“No es el escenario que una imagina al egresar, pero en este contexto se reafirma la vocación”
Crédito: Archivo personal, Romina Zambrano
Romina Zambrano, Premio Universidad de Enfermería UdeC, es parte de los equipos profesionales del Hospital Guillermo Grant Benavente y cuenta cómo ha sido integrarse a la vida laboral en uno de los momentos más desafiantes para el sistema de salud.
Romina Zambrano Fuentes es parte de una generación de profesionales que, seguramente, no olvidará sus primeros pasos en la vida laboral. Como muchos otros jóvenes formados por la UdeC en el área de la salud, esta enfermera de 23 años es parte de lo equipos sanitarios que, desde distintos frentes, cuidan del bienestar de los chilenos en el complejo escenario de la pandemia por el coronavirus.
En enero de este año, apenas recibió su título, se incorporó a la Unidad de Emergencias del Hospital Clínico Guillermo Grant Benavente, lugar en el que había realizado su internado como parte de una formación que terminó con promedio 6,4.
Como la mejor alumna se su promoción, fue distinguida con el Premio Universidad de Concepción en una ceremonia en la que le correspondió realizar el discurso en nombre de los otros 56 egresados en 2019 que, al igual que ella, fueron destacados por su excelencia académica.
Terminaba así un ciclo iniciado en 2015, cuando daba sus primeros pasos en la Universidad en la que siempre quiso estudiar.
“Yo nací en Concepción y desde pequeña iba con mis papás de paseo a la ‘U’ los fines de semana; era mi sueño estudiar ahí. De hecho, tenía súper claro que, si por algún motivo, no alcanzaba mi puntaje para entrar a la UdeC, me tomaría un año para postular de nuevo. Pero felizmente me fue bien en la PSU y pude ingresar a mi primera opción en la UdeC”, cuenta.
Y si bien la universidad en que estudiaría estaba definida con antelación, no fue así con la carrera. “No tenía muy claro qué estudiar. Pero en el colegio siempre me gustaron los ramos de biología y ciencias, así que en cuarto medio comencé a investigar y me incliné por enfermería. Me gustó por ser una carrera más dinámica, que tiene varias áreas de desempeño”.
Romina califica como “una experiencia súper linda” sus años en la UdeC. “Como todos, pasé por periodos de estrés de certámenes, pero el ambiente que se crea en la universidad es muy grato, sobre todo porque tiene una infraestructura que permite a los estudiantes tomarse tiempos de dispersión. Además, me llevé grandes amigos”.
Alumna dedicada, comenta que la clave para una vida universitaria plena es la organización del tiempo.
“Intentaba estudiar con anticipación y eso me permitió realizar otras actividades. Participé en trabajos voluntarios, en las asambleas de la carrera, en las actividades de aniversario, en operativos de salud de la facultad de Enfermería, entre otras cosas”, recuerda a enfermera que espera volver a la UdeC con la beca que le otorga el Premio Universidad.
“Es una gran oportunidad para seguir perfeccionándome y me inclino más por hacer una especialidad en cuidados intensivos del adulto, que es el área que me gusta”.
Vocación y compañerismo
Para los profesionales que han llegado a los centros de salud en este período, la pandemia ha significado entrar a una realidad impensada en las proyecciones para el desempeño laboral y que va más allá de si atienden o no a pacientes contagiados con el Sars-Cov-2.
“Claramente no es el escenario que una imagina al egresar, pero en este contexto una reafirma su vocación, pone en práctica sus aptitudes y conocimientos”, dice.
La enfermera cuenta que la Unidad de Emergencia continúa trabajando, como se hacía antes de la pandemia, “con cuarto turno”, jornadas de 12 horas continuas.
“La diferencia —explica— es que, además de recibir las consultas de urgencias que siempre han existido, ahora se suma la atención de los pacientes con Covid-19 o con sospecha de Covid, que son pacientes de cuidado que requieren mayor supervisión y monitorización, ya que muchos ingresan con dificultad respiratoria y su cuadro se puede complejizar”.
“Es un gran desafío para todo el equipo de salud ya que hay turnos más pesados, con mayor carga laboral, sumado a la molestia que genera el uso continuo de las mascarillas y los escudos faciales. Sin embargo, el compañerismo y apoyo entre colegas ayuda a sobrellevarlo de mejor manera”, agrega.
– ¿Existe miedo en los equipos de salud?
– Obviamente existe miedo, ya que detrás de cada profesional hay una familia y el contagiarse también implica contagiarlos a ellos y eso es lo que más se teme. Por lo mismo hay que extremar las medidas de prevención. Por mi parte, lo más difícil ha sido ver cómo colegas se contagian, porque te das cuenta que estás igual de expuesta y que podrías haber sido tú.
Este es un período desafiante para el sistema de salud que requiere de una integración y compromiso de profesionales de todas las áreas.
“Es un trabajo totalmente en equipo, todos cumplen una labor fundamental en la atención de los pacientes y es en estos momentos cuando queda en evidencia la vocación y el compañerismo de todos los que trabajamos en el área de la salud”, afirma Romina.
– ¿Cómo ves la preparación que recibiste en la Universidad para hacer frente a lo que ocurre hoy? ¿Te has sentido segura?
– Agradezco la formación entregada por la Universidad durante mis años de estudio; principalmente, el haber contado con excelentes campos clínicos, haber tenido prácticas clínicas valiosas para mi formación como enfermera y que me enetrgaron las herramientas que hoy me permiten desempeñarme como tal.
Me he sentido segura de mi labor en el hospital. Es cierto que cada día se aprenden cosas nuevas, pero realizar el internado en un servicio así de complejo, como es la urgencia, te deja preparada para el mundo laboral.
– Vemos que las cifras del avance de la enfermedad no son muy alentadoras y que la situación a nivel local es preocupante. ¿Qué le puedes decir a las personas, a partir de lo que ves en el hospital?
– Mi mensaje, principalmente para los jóvenes, que son los que muchas veces tienen más acceso a la información y la pueden transmitir a sus familias, es que se informen y utilicen de la mejor manera posible los servicios de salud. Es súper importante saber cuándo es necesario recurrir a la urgencia hospitalaria para así evitar colapsos en el sistema, además de la exposición en las salas de espera.
Y para las personas que pueden quedarse en sus casas que lo hagan, que no se expongan ellos ni a sus seres queridos y que sepan que los profesionales de la salud estamos comprometidos en hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible.
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