores que las últimas semanas. Habrá que esperar la evolución y los efectos de las Fiestas Patrias, ya que aún no se manifiestan completamente sus efectos en las cifras. Esperamos que la población haya actuado con responsabilidad y se haya hecho parte del control de la pandemia”.
En cuanto al indicador de transmisión (R) a nivel nacional, sigue bajo el umbral 1, pero se ubica sobre 0,9 en promedio semanal, alcanzando niveles similares a los días de fines de junio. A nivel regional, la mitad de las regiones se mantiene sobre el umbral 1. Particularmente preocupantes son las alzas en los niveles de transmisión promedio en las regiones de Aysén (2,56), Atacama (1,25) y Los Lagos (1,22), y los niveles sobre el umbral 1 de las regiones de Los Ríos (1,22), La Araucanía (1,11), Arica y Parinacota (1,042), O’Higgins (1,08) y Magallanes (1,09).
Con respecto a la dimensión de testeo, esta semana el valor promedio de los exámenes PCR que resultan positivos se mantiene estable, con 6% a nivel nacional, al igual que en las últimas semanas. A nivel regional, se observan aumentos en la positividad promedio semanal: de 8,3% a 9,7% en Arica, de 1,9% a 4,4% en Aysén, y de 2,8% a 3,8% en Los Lagos. Algunas regiones exhiben, en cambio, una cierta mejoría, incluyendo Coquimbo que baja su positividad promedio semanal de 7,0% a 5,2% y Los Ríos que pasa de 5,9% a 4,2%. El resto de las regiones se mantienen bastante estables, con pequeñas variaciones de menos de 1%.
A nivel nacional, el número de test por mil habitantes se mantuvo en 11,07 hasta el 16 de septiembre, para caer a 8,69 el 18 de septiembre. En condiciones normales, esta situación sería preocupante, pero dichas cifras se encuentran claramente influenciadas por las Fiestas Patrias, por lo que se espera que la tendencia general se recupere a los niveles anteriores. A nivel local, el promedio semanal del indicador cayó en la mayoría de las regiones, con la excepción de Arica, La Araucanía, Los Lagos, Maule y Ñuble.
En la dimensión de trazabilidad, si bien ha existido una mejoría sostenida de los indicadores, aún se encuentran en un rango de riesgo (naranjo), lejos de la meta propuesta de 80% de cobertura, y se observan situaciones heterogéneas en las diferentes regiones. Preocupan regiones que se encuentran en situaciones poco resilientes para enfrentar rebrotes desde el punto de vista de la trazabilidad, como Tarapacá, Atacama, O’Higgins, La Araucanía y Magallanes.
Se observa una mejora sostenida en la proporción de personas que consultan tempranamente (dentro de dos días de iniciados los síntomas). No obstante, este indicador se mantiene en color naranjo a nivel nacional con sólo 51% de casos que consultó y fue ingresado como sospechoso al sistema de manera temprana, siendo la meta un 80%. La situación es bastante similar a lo largo del país, a excepción de La Araucanía con 30% y Los Ríos con 62%. Por otro lado, 59% de los resultados de los exámenes PCR son informados al Ministerio de Salud dentro de un día desde la consulta médica, manteniéndose en color naranjo desde fines de junio. Este es el indicador que muestra mayor variabilidad regional, oscilando entre 12,6% y 90% (Atacama y Biobío, respectivamente). Nueve regiones empeoraron este indicador en la última semana de corte y preocupan las que tienen procesos más lentos en examen o laboratorio como Atacama, Maule, La Araucanía y Los Lagos, todas ellas en rojo.
En cuanto a la confirmación temprana de casos, es decir, la suma de los tiempos desde el inicio de síntomas hasta que Minsal recibe el resultado del examen PCR. Se observa una mejora paulatina desde mayo a la fecha, subiendo de 10% a un 42% a fines de agosto, pasando de rojo a naranjo a nivel nacional. Sin embargo, aún se observan variaciones importantes entre regiones, en el rango de 22% a 56%. En rojo se encuentran las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y La Araucanía.
La epidemióloga y académica del Departamento de Salud Pública de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Paula Margozzini, recalca que “la trazabilidad inicial se encuentra fundamentalmente en manos de la ciudadanía y los empleadores. Se requiere que las personas con síntomas iniciales puedan aislarse y entregar la información de sus contactos rápidamente, sin esperar el resultado del test, lo que podría reducir importantemente la transmisión en Chile. Para que esto ocurra con velocidad y alta cobertura, se requiere que las personas que inician síntomas, aunque sean leves, se comuniquen con el sistema de salud en su primer día, así se los puede guiar y ganar tiempo, programando la forma de acceder al test y la eventual necesidad de residencia sanitaria”.
Finalmente, respecto a la ocupación hospitalaria a nivel nacional se mantiene en un promedio de 79%, con valores altos (sobre 85%) en las regiones de Antofagasta, O’Higgins y Biobío. Por otra parte, se constatan aumentos notorios en Atacama (de 64,8% a 70,8%) y Ñuble (de 76,9% a 83,3%), pero también bajas importantes en Aysén (de 71,4% a 45,8%), Los Ríos (de 75,2% a 60,9%) y Magallanes (de 79,1% a 71,0%).
Los análisis contenidos en el séptimo informe de ICOVID Chile, que incluye datos hasta el sábado 19 de septiembre, no da cuenta de la situación de la pandemia luego de las Fiestas Patrias, el verdadero comportamiento de la transmisión durante este período se podrá observar en el noveno informe de ICOVID Chile, que incluirá cifras e información hasta el sábado 3 de octubre. Asimismo, se sugiere cautela en la interpretación ya que los días 11 y 18 de septiembre pudieron provocar una disminución en las consultas y testeo, lo que pudo influir, a su vez, en la notificación de casos.
Más información sobre datos y el reporte completo en: http://www.icovidchile.cl/
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