Bicentenario de la Novena Sinfonía: Musicólogos UdeC relevan legado de la obra magna de Beethoven
Crédito: César Arroyo Muñoz | Dirección de Comunicaciones
La sinfonía desafió convenciones y sigue siendo celebrada por su calidad y su impacto cultural. Su vigencia, a juicios de docentes del Depto. de Música UdeC, evidencia el poder transformador del arte y la música en la sociedad actual.
Como una de las obras cumbres de la música es reconocida la Sinfonía No. 9 en re menor, Op. 125, compuesta por el alemán Ludwig van Beethoven y estrenada el 7 de mayo de 1824. Sus innovaciones técnicas y de composición y el impacto que generó en el ambiente cultural son elementos que perduran hasta la actualidad, influyendo en un sinnúmero de productos artísticos.
Desde su estreno en Viena hace dos siglos, la Novena Sinfonía ha trascendido su tiempo y lugar de origen para convertirse en un ícono de la música clásica mundial. El musicólogo y académico del Departamento de Música de la Facultad de Humanidades y Arte de la Universidad de Concepción, Nicolás Masquiaran Díaz, recalcó la importancia de esta obra maestra en el contexto actual.
«La Novena Sinfonía en general es considerada la obra cumbre de un personaje que dentro del mundo de la tradición musical es, al mismo tiempo, un personaje cumbre», comentó el docente. «Beethoven, con esta sinfonía, no solo consolidó su propio legado como uno de los compositores más influyentes de la historia, sino que también sentó las bases para la música sinfónica del siglo XIX y más allá».
Masquiaran destacó la relevancia histórica y cultural de la Novena Sinfonía al afirmar que «esta obra cristaliza el concepto de arte como lo entendemos hoy en día, en un contexto en el que el ser humano toma el centro creativo en lugar de una figura divina. Beethoven rompe los moldes establecidos. Es el comienzo de una era donde el arte adquiere una dimensión trascendental y el artista se convierte en un genio creativo».
En esta línea el también docente del Departamento de Música UdeC y musicólogo, Nelson Rodríguez Vega, dijo que el compositor alemán ha inspirado a artistas de diferentes épocas y géneros a perseguir la excelencia en sus disciplinas.
“Beethoven representa al genio cuya creatividad artística está tocada por la divinidad. Me parece que ese arquetipo influye a muchos artistas alrededor del orbe y en distintas épocas, a buscar la perfección y la genialidad en el arte. Y a la par es algo que puede influenciar no solo a músicos clásicos, sino que también a músicos populares e incluso artistas de otras manifestaciones”, expresó.
Una de las características más distintivas de la Novena Sinfonía es su incorporación del coro en el último movimiento, algo inédito en el género sinfónico hasta ese momento. «Beethoven expande tanto la estructura como la instrumentación de la sinfonía», detalló Nicolás Masquiaran. «Esto se refleja en una duración más extensa y una mayor complejidad musical, así como en una expansión tímbrica de la orquesta que incluye el uso innovador de los trombones».
Nelson Rodríguez afirmó que la música de Beethoven, especialmente la Novena Sinfonía, cuenta con una fuerza y distinción que le ha permitido seguir siendo una fuente de inspiración.
“El legado de Beethoven tuvo un impacto inmediato en la generación de compositores europeos de la primera mitad del siglo XIX. Sobre todo sus piezas de música instrumental, ya sea sinfónicas o de cámara, marcaron un camino de desarrollo melódico, armónico y rítmico, pero especialmente a nivel de expresividad musical. La música de Beethoven, y como queda de manifiesto especialmente en su Novena Sinfonía, se caracteriza por su carácter y vigorosidad. En épocas posteriores ha continuado siendo influyente, especialmente para aquellos compositores interesados por explorar las posibilidades creativas de la orquesta”, agregó
Pero, ¿por qué esta obra ha mantenido su relevancia y vigencia a lo largo de dos siglos? Masquiaran sostuvo que «la Novena Sinfonía sigue siendo celebrada por su calidad artística y su impacto cultural. Su estreno en Viena desafió el dominio de la música italiana en Europa, demostrando el potencial de la música alemana para trascender fronteras. Además, su recepción positiva por parte de la crítica y el público contribuyó a su proyección como una obra legendaria».
“La Novena Sinfonía”, añadió, “se convirtió en una pieza indispensable en los escenarios de conciertos y en la formación musical en todo el mundo. Su influencia se extiende más allá de la música clásica, permeando en otros géneros y formas artísticas. Es un testimonio perdurable del poder transformador del arte y la música».
En la actualidad, de acuerdo a Nelson Rodríguez, se puede reconocer con facilidad elementos musicales y conceptuales de la Novena Sinfonía en la ideación de las bandas sonoras de películas, con un énfasis en las obras audiovisuales que dejan en un lugar protagónico a la música como vehículo para la narración de historias.
“La conjunción de recursos orquestales y corales tributan un legado beethoveniano de música absoluta, en el sentido de intentar comunicar y significar muchas cosas solamente con el lenguaje expresivo de los sonidos”, aseguró el docente.
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