Cerca de tres toneladas de residuos mensuales recolecta la comunidad en Punto Limpio UdeC

Marta Castillo Opazo y Flor Riquelme Pichinao son recicladoras hace varias décadas y han visto cómo se ha modificado la visión de la comunidad en torno a lo que se hace con los desechos. Marta recicla hace 40 años y Flor, hace 25 años. Ambas partieron buscando cartón y otros materiales en sus triciclos. Hoy clasifican y venden materiales que se recolectan en la Universidad de Concepción y en el Hospital Regional.

Ambas forman parte de la Cooperativa de Recicladores Biobío, ex Sindicato de Recicladores. Dicen que es un trabajo difícil, pero que deja muchas satisfacciones: ambas han podido comprar su casa y sostener a sus familias con la venta de cartón, plástico y latas.

Carolina Llanos Flores, encargada de sustentabilidad en gestión de campus

Desde el año 2016, la Universidad de Concepción cuenta con un punto limpio, en el que se pueden dejar cartones, papeles, botellas plásticas (PET 1), y latas de aluminio. Funcionó sin contratiempos hasta el 2019, año en que fue vandalizado y se incendió por completo. Su uso fue retomado en 2022 y está abierto a toda la comunidad aledaña al campus. Esto explica la gran cantidad de material que se recolecta al mes: dos toneladas de papel y cartón y una tonelada de de botellas plásticas, según comenta Carolina Llanos Flores, encargada de sustentabilidad en gestión de campus de la Dirección de Servicios.

La existencia del punto limpio, entonces, cumple varias funciones. “Por un lado facilitamos un lugar de trabajo seguro y digno, para que las recicladoras puedan venir y no tener que buscar en la calle. Por otro lado, los vecinos lo utilizan, porque está abierto a la comunidad y por eso reunimos esa cantidad de material”, indicó Llanos.

Este punto es parte de una estrategia global de la UdeC, explicó la directora de Servicios, Evelyn Vásquez Salazar. «Es una de las acciones más relevantes del plan de acción de sustentabilidad en gestión de campus, que fue comprometido en el Plan Estratégico Institucional». 

Qué se recicla y qué no

Las recicladoras y la encargada entregaron algunos consejos a los y las usuarias del Punto Limpio. Reconocen que las personas que reciclan hoy cooperan mucho más en la limpieza del lugar y casi no se encuentran los desechos que se encontraban antes (como pañales o vidrio quebrado). Sin embargo, aclararon que en este punto hay materiales que no se reciclan, como el Tetra Pack.  Asimismo, los envases de cartón que tienen restos de comida no se reciclan e incluso, constituyen un riesgo sanitario si se dejan en el punto limpio.

En principio, el punto ubicado en la UdeC recibe solo botellas de plástico PET 1, como las de bebidas. Sin embargo, las recicladoras también se llevan las otras que llegan, para acopiarlas en dependencias de la Cooperativa. Las cajas de huevo también se las llevan y las entregan directamente a productores que las reutilizan.

Sobre el papel, Llanos señaló que es importante que no traiga elementos peligrosos adheridos. “Tenemos que ser conscientes de que hay personas que trabajan con el residuo y debemos entregarles dignidad y seguridad. Hay papel que viene con clips, corchetes o incluso elementos cortantes. Les pedimos revisar el material antes de traerlo, porque no es basura, es algo que se va a utilizar después”.

Sobre el Tetra Pack, Flor Riquelme comentó que ya no existen compradores en la ciudad y por lo tanto, no es posible reciclarlo. “Además es necesario lavarlo, secarlo y sacarle los materiales de plástico, entonces significaba mucho trabajo y no salía a cuenta”.

Marta Castillo y Flor Riquelme pertenecen a la Cooperativa de Recicladores del Biobío

La limpieza es importante a la hora de llevar el material al punto limpio. “Las botellas de aceite no se reciclan, porque no se pueden limpiar. Además, contaminan otras botellas, entonces producen más problemas porque terminamos perdiendo botellas que estaban limpias”, explicó Marta Castillo. Ella ha visto, durante sus 40 años de trabajo, los cambios que se han producido en el mundo del reciclaje. “Estoy muy agradecida de este trabajo, es algo que me gusta hacer. Aunque ya no estoy a cargo de hijos, con lo que gano puedo darles un empujoncito a los nietos cuando es necesario”.

La ruta de los residuos

Tanto Marta como Flor pertenecen a la Cooperativa de Recicladores del Biobío, quienes reúnen todo el material en su local de calle Padre Hurtado, en Concepción. Ellas se llevan el cartón y la UdeC transporta las botellas, en una colaboración que ya lleva varios años. En el punto, se enfarda el material, que queda listo para el retiro de los transportistas que lo llevan donde los compradores.

Dependiendo de las condiciones del mercado, el material tiene distinto precio de compra por kilo. En este momento, el kilo de cartón se paga a 10 pesos, mientras que el de botella se paga a 200 pesos. Las recicladoras reúnen cerca de 100 kilos de botellas y 300 a 400 kilos de cartones, y las ganancias las dividen en partes iguales. En la Cooperativa trabajan un hombre y nueve mujeres, la mayoría de ellos de edad avanzada.

Tanto a Marta como a Flor les gusta su trabajo, aunque reconocieron que requiere mucho sacrificio físico, sobre todo en invierno y cuando hay una gran cantidad de material. A pesar de las dificultades, indicaron que se ha avanzado mucho desde el tiempo en que recorrían la ciudad en triciclo, puesto que hoy los puntos limpios acopian el material en un solo lugar. Además, la nueva ley de Responsabilidad Extendida del Productor les otorgará mejores condiciones para hacer su trabajo y la Cooperativa ya se encuentra trabajando con las autoridades para implementarla.

Por su parte, la UdeC espera concretar la instalación de más puntos limpios, así como de puntos de segregación de residuos en el eje patrimonial del Campus Concepción. «Estamos trabajando en sentar las bases en los tres campus y esperamos formar un grupo de coordinadores con representantes de todos los organismos, que puedan ser agentes de cambio en sus reparticiones», explicó la directora de Servicios, Evelyn Vásquez.