Dra. Diana Maffía y conferencia en UdeC: “Existen barreras estructurales para cuando las mujeres llegamos a una institución y queremos progresar”
Crédito: Esteban Paredes Drake – DirCom UdeC
La filósofa de la UBA y experta en género y feminismo dictó una charla magistral en la que abordó las desigualdades históricas y barreras actuales para que las mujeres avancen en el mundo académico y vivan vidas libres de violencia.
Como parte de una invitación del Proyecto InES de Género, visitó esta semana la Universidad de Concepción la Doctora en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires y epistemóloga feminista Diana Maffía. Con cuatro doctorados Honoris Causa y una extensa trayectoria en temáticas de género, derechos humanos, ciencia y tecnología, además de un trabajo político como diputada de la ciudad de Buenos Aires, Maffía es actualmente directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la ciudad de Buenos Aires.
En su visita a la Universidad, la Dra. Maffía dictó la charla “Obstáculos de género para el desarrollo y la cohesión social: la importancia de la educación superior”. En el auditorio estuvieron presentes el Rector, Dr. Carlos Saavedra y todo el equipo de vicerrectores: la Dra. Paulina Rincón González, Vicerrectora; la Dra. Ximena Gauché Marchetti, Vicerrectora de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio; la Dra. Andrea Rodríguez Tastets, Vicerrectora de Investigación y Desarrollo y el Dr. Miguel Quiroga Suazo, Vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos. También acompañaron la charla una cantidad relevante de estudiantes de pregrado, académicas y académicos y miembros de la comunidad UdeC.
Mujeres y barreras actuales
La charla comenzó con un saludo a los estudiantes: “antes estos temas eran completamente marginales y además muy perseguidos. A mí me decían, por qué publicas en esas revistas feministas si te aceptarían en cualquier otra revista de filosofía (…) todo el tiempo era algo castigado. En algún momento cambian las instituciones, porque las hacemos cambiar con nuestra persistencia, y entonces, nos dan un Honoris Causa por lo mismo por lo cual nos perseguían, por haber seguido nuestra vocación, nuestra intuición y nuestra percepción de lo justo”.
En su conferencia, Diana hizo un recorrido por la historia de las mujeres en la Universidad, señalando que en un comienzo fue prohibido su acceso, luego se permitió el ingreso con limitaciones y tras ello, su ingreso a las carreras consideradas aptas para ellas. En ese recorrido, reflexionó sobre los obstáculos que todavía encuentran para asumir tareas de responsabilidad.
“Existen barreras estructurales para cuando las mujeres llegamos a una institución y queremos progresar. No son prohibiciones explícitas pero operan como obstáculos que a veces imposibilitan la carrera, o que esterilizan la vida personal, le sacan todo amor y encanto a la vida subjetiva; hacen que esta se descertifique en función de una profesionalización que está pensada para otras subjetividades que carecen de esa empatía y esos afectos tan primordiales”.
Aún con estas barreras, explicó Diana, hay veces en que se ofrece a las mujeres acceder a espacios de poder. “Y decimos que no. ¿Por qué? Porque cada escalón que subimos es una negociación complejísima para equilibrar la vida profesional y privada. Tenemos que delegar, repartir. Es una negociación enojosa por los estereotipos de feminidad y también de masculinidad, porque cualquier varón que quiera acompañar en las tareas de cuidado se ve degradado, porque lo privado no está valorado como lo público”.
Reflexión institucional
El Rector Carlos Saavedra Rubilar indicó en su presentación que esta visita se enmarca en un proceso “de aprendizaje institucional y una búsqueda de transformación cultural profunda, a partir de las capacidades institucionales, que son muchas y del trabajo de investigadoras e investigadores en estos temas”.
La Directora del Proyecto InES de Género, Dra. Alejandra Brito Peña, señaló que “este espacio de reflexión que el Proyecto InES ha buscado generar en estos casi tres años de trabajo. Lo que planteamos al iniciar es cómo podemos avanzar a una universidad que no solo cuente con mecanismos para disminuir las brechas de género sino como nos transformamos en un referente hacia la sociedad”.
Academia y sociedad
Otra de las reflexiones de la Dra. Maffía fue el efecto que la incorporación de las mujeres a la universidad tuvo en sus vidas y en las de otras mujeres. “Conocimiento y política tienen esta raíz fuerte de quienes pueden y quienes no acceder a la ciudadanía. No solo mujeres, sino varones subordinados también”.
Así, “el derecho a voto y el derecho a la educación fueron las dos demandas principales que luego se llamó el feminismo de la primera ola en el siglo XIX, que tanta influencia tuvo sobre nuestros países”.
Cuando se produjo el acceso de una masa crítica de mujeres a la academia “los saberes adquiridos comienzan a ser aplicados a lograr el progreso de las mujeres en el acceso a sus derechos”, entre los que están “la defensa de ideales de vida autónomos que no las releguen a lo doméstico, la capacidad para tomar decisiones sobre sus cuerpos con políticas que respalden tanto las decisiones reproductivas como la extensión del parto humanizado, lactancia, puerperio, acceso a técnicas de reproducción asistida, licencias por maternidad, guarderías, así como decisiones no reproductivas, libre elección sexual, acceso a la anticoncepción, interrupción voluntaria del embarazo, intervenciones corporales acordes a la percepción de género y por supuesto la violencia de género, el acoso, la violencia sexual, el abuso, y los femicidios”.
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