Narrativa audiovisual en tiempos de inmediatez: Fotógrafo chileno ganador del Pulitzer visita la UdeC
Crédito: Esteban Paredes Drake | Dirección de Comunicaciones
Edgard Garrido encabezó un conversatorio como parte del Mes de la Fotografía. En la actividad destacó el valor de la narración fotográfica y de fortalecer la alfabetización visual, señalando la necesidad de enseñar a los futuros periodistas a conectar empáticamente con las historias.
Como parte de las actividades de conmemoración del Mes de la Fotografía en la Universidad de Concepción, este viernes 30 de agosto el fotoperiodista chileno Edgard Garrido Carrera, reconocido con el Premio Pulitzer en 2019 por su trabajo documental sobre la migración en América Central, encabezó un conversatorio abierto en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales.
Garrido es originario de Puerto Montt y cuenta con una amplia trayectoria en medios nacionales e internacionales, como La Tercera y Reuters, en donde se ha caracterizado por su habilidad para capturar la realidad más cruda y humana de los conflictos sociales y políticos en América Latina. Su pasión por la fotografía, que partió en la infancia, se consolidó durante su formación como periodista en la Universidad de la Frontera.
A lo largo de su carrera, Edgard Garrido ha cubierto eventos de relevancia mundial, desde la violencia de las pandillas en Honduras hasta la crisis migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos. La documentación de la caravana de migrantes centroamericanos en 2019 le valió el Pulitzer en la categoría «Breaking News Photography«. Actualmente se desempeña como docente universitario en planteles de la Región Metropolitana.
Durante su visita a la UdeC, Garrido resaltó la importancia de la narración fotográfica en la era digital, destacó la necesidad de fortalecer la alfabetización visual tanto a nivel de educación escolar como en la formación de profesionales de la comunicación.
«Aunque se reconoce que el aprendizaje a través del pensamiento visual representa alrededor del 70% de lo que una persona capta o aprende de su entorno, la educación escolar no ha prestado suficiente atención a esta área. Somos, en gran medida, analfabetos visuales. En países como Japón, por ejemplo, hay asignaturas dedicadas al lenguaje visual. Aquellos que han desarrollado esta habilidad lo han hecho a través de la práctica diaria, conectándose con su entorno, viendo películas, explorando libros, observando fotografías y buscando el significado de los objetos y las imágenes. Es un aprendizaje bastante empírico», señaló.
Este vacío, agregó Edgard Garrido, justificaría la urgencia de generar bases sólidas en los futuros periodistas, con un énfasis en el lenguaje visual y el encuentro de su voz narrativa más allá de las herramientas en constante cambio.
«La narración implica involucrarse con los demás y conocerse a uno mismo para poder proponer cosas nuevas e interesantes, que vayan más allá de la efervescencia de la formación técnica y que realmente conecten con otras personas, creando lazos. Mi objetivo es que reconozcamos en esas herramientas recursos para contar historias, para acercarnos a la gente y generar comunidad, superando el individualismo y el narcisismo que son tan comunes en la sociedad actual.
En su trabajo sobre la migración en México desde América Central hay mucho dolor. Al mencionar la importancia de conocerse a uno mismo para involucrarse con los demás, ¿cree que parte del dolor propio se refleja en su trabajo?
Creo que sí, de manera inconsciente está presente. La empatía que uno desarrolla con estos espacios y grupos de personas se manifiesta en el trabajo. Uno proyecta lo que es, lo que conoce, cómo ha sentido y vivido ciertas experiencias. Esa sensibilidad se transmite a los demás, a los lectores y espectadores que interactúan con nuestro trabajo periodístico. Sin duda, involucrarse es crucial, y yo creo firmemente en esa necesidad.
A menudo se confunde la participación subjetiva o militante con el compromiso que exige una historia. Esta confusión es común en la enseñanza del Periodismo. Desde mi experiencia en la academia, enseño a los estudiantes a ser lo más subjetivos y comprometidos posible con los temas y su entorno, para que puedan narrar historias que despierten empatía, especialmente cuando abordan el dolor ajeno. Es fundamental saber cómo enfrentarse al dolor de los demás, cómo abordarlo con respeto, y no caer en lo meramente formal o académico, porque a veces las respuestas se encuentran en las cosas más sencillas de la vida».
Trascender ante lo efímero
La reflexión de Edgard Garrido apunta hacia la fotografía como un trabajo que capture los elementos trascendentes de la realidad, más allá de los requerimientos de las plataformas más utilizadas en la actualidad que se caracterizan por la fugacidad de sus contenidos.
«Las cuentas de Instagram quizá no sean la mejor representación de la narrativa visual. Son representaciones efímeras, que caducan rápidamente y responden más a necesidades comunicacionales e informativas que a necesidades narrativas profundas. Hay vacíos en ese sentido. Nosotros, que tenemos experiencia en este ámbito y ahora estamos en la academia, tenemos la responsabilidad de impulsar un enfoque que vuelva a centrarse en estos aspectos esenciales», declaró.
Por ello, manifestó que el abordaje de materias sensibles en el área de las comunicaciones debe ser guiado por el cuidado y la reflexión, independiente de los aspectos técnicos que se atiendan en el ejercicio de la profesión.
«Aunque, por supuesto, es necesario adquirir metodologías y herramientas para abordar estos temas, a menudo la clave está en escuchar o en simplemente recorrer el entorno con respeto. Esto puede ser mucho más valioso que cualquier conocimiento formal que tengamos.
¿Qué tan desafiante es transmitir esto a jóvenes que recién comienzan en el mundo de las comunicaciones, que quizás están muy influenciados por la tecnología y la frialdad que a veces conlleva?
Es un desafío, y creo que debemos hacer un llamado de atención. Como fotoperiodistas, estamos en una posición donde debemos invitar a la reflexión, a la escucha, al silencio, a alejarnos un poco de la vorágine de la inmediatez que domina la información hoy en día. Es fundamental que nos reencontremos con nosotros mismos, con los demás y con la espiritualidad de las cosas».
Crédito: Esteban Paredes Drake | Dirección de Comunicaciones
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