Departamento de Artes Plásticas: espacio de formación pionero en el sur de Chile cumple 49 años
Crédito: Archivo
Surgió como un espacio impulsado por tres académicos y artistas, quienes crearon la primera escuela de arte fuera de Santiago y la tercera en antigüedad en el país.
En julio de 1972 abrió sus puertas el proyecto universitario impulsado por los artistas y académicos Tole Peralta, Eduardo Meissner e Iván Contreras, materializando el añorado espacio de formación artística en Concepción, creando la primera escuela de arte fuera de la capital y la tercera en antigüedad en Chile.
El gobierno de México, a través del Plan Chileno-Mexicano de Cooperación Fraternal (1960-1964), donó el edificio de la Casa del Arte José Clemente Orozco (Pinacoteca) para albergar y exhibir su colección de pintura chilena. Lo hizo también como un gesto para incentivar la organización de una Escuela de Artes Plásticas (planteada en ese momento como “Bellas Artes”) que permitiera la formación de artistas en Concepción. Integrado a la arquitectura del edificio, se sumó la producción del mural Presencia de América Latina (1965), del artista mexicano Jorge González Camarena.
Esta idea de crear una escuela universitaria de formación artística era un anhelo que la Sociedad de Arte de Concepción (1949) y la Asociación de Pintores y Escultores de Concepción (1967) tenían en lo local. Esta última organización incluso estuvo al alero de la Universidad de Concepción, sin embargo, no sería hasta la Reforma Universitaria y en específico al rectorado de Edgardo Enríquez Frödden (1967-1972), quien luego sería Ministro de Educación de Salvador Allende, que este proyecto logró materializarse.
Es así como a partir del modelo fijado por la Reforma, se fundó el Instituto de Arte de la Universidad de Concepción en 1971, estableciendo su estructura en un sistema departamental, donde se crearon y agruparon cinco divisiones: el Departamento de Artes Musicales (fundado en 1963), de Artes Plásticas y Visuales, de Artes Teatrales (donde estaba formalmente la compañía de Teatro de la Universidad de Concepción fundada en 1945), Coro y Orquesta, y Educación por el Arte.
A partir de estas gestiones universitarias a nivel nacional y local, se creó la tercera Escuela de Arte en Chile, después de la Escuela de Bellas Artes de la U. de Chile (1879) y de la Escuela de Arte de la P. U. Católica (1959).
El 3 de julio de 1972 el Departamento de Arte (también denominada Escuela de Arte según documentos oficiales de la época) comenzó sus labores académicas con un equipo docente constituido por los artistas y Premios Municipales de Arte de Concepción Julio Escámez, Eduardo Meissner, Albino Echeverría e Iván Contreras, junto a Tole Peralta, Jaime Fica, Enrique Ordóñez, Hugo Pereira, Héctor Ramírez y Ramón Barrientos.
Portada de Atenea por Pedro Millar/Archivo Javier Ramírez H.
Artistas por la utopía del siglo XX
El plan de estudios de la carrera de Licenciatura en Artes Plásticas proponía un ciclo de Bachillerato en áreas de dibujo, color y filosofía del arte, y luego especialización en los lenguajes de pintura, gráfica, escultura y dibujo. El documento detalla: “La denominación del Departamento manifiesta un deseo por generar un proyecto de características innovadoras, buscando desmarcarse del modelo de otras escuelas existentes en el país”. La búsqueda de la fusión de las Bellas Artes y las Artes Aplicadas que propuso este plan de estudios inicial, se fundamentaba en que ambas enseñanzas eran complementarias, y que, a partir de ese cruce, se creaba una nueva manera de entender la producción de obra contemporánea.
La investigación Concepción, te devuelvo tu imagen. Resistencia cultural 1972-1991 da cuenta de estos hallazgos, primero una muestra en la Galería Universitaria y próximamente una publicación impresa a lanzar en 2021, el proyecto de la académica UdeC Leslie Fernández junto a un equipo de periodistas, enfatiza en la utopía que implicó el Departamento de Artes Plásticas y Visuales a nivel nacional y local: “A partir de octubre de 1973, es posible constatar en los archivos de la UdeC reformulaciones que tuvieron implicancias académicas y administrativas. En el recientemente conformado Instituto de Arte, la reestructuración consistió en eliminar los Departamentos de Coro y Orquesta, Artes Teatrales (TUC) y Educación por el Arte, siendo los dos últimos los que manifestaban un mayor compromiso y vínculo social”, comentó Fernández.
Esta reestructuración universitaria impuesta por el Régimen Cívico Militar de facto, contempló a las artes como una amenaza. Diversas fuentes, como entrevistados/as y archivos de época, mencionan que la carrera de Licenciatura fue interrumpida entre 1975 y 1982, no permitiendo que sus estudiantes se graduaran del primer plan de estudios, sino como Licenciados/as en Educación mención Artes Plásticas y Pedagogos/as en Artes. Esta situación fue atendida por la Universidad, permitiendo en 2009 y 2010 que estudiantes de la época pudieran obtener el grado en Artes Visuales. Respecto a la estructura de las asignaturas, se mantuvo muy similar a la inicial, sin embargo, fueron suprimidas Pintura Mural, y Arquitectura y Plástica, reemplazadas por otras del área de educación.
Eileen Kelly Milán fue estudiante de la primera generación de 1972, académica durante 30 años y directora del Departamento de Artes Plásticas UdeC en la época de transición hacia la democracia en Chile: “Desde marzo a julio diariamente íbamos a consultar por la fecha de comienzo de las clases y es en julio de 1972 que éstas recién se inician. Nos entregaron la sala 1 y un taller de carpintería y parte de los subterráneos. En la sala 1 se realizaban tanto las clases teóricas como las de pintura y dibujo y es a partir del segundo semestre que pudimos utilizar el resto del espacio. El ambiente fue extremadamente cordial entre profesores y alumnos, permanecíamos hasta muy tarde en el Departamento generalmente pintando, y realizamos muchas convivencias en casa y talleres de los profesores”.
Pese al control de la dictadura sobre la Universidad y a la reestructuración arbitraria de la carrera, el cuerpo académico conformado por E. Meissner, Pedro Millar, Alicia Rojas, I. Contreras y J. Fica (entre otros), trabajó por una formación de excelencia que marcó a toda una generación de egresados/as entre los 70 y fines de los 80, definidos por lenguajes del arte y producciones muy diversas, pero a la vez, sumergidos en la trama de un país con historia y sin memoria, entre ellos/as: Santiago Espinoza y José Vicente Gajardo, Cocó Pierart, Edgardo Neira, Mario Sánchez, Pilar Hernández, Iván Díaz, Ángela Leible, Natascha de Cortillas, Claudio Romo, Fernando Melo y Miguel Parra, entre otros/as artistas visuales que viven tanto en Chile como en el extranjero.
Eileen Kelly/Departamento de Artes Plásticas
Eileen Kelly propició el diálogo con la Universidad para continuar con la formación de artistas plásticos y visuales en Concepción. En 1990 solicitó la reapertura de la carrera de Licenciatura en Artes, con tres especialidades (pintura, escultura y grabado, reemplazando a gráfica) y prepara un plan para afrontar nuevas responsabilidades. Se contratan nuevos profesores del área de grabado, como también de fotografía, creando sus respectivos talleres, así como se configura un área de diseño computacional.
Universidad y taller
Roberto Cartes Montoya, Licenciado en Artes Plásticas mención Grabado es actualmente académico UdeC en el área de gráfica e ingresó en la generación de 1991. Detalla que durante esos años el Departamento pasó a ser su lugar predilecto, “recuerdo que me encantaba ir a ver pintar a los y las estudiantes de cursos superiores, por ejemplo, me fascinaba el trabajo pictórico de Rubén Fernández. También recuerdo el ambiente de trabajo y creación que se experimentaba en el taller de grabado, las xilografías de José Fernández; lo que me impresionaban las aguafuertes de Boris Montecinos; y en especial la calidez y sencillez docente, entre ellas E. Kelly”.
Para Vania Caro Melo, artista visual y egresada UdeC, el espacio académico era un lugar de libertad, de una dinámica de taller y oficio, de manchas y materiales roídos por la experimentación, “durante los años que estuve allí, generamos muchas actividades entre estudiantes y ex estudiantes, fuera de las aulas. Muchas de ellas en protesta y con sentido crítico; intervenciones, conversatorios, ciclos de videoarte, entre otras, que nos llevaron a muchas a interiorizarnos tempranamente de lo que era la práctica concreta del arte contemporáneo, sin esperar a egresar para descubrirlo”.
“Yo fui de la penúltima generación en cursar la Licenciatura. Justo antes del paso a Artes Visuales. Era una carrera muy enfocada en el dibujo y fuerte en la dinámica de taller. Creo que ese era su sello, y aún cuando existían las menciones de pintura y escultura, el grabado era por lejos el punto fuerte del Departamento, siguiendo una tradición histórica de Concepción”, detalló Caro, quien hoy plantea que las escuelas de arte deben abrirse a la ciudadanía y a los territorios donde están insertas y actualizarse constantemente, “me parece que lo que rige hoy son las prácticas creativas en la interdisciplinariedad y la descentralización tanto del territorio como de los conocimientos”.
Descentralizar la práctica artística
Durante 2005, se reestructuró el programa de pregrado del Departamento, creando la Carrera de Artes Visuales. Este desplazamiento hacia la cultura visual, lo multidisciplinar y contemporáneo, refuerza la necesidad de instalar la investigación artística como eje central para la producción.
José Miguel Morales, Jefe de Carrera de Artes Visuales UdeC, describe que los elementos particulares del nuevo plan de estudios y enfoque disciplinar, es la oferta de los títulos profesionales de “Producción Visual” y “Gestión Cultural”; ambos direccionados en el aporte académico a la comunidad y territorio que abarca la institución. “Estos conceptos aparecieron con vehemencia en el discurso curricular, al momento de crear la actual carrera; como una manera de enfatizar la responsabilidad y ética de los actos/resultados productivos de nuestros/as egresados/as, con un acérrimo sentido benjaminiano”, enfatiza el docente.
José Miguel Morales/Departamento de Artes Plásticas
Por su parte, Cartes, menciona que una de las principales características de la Carrera de Artes Visuales es el enfoque multidisciplinar: “los estudiantes tienen la posibilidad de orientar su currículo a partir de una gran oferta de asignaturas electivas relacionadas con la fotografía, el dibujo, el grabado, la ilustración, los proyectos editoriales, la cerámica, la escultura, la pintura, entre otras, todas a cargo de profesionales de destacada trayectoria y con gran vocación de enseñanza”. Agrega que “otro aspecto destacable es la consolidación de una línea de asignaturas y de investigaciones relacionadas con la teoría e historia del arte, con un enfoque en las problemáticas locales y nacionales a cargo de profesionales que participan en el contexto local y país”.
En esa línea, Caro enfatiza que la descentralización del conocimiento y del arte son importantes para el desarrollo cultural en el Chile contemporáneo: “Viví diez años en el norte del país, en Tarapacá. Allá es muy distinto, entendiendo que la última ciudad donde hay una carrera en artes visuales es Valparaíso y esto es muy al sur para la gente del norte. Entonces, hay todo un territorio muy extenso y diverso que no tiene una dinámica de escena local académica, y esto se permea en el funcionamiento de las artes locales y también se replica hacia el extremo sur de Chile”.
Grabado
Respecto al grabado y su presencia histórica en Concepción y en la formación profesional del Departamento de Artes Plásticas UdeC, Cartes define que este lenguaje junto a la gráfica son un sello identitario en los/as egresados/as: “Este es un momento muy interesante. En el caso del taller de grabado donde me desempeño, este año hemos recibido una importante donación de parte de una exalumna (Elizabeth Bayer), se trata de una prensa de litografía y piedras litográficas, lo que nos permitirá retomar la enseñanza de la litografía en nuestro taller de grabado. Está el nuevo taller de risografía (2020), proyecto a cargo de los profesores Claudio Romo y Cristian Corral, un espacio para la creación y producción editorial en la que participan alumnos y ex alumnos, muchos con potentes propuestas visuales”.
Esta mirada contemporánea sobre y desde las artes visuales también es plasmada en la Revista de Investigación y Creación Artística Alzaprima, impulsada desde el 2010 por el Departamento, y el Programa de Magíster en Arte y Patrimonio, que inició sus actividades académicas en 2012, respondiendo a la necesidad de difundir y formar especialistas en el ámbito del patrimonio cultural con perspectiva regional y nacional. Por aquello, hace 49 años el Departamento de Artes Plásticas de la Universidad de Concepción trabaja por instalar propuestas y prácticas artísticas basadas en modelos de investigación desde las artes visuales, especialmente en modos trans, multi e interdisciplinar, como también en diversos lenguajes del arte, ampliando el campo de acción y contribuyendo a enriquecer los procesos tradicionales de investigación en otras áreas del saber, según detalla Morales: “La carrera está actualmente desarrollando una tercera actualización de su plan de estudios, que esperamos pueda entrar en vigencia y ser parte de la oferta 2022. A mediano plazo esperamos que este nuevo plan permita que la mediación artística y el rol político del arte, como agente de cambio o transformación en la construcción de subjetividades latinoamericanas, pueda sumarse de manera formal en las capacidades de nuestros/as egresados/as, además de fortalecer el pensamiento crítico, y de la organización y comunicación de las prácticas artísticas”, concluyó el docente.
Texto: Gonzalo Medina, Departamento de Artes Plásticas.
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